- ¡Por fin te encontré! - aquella voz dulce lo hizo quedarse quieto. Su piel se erizo y sus ojos cambiaron de color. Cuando volteo a ver de quién se trataba se quedó paralizado. Su corazón palpitaba rápidamente.
- ¿Eres tú? - soltó aquella botella que su mano sostenía.
- No digas nada - le dijo mientras se acercaba a él.
- Detente - le pidió - no quiero que te acerques más de debido.
- Sé que no me conoces y que ha pasado mucho tiempo. Solo quiero saber que estás bien - él la miro con una expresión tranquila. Podía sentir que era sincera, pero algo de él no podía permitir que se acercará y mucho menos que lo mirara a los ojos.
- ¿Por qué te fuiste? - la cuestionó.
- Para portegerlos a los tres - respondió con una sonrisa. - Veo que ya eres un todo un hombre.
- No te equivoques. No soy ni la mitad de lo que ellos son.
- Los busque por mucho lugares, cuado regrese a Japón encontré la peor de las escenas. La casa de Satoru estaba destrozada. Imagine lo peor - él la miro.
- ¿Por qué llegaste hasta ahora? ¿Por qué no antes? - pregunto.
- Haces muchas preguntas hijo - levanto la mirada y la observo.
- No me digas así - nego con la cabeza.
- Siento el atrevimiento.
- ¿Que haces aquí? - Arthur insistió.
- Viene a buscar a tu padre - sintió como cuerpo corría una pequeña corriente eléctrica.
- No sabes cuánto tiempo te busco. Toda mi vida se la paso buscándote - rio sin felicidad.
- ¿Dónde está tu padre? - se acercó a él sin su consentimiento.
- No se, lleva dos años desaparecido. Me dejó con mi tío Satoru.
- Ah hecho un buen trabajo mi hermano, mírate - le sonrió.
- No sabes lo que dices. Si tan solo hubieras estado más cerca de nosotros lo entenderías - una lágrima corrió por su mejilla.
- ¿Llevas mucho tiempo sin dormir verdad? - él asintió - Intenta dormir. Tu don es muy valioso para mucha gente. Puedes salvar muchas vidas, no de caigas en la arrogancia y en sinismo de ti mimo. Sabes que no haces lo correcto y te estás castigando mucho al pensar que lo puedes asumir todo tu sólo. Confía en alguien que Vele tus sueños, que los proteja como su último recuerdo.
- No sabes nada - respondió.
- Te lleve conmigo 9 meses Arthur. Te conozco más de lo que imaginas. Y quizás piensas que soy la peor madre del mundo por haberte abandonado, pero no fue así.
- ¿Entonces que fue? ¿Piensas que fue fácil para mi papá?
- Necesito primero hablar con tu padre o con Satoru.
- No te escudes con eso - volteo a ver a la persona que la acompañaba.
- ¿Julia? - ella le sonrió y asintio.
- Es tu hermana menor - le dijo mirándolo.
- No te enojes. Yo no sabía nada hasta apenas hoy que me vio contigo en la universidad.
- Me tengo que ir - limpió sus lágrimas, se dió media vuelta. Sumiko lo tomo de la mano, lo detuvo y el solo se quedó quieto.
- ¿Me dejas abrazarte? - le preguntó y él solo asintio. Ella lo abrazo por la espalda sin dejar que la mirará a los ojos, ella sabía perfectamente que si eso pasaba el inmediatamente sabría lo que había ocurrido tiempo atrás.
- Cuídate mucho ¿Sí? - Arthur volvió asintir y se alejo de ahí.
- ¿Por qué noble dices la verdad? Mamá soy la única persona en la que confiaba. Ahora ya no me va a querer cerca de él. - Si madre solo la miró más no dijo nada.
Camino cerca de media hora sin alguna dirección llegó a un bar que estaba cerca de la zona y pidió una cerveza, luego otra, después otra y así paso el tiempo hasta que ya no pudo ponerse de pie por si mismo. Tomo su celular y llamo por error al número telefónico de su padre. Sonó cerca de tres veces y entro el buzón con la voz de Kento.
- Pá. No sabes cuánto me ha reconfortado este buzón de voz. Te sigo llamando con la esperanza de que algún día me vas a responder como solías hacerlo. Te necesito tanto. Quisiera decirte que aquí todo está bien, pero no es así. Quiero volver a verte y abrazarte, como lo solía hacer cuando era niño y todo me daba miedo. Ahora no se en donde guardar todo esto que siento. Hoy conocí a mi madre y tú no estás aquí, tengo una hermana más chica que yo. Y supongo que tú tampoco lo sabías. Por favor regresa, por favor. Si ya no quieres regresar solo dime qué estás bien. Por qué esto me está matando todo los días.
Colgó el celular y se quedó ahí un rato más. Llamo a Kim para que fuera por él, era muy extraña la vez que tomaba al límite de ponerse ebrio como en esta ocasión Kim llegó al bar y lo miro.
- Hola Kim - lo saludo.
- Mira cómo estás - lo miro.
- ¿Estoy bien y ru? - sonrió Arthur. - Toma mi tarjeta y paga - Kim lo miro con una sonrisa e hizo lo que le pidió.
- Vamos tienes visita en tu casa y los dejas solos.
- ¿Mi tía ya se fue? - pregunto tambaleándose - Dile a ese que la acompaña que se vaya.
- Anda vamos - Lo ayudo a levantarse y solo saco del lugar casi cargando.
- Te quiero mucho Kim, pero no le digas a mi tío. Por qué estoy seguro que se pondría a llorar.
- ¿Por qué estás tomando tanto? - le pregunto mientras lo subía al auto.
Llegó Kim al lugar del piloto y lo miro por el espejo.
- Mi mamá vino a verme - dijo soñoliento. - Quiere ver a mi papá y tengo una hermana. ¿Sabías que te tengo una hermana? - se acercó a al asiento para mirar a Kim - ¡Yo tampoco sabía!
Cerró los ojos Arthur, se dejó caer al respaldo del asiento y quedo profundamente dormido, Kim tomó el celular y llamo a Gojo.
- ¿Qué sucede? - pregunto del otro lado Gojo.
- Arthur está muy ebrio - Gojo río..
- Últimamente es normal ¿No? - Kim lo seguía mirando por el espejo por si llegaba a despertar.
- Está vez es diferente. Pague una cuenta muy excesiva. Fueron cerca de 15 botellas de cerveza, más aparte todo lo que tomo en casa - Gojo se acercó a Nanami que estaba en una cama sin despertar.
- Nuestro oso ya está dando problemas de adulto por culpa tuya - lo miro.
- ¿Está Shōko allá aún?
- Si, pero no discutió con nadie. Me alcanzó a decir antes de quedarse dormido que su madre estuvo ahí y que tiene una hermana - Gojo se quedó quieto.
- Te dijo la verdad. El nunca miente, llevalo a casa. Yo me comunico con Shōko, no lo descuides ni un segundo. Si se quedó dormido su ritual se desativa y sus sueños toman el control. Pídele a Karther que esté con él y que no lo deje solo hasta que despierte. Él sabe que hacer. Está en la etapa 1: Esta etapa es la transición entre la vigilia y el sueño. Tienes que llegar a casa antes de que entre a la etapa 3. - Kim no comprendía mucho de que se trataba o funcionaba el poder Arthur. Puesto que nunca había dormido de tal forma. Que no fuera voluntariamente.
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Octubre
Hayran KurguNunca imaginé que me dolería tanto, perderlo. Nunca me he arrepentido de las decisiones que he tomado en mi vida. La vida me había dado un hermoso regalo y esa misma me arrebato todo lo que más quería.