BEAUTIFUL COINCIDENCE; Tom Kaulitz

𝟶𝟺𝟻

⁎⁺˳◌◞ . ‧๋⋆ ་
𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐅𝐎𝐔𝐑𝐓𝐘-𝐅𝐈𝐕𝐄
——————————

Alice pov's:

Me removí entre mis sábanas, sintiendo mis ojos arder debido a la noche anterior, la cual pasé llorando hasta caer en un profundo sueño.
Habían pasado cuatro días desde lo sucedido en la discoteca. Tom no me quiso hablar, traté de hacerlo repetidas veces cuando teníamos algunos encuentros en el estudio.

...

—Tom—. Le llamé, pero este no dejaba de caminar. Aceleré mi paso hasta encontrarme con su cuerpo, colocando mi mano en su hombro. —Tenemos que hablar, por favor—. Le pedí, mientras su estático cuerpo no se dignaba ni si quiera a girarse.

—No hay nada de lo que hablar—. Suspiró. —Por ahora—. Fue lo único que me dejó escuchar, pues ya se había soltado de mi agarre, continuando con su camino.

...

Cuatro días parecía poco tiempo. Pero para mi fue realmente un infierno. No valoré cuando él estuvo ahí para apoyarme, cuando ambos juramos que íbamos a mantener una comunicación para así no tener problemas. La cagué. Hablé en ocasiones con Bill, pero no obtuve grandes respuestas por su parte.

...

Limpié mis lágrimas como una inútil, sintiéndome vulnerable al frente del esbelto cuerpo de Bill, el cual me apoyaba a pesar de no poder hacer nada al respecto. —Solo, dile que me llame, ¿sí?—. Pedí entre sollozos, este hizo una pequeña mueca.

—No prometo que él te vaya a llamar...—. Suspiró con un semblante entristecido. —Necesita tiempo, Alice—.

...

¿Irónico, no? La vida me estaba devolviendo toda la mierda que había hecho. Me levanté de mi cama finalmente. Mi cabello estaba completamente horrible, una buena ducha me vendría bien. Técnicamente hoy es mi día de "descanso". He estado estos días mayor parte del tiempo en el estudio, cosa que me destrozaba por el hecho de tener que estar teniendo encuentros con Tom, y no poder ni si quiera dirigirle la palabra. Pero, no solo eso. Las clases de baile, y sesiones de fotos.
Efectivamente, después de mi desfile algunas agencias de modelos me habían llamado. Ojalá me hubiera pillado en algún momento donde mi estabilidad emocional estuviera mejor, pero, no me iba a negar ahora.

Bajé las escaleras a paso lento. La casa estaba vacía y no se escuchaba nada. Apenas iba a clase. Ni si quiera me molestaba en pedir las tareas que habían o preguntar por los exámenes. Tenía la vida solucionada, ¿no? Eso esperaba.

Pero, algo me sacó de mi trance. Había una nota encima de la mesa de la encimera.

Estamos trabajando, siento no haberme podido quedar a darte los buenos días, princesa. Feliz cumpleaños a la niña de mis ojos, felices dieciocho. Nos veremos por la tarde. Te he dejado comida en la mesa del comedor.

Hoy era mi cumpleaños. Lo había olvidado. Oficialmente mayor de edad. Bufé dejando la nota en cualquier parte, para llegar hacia el comedor y ver unas galletas. Mis preferidas. Una costumbre en mi cumpleaños.
Lastima que mi tristeza de estos últimos días me había quitado completamente el apetito. Me senté en el sofá, viendo varios mensajes en mi teléfono.