BEAUTIFUL COINCIDENCE; Tom Kaulitz

𝟶𝟹𝟷

⁎⁺˳◌◞ . ‧๋⋆ ་
𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐇𝐈𝐑𝐓𝐘-𝐎𝐍𝐄
—————————

Alice pov's:

— ¡Ah! ¡Sigue!—. Gemía la chica de el vídeo porno que estábamos viendo Amber y yo.

Y no era por sonar como una desesperada por saber como era el mundo sexual, pero después de que le haya contado a Amber mis acercamientos hacia Tom, ella aseguró que íbamos a tener sexo. Y bien, no había visto nunca antes un vídeo así, obviamente sabía cómo era tener relaciones, pero no fue nunca algo que le tomase mucha importancia.

Ambas tumbadas en su cama en albornoz después de habernos duchado por haber sudado anteriormente al hacer actividad física, mientras ella carcajeaba al ver al vídeo, y mi cara lo decía todo.

— Esta chica actúa de la mierda—. Amber soltó una risa, sentándose para apagar la televisión. — Y bien, ¿qué te ha parecido?—. Se giró para ver mi rostro atónito.

— ¿Está chica no siente ningún dolor con esa bestia?—. Fue lo único que pude decir, ya que el hombre la penetraba con mucha agresividad.

Amber rió. — No jodas Alice, no duele... Solo es placer. Una vez que lo sientas, lo sabrás—.

— Ah, lo siento por ser una tonta virgen—. Dije con obvio sarcasmo, rodando mis ojos.

— ¿Nunca te ha tirado Tom una indirecta sexual?—.

Me levanté de la cama, quedando de espaldas, analizando su propia pregunta. Me tomó unos segundos responder. — Que yo sepa no. Quizás son una idiota y no pillé alguna—. Carcajeé, entrando en el baño pero dejando la puerta abierta, mientras abría el bote de una crema para aplicármela.

— Lo extraño es que Tom no esté pensando en sexo—. Murmuró ella.

— ¿El a ti...—. Pregunté a medias.

— ¡No, no!—. Negó frenéticamente con su cabeza, pude verlo por el reflejo de el espejo. — Nunca tuvimos un momento a solas. Y aunque me hubiera gustado en su momento, agradezco que no haya pasado nada—.

Solté una leve risa. — A mi... Me dijo él que no tuvo sexo con nadie desde que me conoció—. Admití, esparciendo la crema por mi rostro. — Y literalmente fue así, porque nada más conocerle le encontré saliendo de la sala de instrumentos después de haber follado con una chica, lo recuerdo—. Hice una mueca de asco, fingiendo vomito.

Amber comenzó a reír. — ¡No jodas! Vaya forma más escéptica de conoceros—.

— Ya lo creo—. Murmuré, girándome para ver a esta sentada, cruzando sus piernas una encima de la otra. — Entonces... ¿Sí es seguro que vamos a una discoteca esta noche?—. Pregunté, asegurándome de aquello.

Ella asintió. — Una de las mejores de Italia. Quizás y te enseño alguna técnica para ligar—. Solté una leve risa nasal. — Pero no vale que te escabullas, esta noche vamos a bailar tú y yo hasta que nos ardan los pies—. Amber levantó su dedo índice, haciéndolo sonar como una orden.

— Por supuesto, señora—. Bromeé, ganándome un leve golpe por su parte, sacándonos una risa a ambas.

[ . . . ]