𝟶𝟸𝟾

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⁎⁺˳◌◞ . ‧๋⋆ ་
𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘-𝐄𝐈𝐆𝐇𝐓
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Alice pov's:

Ahhg. — Gemí de el dolor en cuanto un a punzada recorrió mi espina dorsal. Me moví entre las sabanas, frotando mis ojos con pereza.

Era de noche.

¿Aún?

Pude reconocer a el instante que esta no era mi cama. Ni la de Lukas. Ni la de Tom. Ni la de ninguna de mis conocidos.

¿Dónde estaba?

Comencé a estresarme, haciendo una mueca debido a el dolor que se presentó en mi cuerpo, arrastrándome encendí una pequeña lámpara, analizando una habitación de lo más común.

En un estado de completo delirio, me levante de la cama, estirando mi cuerpo, guiándome por la escasa luz que me aportaba esa lámpara, ya que por lo que parecía, aún era de noche.

Miles de flashbacks de el día de ayer aparecieron en mi cabeza, uno tras otro.

Tragué saliva bajando el pomo de la puerta, haciendo el mínimo ruido posible.

Ese...

¿Era el pasillo de la casa de los chicos de Tokio Hotel?

Me giré, analizando el lugar donde se encontraba la habitación. Exactamente, donde durmieron Lukas y Nick, o sea, el lugar de invitados.

Carraspeé, suspirando y bajando las escaleras torpemente, pero con cautela. No quería hacer ningún ruido, pero necesitaba ir hacia a la cocina, mi garganta me pedía a gritos que me saciara de ese sabor alcohol que todavía estaba en mi garganta.

Llegué a la cocina, encendiendo la luz de esta como pude, entrecerrando mis ojos cuanto esta luz me encandiló. A pasos torpes, me puse de puntillas para tomar un vaso de uno de los muebles.

Pero unas manos enrollaron mi cintura, sacándome de mi trance y bajando mi mano, girándome repentinamente para encontrarme con la persona que menos esperaba.

— ¿Tom? — Dije a duras penas, sintiendo mi respiración acelerarse por tener su anatomía cerca de mi, y acorralándome contra la encimera de la cocina.

— Muñequita. — Su voz ronca hizo que carraspeara, negando repetidas veces con mi cabeza cuando esa imagen de él cariñosamente junto a otra chica aparecieron en mi cabeza. — Te he echado demasiado de menos.

— ¿De qué hablas, Tom? — Refunfuñé, frunciendo mi ceño aún sin analizar nada ya que estaba bastante adormilada.

— Hablo de lo nuestro. — Este tomó mi mentón entre sus dedos, alzando mi vista para que nuestros ojos se conectaran entre sí. — No puedo seguir haciéndome el idiota cuando cada noche sueño con follarte de mil formas distintas.

Tragué saliva en seco, mis mejillas comenzaron a contradecir mis actos, demostrando un rosado tono en ellas. — Estás loco. — Murmuré, desviando mi mirada hacia otro lado, encarnando mis cejas. — Tú... Ayer estabas con otra chica.

Tom soltó una risa nasal, haciendo que apretara mis manos las cuales se encontraban apoyadas en la encimera. — Ella no es nadie, Alice. Créeme. Si supieras en verdad lo que te quiero hacer, y lo que siento por ti, no dudarías de mis palabras.

BEAUTIFUL COINCIDENCE; Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora