𝟶𝟺𝟿

789 38 8
                                    



⁎⁺˳◌◞ . ‧๋⋆ ་
𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐅𝐎𝐔𝐑𝐓𝐘-𝐍𝐈𝐍𝐄
—————————

Alice pov's:

¡Joder!— dejo a un lado la guitarra eléctrica con la que estaba practicando, por no mejor tirarla por la ventana.

—¿Estresada?— inquiere Amber con cierto doble sentido, debido a que Tom y la banda estaban de gira, no podía verle, había estado estos días algo decaída, no podía tratar de opacarlo.

—¿Istrisidi?— me cruzo de brazos y hago sorna, escucho las risas de mi banda a mi alrededor.

—Ya verás que cuando menos te lo esperes, ya estará aquí tú príncipe azul— Nick acaricia las cuerdas de la guitarra, subiendo su vista para lanzarme una confianzuda mirada.

—Ella no puede esperar— habla Lukas por mi, levantándose del sillón. —Pronto la veremos montada en un avión en dirección hacia el hotel de los chicos.

—Yo puedo esperar— aseguro. —De hecho, estoy perfectamente. Extraño a Tom, pero no estoy nada mal ni agobiaba porque no este— me encojo de hombros y miro hacia otro lado.

—¿Segura?

Se forma un silencio en la habitación, en lo que puedo llegar a escuchar mi teléfono vibrar en el bolsillo de mi pantalón. En una milésima de segundo, tomo este y veo quien me estaba llamando en estos momentos.

—¡Es Tom, es Tom!— doy un salto y sonrío mostrando mis dientes, luego me doy cuenta de que he actuado muy eufóricamente cuando había afirmado que no estaba para nada desesperada. Pero es que, siempre solía llamarme por las noches, a veces solo me escribía un pequeño texto deseándome las buenas noches debido a lo agotado que estaba. —Digo, es Tom— digo en un firme tono de voz carraspeando, restándole la emoción que me estaba tragando.

—Responde, idiota— dice mi amiga, asiento y acepto la llamada, caminando hacia el exterior de la sala para tener una conversación algo más intima.

Mi amor— escucho su voz y siento una abalanza de sentimientos apoderarse de mi, mi sonrisa no se desvanece, y los latidos de mi corazón aumentan por segundos.

—Cielo, qué raro que me estés llamando a estas horas— reconozco y río suavemente. —¿Qué tal?

Mal. Te extraño demasiado— dice, puedo llega este escuchar a los chicos hablar por detrás. —Esto es una completa tortura, ¿sabes que hay una chica que me ha enseñado las tetas a mitad de concierto, en el público?

Aprieto mis labios en una fina línea, no me limito a ocultar mis expresiones ya que él no puede ver mi rostro. —No necesitaba saber aquello— hablo en un hilo de voz, escucho una seca carcajada por parte de Tom.

Las tuyas son las únicas que me gustan— murmura. —Estoy contando los días, ¿sabes? Faltan exactamente quince días.

—Una eternidad— concreto.

Ya vamos casi a la mitad de todo esto, cariño. Te llenaré de besos en cuanto te tenga al frente— suelto una leve risa, y siento mis mejillas sonrojarse. —Donde tú quieras.

Capto su doble sentido y frunzo mi entrecejo. —Eres un calenturiento hasta en momentos así.

Sabes que lo peor que se me puede hacer es quitarme el sexo. Durante cinco semanas. ¿¡Cómo puedo sobrevivir así!?— ruedo mis ojos ante su drama.

BEAUTIFUL COINCIDENCE; Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora