𝟶𝟺𝟼

751 31 2
                                    



⁎⁺˳◌◞ . ‧๋⋆ ་
𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐅𝐎𝐔𝐑𝐓𝐘-𝐒𝐈𝐗
—————————

Tom Kaulitz pov's:

Tom...— gemía Alice contra mi boca, en lo que enrollaba mis brazos en su cintura y la acorralaba contra la encimera de la cocina de mi casa.

Habíamos ido a la cocina para tomar un vaso de agua para así "bajar" la calentura, cosa que fue en vano ya que nuestras ganas mutuas provocaron que acabáramos besándonos desesperadamente, mientras yo buscaba acorralarla contra cualquier lugar que podía. Agradecí internamente que los chicos amen las fiestas, porque por una vez íbamos a estar solos en mi casa, sin ninguna maldita interrupción.

—Tan lindo ese vestido— murmuré en cuanto me tuve que alejar de ella para tomar una bocanada de aire. —Aunque más lindo se vería en el suelo— tomé sus caderas subiéndolas a la encimera de un movimiento ágil, así teniendo más acceso a ella. Me colé entre sus piernas metiéndome entre medio de estas, debido a que las suyas se abrieron, aproveché para escabullir mi mano bajo su vestido, tal y como había hecho antes.

—Ah, por favor, quítame la ropa Tom— lloriqueó Alice, lo que hizo que mi sonrisa se extendiera en una milésima de segundo debido a sus súplicas. Sin tomarme mucho tiempo bajé su tanga de encaje, haciendo que cayera al suelo. ¿La cocina el lugar más indicado? No lo sabía, pero si lo hacía junto a ella, todo estaba bien.

Dejé de besarla por unos momentos para bajar mi húmedos besos a su necesitado cuello, ladeó su cabeza en busca de más, en lo que dejaba marcas las cuales después iban a ser difíciles de quitar -eso buscaba, aunque después ella se molestara conmigo-, dejando un rastro de besos por su clavícula, bajando mis manos por todo su cuerpo, llegando hacia su nuca para bajar la cremallera de su vestido con lentitud y perseverancia.

—Se que este va a ser tu regalo favorito— susurré en lo que me agachaba un poco para llegar hacia sus pies y con parsimonia quitar sus tacones, los cuales resonaron al impactar con el suelo de mármol. Los brazos de ella enrollaron mi nuca volviendo a buscar mis labios, comencé a adentrar mi lengua en su boca a la vez que nuestros labios danzaban sobre sí.

—Joder— bajé su vestido acariciando sus delgados y pálidos brazos, los cuales se erizaron cuando las yemas de mis dedos tomaron contacto con ellos, con su ayuda, cuando Alice elevó su cadera, pasé el vestido por debajo de esta, liberándola de esa prenda, hasta que quedó solamente con su sostén negro de lencería al frente de mi.

Pasé mi lengua por mi labio inferior con puro deseo, llevando mis manos hacia sus pechos para apretarlos sin buscar lastimarla, pero complacerla. Un jadeo salió de sus labios, en lo que acariciaba mis trenzas con delicadeza. No me limité a esperar, mi subconsciente me pedía que le hiciera el amor aquí mismo, ¿quién era yo para negarme?

Desabroché su sujetador, pasó este por sus brazos hasta caer nuevamente hacia el suelo. Ladeé una sonrisa al ver esos erectos pezones, sintiéndome como un bebé en esos momentos. Pero, al ver el entrecejo fruncido de mi novia entendí todo.

—No te gusta ser la única expuesta, ¿no corazón?— añadí con cierta gracia, pero sus actos fueron suficientes como respuesta, tomó mi jersey color esmeralda para pasarlo por mi cabeza hasta que cayó al suelo, llevé mis manos hacia mi cinturón así desabrochándolo, mis pantalones cayeron debido a que eran demasiado anchos para mi -como siempre dije, mi tercera pierna no es muy fácil de ocultar-.

BEAUTIFUL COINCIDENCE; Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora