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⁎⁺˳◌◞ . ‧๋⋆ ་
𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐇𝐈𝐑𝐓𝐘-𝐅𝐎𝐔𝐑
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Alice pov's:

Último día en Italia.

Qué loco, parecía ayer cuando estábamos aterrizando de el avión, y todavía Tom y yo nos llevábamos de el culo por ser dos idiotas que no sabían aclararse, ni tenían un mínimo de comunicación.

— Tom—. Gemí abriendo mis brazos para buscarle en la cama.

Pero él no estaba ahí.

Fruncí mi ceño por la confusión, era extraño que no apareciera, siempre le gustaba estar conmigo, aunque yo siguiera dormida.

Me sacié de los malos pensamientos, imaginándome que no estarían aquí porque debían de hacer algunas cosas por el estudio.

Salí de mi cama, algo mejor después de haber solucionado lo de Ethan. No iba permitir bajo ningún concepto que siguiera en contacto conmigo, no quería más problemas en Berlín. Ya estaba replanteándome cómo le iba a contar a los chicos lo de Tom.

Técnicamente es difícil, y todavía más si sigo con esas tontas comparaciones.

Quizás es algo tonto, pero me dolió un poquito saber lo de la productora. Mi inseguridad me lleva a pensar que eso va a ir a más... Y, me niego.

Aunque no puedo excusarme. Tom me ha demostrado que de verdad me quiere.

Salí de mi cama, me lavé mi cara después de tallar mis ojos y tomé una ropa cómoda para ponerme encima del bikini, arreglé un poco mi cabello y me dispuse a bajar por el ascensor, hasta llegar a el buffet libre.

Mi mirada fue por todos... Pero ahí no estaba Tom.

— Buenos días—. Hablé en general hacia mi banda, dándome cuenta que no estaban los de Tokio Hotel.

— Hola, Alice—. Siseó Lukas con una sonrisa. — Mañana de vuelta a la rutina—. Murmuró este.

Reí irónicamente. — Qué emoción—. Celebré falsamente, ganándome una risa por el resto. — Ahora vuelvo—.

Me dispuse a caminar hasta tomar un plato, y ver por encima la comida que había, tomando alguna que otra cosa. Pero una mano en mi hombro hizo que me sobresaltara, hasta el punto de casi —gracias a Dios no— tirara mi plato.

— ¡Carajo!—. Me giré para ver a Amber con una de sus cejas alzadas, y sus brazos cruzados.

— Ayer por la noche no pude pillarte porque Gustav estuvo insistente y tuve que hablar con él—. Hizo una leve pausa, mientras yo sentía como mi rostro se tensaba. — No me has contado que ha pasado—.

Suspiré armándome de valor. — No pasó nada, Amber. No es mi prototipo de chico, y solo vino para despedirse—. Hice una pequeña pausa. — A si que él ha ido por su camino, y yo por el mío. Tampoco fuimos nunca algo oficial, a si que eso no me importa—. Concreté antes de que poderos decir algo.

— Vaya eso es... Muy inesperado—. Habló entrecortadamente. — Pensé que quizás podíais congeniar un poco—.

Coloqué mi mano en el hombro de Amber. — No te preocupes, todo está bien. Al menos me he dado la oportunidad de conocer a alguien. Ahora, dejémonos de hablar de tantos chicos, y vayamos a la playa a broncearnos—. Propuse, viendo como esta se emocionaba.

BEAUTIFUL COINCIDENCE; Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora