- Quiero entender que es lo que realmente paso.
- Estoy muy molesto Kahter. Él no debía estar aquí, no está en mis planes matarlo. Quiero que sufra como yo lo hice tanto tiempo - él solo camino a mi lado.
- Debí de haber creído en ti cuando me dijiste la verdad. Te refugiaste en el alcohol y en los cigarros. Perdoname yo no quería que Hayato sufriera. - lo mire.
- ¿Era muy débil? Seguimos siendo unos niños tontos para todos. En algún momento se hará justicia, ten por seguro que lo haré sufrir con lo que más quiere - él solo me miró.
- ¿Sabes su secreto? - pregunto curioso.
- Lo sabré muy pronto y no quiero que te involucres- me miró.
- ¿Es tu decisión? - me cuestionó.
- Tengo que irme - me di la vuelta y el me tomó por el antebrazo.
- Siempre voy a estar de tu lado. Cuenta con ello - solo sonreí sin decir nada. - Eres igual que el profesor Gojo de arrogante - lo mire. - al menos él confía en tu padre.
- No importa en quien confío. Tu fuiste el que no creyó en mi. Cuando te dije que Nara era una traidora. Elegiste mal - él solo me miró - Tengo una cita con Julia. Disculpame - él solo asintió y no dijo más.
Regrese con Julia y mi tío, no dijo nada solo respiro profundamente. Quería realmente hablar con él, pero en el fondo estaba muy confundido. Le di el casco a Julia y se lo coloco. Subí a la moto y ella me pidió ayuda para subir. Arranque y nos dirigimos a un pequeño restaurante que estaba cerca de George Town, ella solo miró el lugar y me miró.
- Te gustan los lugares extraños - solo sonreí.
- A Hayato y a mi nos gustaba ir a lugares con mucha arte y buena comida - ella solo miró.
- ¿Antes ya habías estado aquí?
- Hace mucho tiempo, cuando éramos niños mi tío nos trajo de vacaciones. A Hayto le gustó la comida que sirven aquí - la mesera nos dirigió a una mesa de la terraza y la vista en ese lugar era muy hermosa. Le ayude a tomar asiento y después yo me incorpore.
- Ha de ser muy bonito tener a alguien a quien cuidar ¿No? - sonrió.
- Tengo más hermanos - sonreí - mi papá protege a Yuji, y mi tío a Gumi - mire la carta para elegir que pedir - y Kigusaki está en el mismo equipo que ellos y a veces se queda en casa. Pero a Hayato yo lo escogí como mi hermano. Quizas si alguien más lo hubiera protegido él estuviera vivo - ella me miró.
- ¿Tú lo escogiste? ¿Lo compraron? - solo reí.
- No, Gumi y yo lo salvamos de la muerte. Nuestro poder es muy fuerte y controlamos energías. En su caso podía formar barreras y tenía una dragona de jade que ahora estaba bajo mi cuidado. Y en mi caso tengo a Long.
- Controla el tiempo y el espacio. Los elementos de la tierra ¿Vez el tiempo de las personas? - ella me miró y yo solo asentí. - Mi poder no es tan fuerte como el tuyo. Dependo de los demás para poder llevarlo a cabo.
- Eres igual que ella - ella sonrió y clavo la mirada en la mesa.
- A diferencia de mamá yo puedo alterar los pensamientos y cambiar el futuro a corto plazo. Tu eres digno del clan Gojo quizás ellos te elogian más - miró la carta.
- El equilibrio depende de dos personas en esta ocasion - ella asintió. - Sukazu y Long tienen todo a su favor. El tercero era el escudo que lo que los protegía y ha muerto - me miró.
- Mi escudo está solo está dormido por qué así yo lo decidí - ella me miró asombrada. - Estoy buscando a alguien con un ritual muy fuerte que me ayude a detener el tiempo y así poder ayudarlo a regresar. Las cosas con Karther no están bien. Y él se opone a romper el equilibrio de la vida - ella sonrió.
- No lo sepultaron - sonreí.
- No, mi tía tiene en su custodia el cuerpo de mi hermano. Hayato me dejó un recuerdo, él sabía que con eso podríamos hacer algo. Aún no se cómo Gema me puede ayudarme. Su energía y la Long me cansan, no puedo dominar las dos energías juntas, el fénix me tiene que ayudar a equilibrar, pero quiero que sufra un poco Karther. Quiero que llegue al límite de la desesperación y seda.
- ¿Ya saben que van a ordenar? - nos interrumpió la chica.
- Si yo quiero un Assam Laksa - ella me miró asombrada.
- ¿Eso qué es? - pregunto.
- Es un caldo hecho con base de pescado y fideos gruesos de arroz.
- Suena interesante - sonrió - También quiero uno - indico y la chica anotó en su libreta y se retiró.
- ¿Cuántos idiomas hablas? - cuestionó.
- 6 - respondí - Japonés, coreano, chino, ingles, francés y español.
- Tus papás no escastimarón en educación contigo - río
- ¿Mis papás?
- Lo digo por qué el señor Gojo te ve como un hijo también. Se nota que siempre te consintieron en todo - la mire.
- Mi tío Gojo conmigo tuvo la infancia que nunca tuvo. Él siempre fue entrenado para proteger y cumplir su misión. Se fue contra las reglas para sentirse libre. Y conmigo vivo esa experiencia y me alegra haber vivido mi niñez con él.
- Tu vida entre Pokemones debió de haber sido muy divertida - solo asentí.
- Tenemos toda la colección y cada que sale algo nuevo vamos a cómpralo - reí.
- Mi papá tenía 3 niños en casa - sonreí. - ¿Sabes? - la mire y me quite mis lentes - me pueden faltar todos, pero que nunca me falte mi papá y mi tío. Lo de Hayato intento superarlo, pero no me es imposible. Me niego y es por eso quiero que regrese. Se también es muy egoísta no dejarlo ir, pero se merece estar aquí más tiempo.
- No es tan descabellado como lo crees. Simplemente es darle otra oportunidad.
- Mis errores no me dejan avanzar - la chica coloco nuestros platos en la mesa. Ella le agradeció y mi celular timbro.
"- Tenemos que hablar " - era un mensaje de mi papá. No respondí, estaba tan confundido que no sabía que decir.
- ¿Qué quieres hacer?
- Lo que yo decida no importa. No llevo prisa, pero de igual forma no pienso perder el tiempo - la mire.
Terminamos de comer, la tarde continuo fuimos por unos cuantos lugares cerca de la zona. Íbamos de regreso a casa, la idea de beber se nos olvidó, había sido una tarde muy agradable con su compañía. Llegamos a su casa y ella bajo de la moto y antes de irme Sumiko salió arranque la moto, pero no podía ser descortés espere a que llegara a su puerta.
- Espera - me llamo. Llegó a un lado de mi y Julia la miraba. - ¿Me regalas unos minutos? - pregunto. Mire a Julia y ella asintió. - Se que no quieres hablar conmigo, pero necesito que me escuches - apague el motor y cuando regrese la mirada a Julia su padre la sostenía de los hombros y me regaló una sonrisa.
No podía negar que me dolía ver esa escena. Julia tenía todo lo que yo no, que más daba yo tenía al mejor papá y al mejor tío comigo. Trague mis emociones y baje de la moto.
- Te escucho - me quite el casco y la mire.
- Vamos a adentro - pidió.
- Aquí estoy bien.
- Entonces vamos a tomar un café - asentí - Dame un minuto voy por mi bolso.
- No es necesario. Yo te invito - indique - hay una cafetería dos calles, podemos caminar.
Ella solo sonrió, su esposo me miraba.
Comenzé a caminar sin detenerme o darle oportunidad de que estuviera cerca. Sentía que mi corazón latía muy fuerte y mi mente no se callaba. Tenía muchos sentimientos, pero no podía cambiarlos.
- Nunca había visto este lugar - dijo mientras miraba el menú que se encontraba en una pizarra.
- Suelo venir muy seguido aquí con mi tío.
- Hola Arthur - saludo el dueño del lugar.
- Hola - lo mire - ¿Cómo va todo? - pregunté.
- Mucho mejor, muchas gracias por haberme ayudado. Si no hubiera sido por ti mi negoció hubiera cerrado - sonreí.
- No diga eso. Me da mucho gusto que todo esté de maravilla.
- ¿Va ser lo mismo de mismo de siempre? - Mei su hija pregunto.
- Si por favor. - mire a Sumiko - Un capuchino frío con crema batida - respondió la mire y sonreí.
- ¿Entonces serían dos verdad ? - pregunto Mei
- Si, por favor - le entregué mi tarjeta y ella la tomo.
- No, para nada - me le regreso el señor Suo - Corre hoy por mi cuenta.
- Eres un viejo necio - reí.
- Y tu un mocoso insolente - reí con él - ve a tomar asiento en un momento llevo tu orden.
Así lo hice y nos dirigimos a una de las mesas más alejadas. Le ayude a que tomara asiento. Y me incorpore.
- Tengo 15 minutos - la mire. - tengo que trabajar mañana e ir a la universidad.
- Solo quiero pedirte un favor - Me miró. El señor Suo nos trajo nuestra orden.
- Gracias - mencioné el me regaló una sonrisa. - ¿De que sé trata? - le pregunté y ella sonrió sin dejar de verme.
- Quiero que me permitas estar más cerca de ti.
- ¿Cómo te atreves a pedirme eso? - la mire incrédulo - Me abandonaste con mi papá y mi tío. Y ahora regresas como si nada. Ya tienes una hija y un esposo. Tienes a una familia a la cuál proteges. Prefieriste está vida que la que tenías con mi papá. Déjame a mi con mi familia.
- Arthur - hizo una pausa - Tu padre y yo sabíamos que si entre nosotros las cosas no funcionaban en algún momento me iba ir. Mi error fue haberme ido sin una explicación. Kirino siempre supo de tu existencia. Y de lo mucho que me dolía haberte dejado, lo hice por protegerte, para que Kento no estuviera sólo. Siempre los ame, solo te pido que me dejes ser parte de ahora tu vida.
- Ya no se si tengo vida o no. Solo ocupo un espacio que probablemente no sea el mío - Tome mi café y me puse de pie..
- Se que estás muy lastimado. Pero te pido una oportunidad.
- Tengo mucho que pensar - ella se puso de pie y me miró.
- Solo quiero que sepas que estaré para ti cuando me necesites - solo asentí y me retire.
Camine por un rato tanto de poner en orden mi cabeza. No sabía en donde colocar cada cosa, cada error, cada tristeza, cada alegría. Cada vez que algo bueno sucedía, algo me recordaba que estaba en el lugar equivocado y dos desgracias ocurrían.

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Octubre
أدب الهواةNunca imaginé que me dolería tanto, perderlo. Nunca me he arrepentido de las decisiones que he tomado en mi vida. La vida me había dado un hermoso regalo y esa misma me arrebato todo lo que más quería.