Cambio de Planes.

2 0 0
                                    

*Kento Nanami*

Mi vida siempre había sido tranquila, tenía un pensamiento muy claro de que quería después de haber dejado la escuela de Hechicería.
Cuando Yu falleció tenía planeado irme y tener una vida lo suficientemente solvente para cuando cumpliera 30 o 40 años poderme retirar y tener una vida promedio y sin preocupación alguna, pero nunca me imaginé que tener hijos iba a cambiar ese pensamiento.
El educar a Arthur y Hayato nunca fue un problema, siempre supieron comportarse ante cualquier situación, aunque Satoru los maleducabá de vez en cuando. No tuve la oportunidad de proteger más tiempo a Hayato y eso fue muy difícil para mí, no podía asimilar lo que había ocurrido en mi ausencia. Arthur había cambiado demasiado en dos años en los que no estuve con él. Se había convertido en un chico frío y distante. Solo sonreía por obligación y no por que así lo sintiera.
Salí de mi habitación para ir a ver a Quimera que había salido de compras con Ireiri. En el sofá descansaba un grato blanco me acerque y lo acaricie.
- ¿Con qué eres la mascota que le prometió ese tonto a mi hijo? - le hice cariñito en su cabeza y el sólo comenzó a ronronear.
- ¿Qué hace un gato en la casa? - pregunté a Kim.
- Gojo lo trajo. Es para Arthur - sonreí al escuchar eso.
- Dile a Gojo que se lo lleve por favor. Que le busque un buen hogar por favor - Kim me miró sin comprender.
- ¿Hay algo de malo en qué el gatito se quede? - solo sonreí.
- Cuando llegue mi hijo lo vas a saber - tomo mi saco, antes de salir de la casa me llamo.
- Kento - hizo una pausa y lo mire.
- ¿Qué sucede?
- Es sobre Arthur.
- Te escucho - me acerque a él.
- ¿Sabe la verdad sobre nuestro padre ? - sonreí.
- Si, él solo lo descubrió- Intervino Gojo. - Te sugiero respetar la decisión de Kento.
- No tienes que sugerir nada. Se perfectamente que mi padre no puede estar cerca de Arthur.
- ¡¿Qué hace un gato aquí!? - alardeo Fisiguro entrando a la casa de detrás de él entro Arthur y estaba sorbeando su vaso de café.
- ¿No es bonito? - pregunto orgulloso Gojo.
- Gumi mira un gatito - se acercó al gato y estaba por tocarlo pero comenzó a estornudar. El gato se lanzo a Arthur al parecer el chico era del agrado de gato pero Arthur seguía estornudando. Inmediatamente su nariz se puso roja y sus moquillos se hacían presentes.
- Creo que no soy tolerante a los gatitos - lo miró triste, pero esto al gato no parecía importarle.
- Entonces me lo tendré que llevar - le tendió las manos Gojo y Arthur lo miró.
- ¿Es mío? - pregunto - ¿No? - mire a mi hijo. Y Gojo solo volteo a verme y le asentí con una sonrisa.
- Si, pero no puedes tener algo que te lastime.
- Entonces no opines yo lo voy a cuidar - todos lo miramos de nuevo vino otro estornudo y Fisiguro sonrió. Arthur se fue a su habitación.
- Es muy malo esto. Puede enfermarse - dijo preocupado Gojo.
- Eres un tonto - lo miró Fisiguro - llevas conociéndolo 18 y no sabías que es alérgico a los gatos.
- No discutan. No creo que se enferme por un gato si tiene los cuidados necesarios todo va a estar bien. Después de todo tuvo un enorme perro por 15 años y le hará bien tener otra mascota.
- Vez todo va a estar - se burló Gojo.
Me dirigi a la habitación de Arthur y al entrar estaba en su cama recostado el gato estaba acortado en el sofá. Era muy pequeño el gatito, pero al parecer su apego con Arthur desde el inicio fue extraño.
- ¿No quieres salir? - pregunté sentándome sobre su cama. El gatito se puso en pie y brico a la cama y se recostó en el pecho de mi hijo. Y este volvió a estornudar.
- Va a tener que mantenerlo todo el tiempo limpio y tratar de que no peleche - Arthur solo me miró.
- No se si mi tío quiere matarme. Hay veces que pienso que está vivo porque no hay opción.
- Es muy distraído - mire.
- Vamos a comprarle cosas y a llevarlo al veterinario ¿Si? - solo sonreí asentí.
- Voy a preparar el auto en lo que se alistan - él solo asintió.
- Claro - salí de la habitación y me dirigi al auto. Satoru salió detrás de mi y me tomó por el hombro.
- ¿Que sucede? - pregunté.
- Miko me llamo - me gire para verlo.
- Perdoname por haber ocultado quién era la madre de Hayato - el sonrió sin felicidad.
- Todo el tiempo ella estuvo cerca de mi, cuide y protegi a su hijo como si fuera mío.
- Gojo - lo tome por el hombro - No por qué seas el más fuerte no vas a tener sentimientos. Eres un gran tío y un segundo Padre para Arthur y lo fuiste para Hayato. No sientas mal por él. Sabes que Arthur lo puede traer de regreso.
- No es por eso, es que aún tengo sentimientos por ella. Aún la quiero - lo miré.
- Y está bien sentirse así. Nos estamos haciendo viejos. Es nuestra segunda oportunidad después de aquel incidentes en Shibuya - pase saliva - recuperala y no la vuelvas a dejar ir. Arthur está creciendo y estoy seguro que él sería feliz de verte con alguien.
- ¡Tío! - lo llamo Arthur, Gojo volteo a verlo
- ¿Qué sucede? - le pregunto.
- ¿Y si vamos a Japón unos días? - le pregunto. Esperé la respuesta de Gojo y Arthur solo lo miraba.
- ¿Estás listo para ir a verlo? - Arthur sonrío.
- Si - afirmó - una persona que quiero mucho nos va a acompañar.
- ¿Y no piensas llevarme a mi? - lo mire.
- La mascota que trajiste no creo que soporte el viaje en avión.
- No seas grosero con Quimera - lo mire y él estaba divertido.
- Lo decía por Megumi, pá- sonrió. .
- Te escuche mocoso - le pego.
- Deja veo que días puedes faltar al colegio. Tienes un evento muy importante en estos días ¿No es así? - pregunto. El asintió.
- Julia será mi compañera de ceremonia. Es nuestro primer proyecto a presentar.
- Está bien lo programare para después del evento.
- ¿Eso es un gato? - lo miró Karther bajando del auto acompañado de Kim.
- No, es un perro - lo miró divertido Fisiguro. Se puso en cuclillas Arthur para tomar en brazos al minino, antes de lograr el objetivo estornudo.
- ¿Estás seguro de que quieres quedarte con él? - se puso de pie con el gato blanco y le sonrió.
- Por supuesto - de estornudo.
- Espero que no mueras antes - se acercó Karther a acariciar al minino pero este le soltó un rasguño.
- Prepárate en unos días iremos a Japón. Por cierto no toques a mi gato - miró a Karther y se hizo a un lado.
- ¿Estás seguro?
- Prometí que iría a verlo. No puedo abandonarlo. Además tenemos un ritual que hacer - Gojo se retiró los lentes para limpiarlos del polvo, Arthur jugaba con el gatito y sin darse cuenta fijo su mirada en los ojos de Satoru. Cuando Gojo hizo contacto con los Arthur inmediatamente corrió a cubriserlos, lo tomo por la espalda y enrollo su brazo en los ojos de mi hijo. Solo respiré profundamente y me acerque a ellos.
- ¿Por qué? - pregunto preocupado. Arthur solo se desvaneció en los brazos de Satoru y lo tomo en brazos. El gatito cayo al piso y Megumi lo cargo para tranquilizarlo.
- Llévalo adentro - indique.
- ¿Qué sucedió? - pregunto Karther.
- La energía de los ojos del prefesor Gojo son muy fuertes y Arthur tiene prohibido hacer contacto visual, los detalles de la vida del más fuerte jamás pueden ser vistos. Quién intenté hacerlo su alma puede correr peligro aunque compartan genes, puede ser el final de Arthur.
- Tranquilos todo va a estar bien - trate de tranquilizarlos. Por primera vez en mi vida tenía miedo, pero estaba seguro que cualquier final que tuviera mi hijo iba a ser el que elegirá.
- Esperan aquí - entre a la casa y Gojo seguía protegiendo los ojos de mi hijo.
- Nanami yo.... - solo sonreí
- Tranquilo todo fue un accidente.
- ¡No me digas que todo fue un accidente Kento! No pensé que fuera a suceder esto
- Gojo. Sabes que en algún momento iba a suceder, solo fue un descuido.
- Kento Nanami - me miró con lágrimas en sus ojos - No me digas que todo va estar bien. Sabes que no es así. ¿Y si muere?
- ¿De qué tienes miedo? ¿De lo que ocurrió en Shibuya lo lastime? - le sonreí - o de La inversión que realizó Sumiko para que las cosas cambiarán su rumbo.
- ¡No Nanami! Eso no me importa - me miró aun más desesperado - Arthur puede morir. ¡Puede morir por un descuido mío!
- Si es así debes estar consciente que es prestado. No es nuestro, no nos pertenece. Y aunque me duele admitirlo no puedo hacer más.
- ¿Cómo puedes decirme esto? - dijo desesperado.
- Cuando estuve por perderlo aquella vez por culpa de los gigantes lo entendí. Por más que intente protegerlo algo más fuerte me lo va arrebatar - me acerque a mi hijo y lo tome de la mano - Él sabrá que tiene que hacer. Si quiere quedarse o no con nosotros es su decisión. No te sientas mal por un accidente.
Entro Kim a casa con el gato en brazos y me miro, solo le sonreí y se acercó a mi.
- Ireiri viene para acá - el gato de un salto llegó con Arthur y se recostó aun lado de él.
Gojo se separó de Arthur y se sentó en el sofá que daba hacia el ventanal.
- ¿Va estár bien? - pregunto mi hermano y solo lo mire.
- En tres días lo sabremos. Por alguna razón Arthur no tenía su ritual activado y fue directo, en casa se sentía seguro y no creo necesitarlo. Fue un descuido de ambos - Kim solo me miró, observaba todo a su alrededor y negó con la cabeza.
- No Kento - camino hacia las escaleras - hay alguien más en casa. Y sus lentes llevan días perdidos. Los estuvimos buscando y jamás los encontramos. Ordenó unos especiales y el pedido fue cancelado hoy por la mañana - Gojo se incorporo y miró a Kim. - Pon en sobre aviso a los chicos Arthur no puede quedarse sólo.
- ¿Por qué no me habías dicho nada? - pregunto.
- No creiamos que fuera necesario. Arthur lo había manejado bien estos dos días.
- ¿Qué sucedio? - pregunto Ireiri recorriendo la enorme sala hasta llegar con mi hijo.
Comenzó a tomar su pulso y reviso sus ojos, al mirarlos inmediatamente miró a Gojo.
- Se están quedando sin brillo. Tienes que llamarla - ¿Sabes lo que puede ocurrir si ella no viene? - Gojo me miró. Y asintió, tragó saliva y sacó su celular.
- ¿Qué sucede? - pregunté mirando a Ireiri.
- Un fuerte secreto se puede revelar en estos días. Y quizás tú y Gojo no vuelvan a ser los mismos.
- ¿A qué viene eso? - la mire.
- Yo no debo ser la portadora, Gojo tiene mucho que hablar contigo - mire a mi hijo.
- No depende de ti esto. Depende de qué los maldijo Nanami. Hay cosas que nos pueden sorprender - me sonrió.

  Octubre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora