Arthur

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Cerré los ojos, suspire y en un par de minutos bastaron para que mis lágrimas cayeran una a una, aquel sofá que guardaba todos mis recuerdos, toda mi vida y todo lo que sentía.
Está vez el sentarme en ese sofá no se sentía como de costumbre, si ese incidente no hubiese sucedido mi papá seguirá vivo.
Mi padrino no me hubiera abandonado y mis amigos seguirían unidos.

18 AÑOS ANTES.
....
  — Buenos días Nanami — Saludo aquel Albino de ojos azules. Nanami solo lo miro y le regaló una sonrisa mientras sostenía en brazos a un al
Pequeñito que al parecer era una copia chiquita de él mismo.
— Buen día Satoru — lo miro por un par de segundos antes de que el Rubio pudiera decir algo, este comenzó hablar.
—  Siento mucho tu perdida amigo mío. No puedo imaginar lo difícil que será a partir  de hoy tus días — inhaló profundamente.
Kento miró al pequeñito, él cuál dormía su siesta profundamente, los ojos de Nanami solo se ahogaron en lágrimas y contuvo su respiración para no sentir el dolor que esto le ocasionaba.
— Supongo que tengo que ser un buen padre para él — sonrió vaciamente —. Le prometí que siempre estaré para él, cuidarlo y protegerlo. — Satoru sonrió.
— Lo harás muy bien ¿Ya tienes un nombre para él? — Cuestiono el ojiazul.
— Sumi siempre quiso tener un Oso fuerte — sonrió al recordar aquella palabra.
— ¡Se llamará Arthur! — dijeron en uni sonó que el bebé abrió sus ojos y miro a su padre con gesto de desagrado. Ambos solo sonrieron al mirarlo. 
— Conocías muy bien a mi hermana Kento — menciono el Albino mientras caminaba hacia aquel ventanal que daba una hermosa vista a todo el centro de Tokio. — Vas a tener que defenderlo con todo lo que tengas — se puso de pie Kento y camino hacia él con el pequeño en brazos.
— Tú familia nunca aceptó el hecho de  que uní mi vida a la de tu hermana. Y no me arrepiento de nada, si tengo que pelear en contra de ellos sabes que lo haré. Si tengo que defender a mi hijo de tu familia lo haré. Jamás dejaré que tus padres se lleven lo más valioso que tengo.
— Sabes que nunca he estado de acuerdo con ellos, Sumi siempre fue muy valiente en defenderte. Pero yo también voy a proteger a mi sobrino, jamás voy a dejar él dependa de ellos, por qué para eso nos va tener a nosotros — Gojo seguía mirando por el ventanal.
— Sumi nunca se equivocó al elegirte como su protector y su padrino. También estoy muy seguro que harás un buen trabajo — le entrego al pequeñito a Gojo y este solo quedó inmobil mientras el bebé solo lo miraba.
— Quiero que por un tiempo lo mantengas lejos de la hechizeria, se que va tener unos poderes impresionantes, viene de un clan muy fuerte y el primer descendiente de mi "generación" y todo van querer hacerle daño. Tenemos que ocultarlo y hacerlo pasar por un niño "normal"
Nanami miro a Gojo sin comprender nada, el pequeño tenía tan solo dos días de nacido y ambos no sabían cómo iba a cambiar su vida. Nanami estaba seguro que para el su hijo era todo y no iba a permitir que nadie lo lastimará.

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