*Satoru Gojo*
— Ya no hay nada que hacer — me miró Ireiri. Respiré y me deje caer sobre el sofá , no sabía que decir o hacer. Estaba en un shock profundo en donde solo mi cabeza pensaba en todo aquello que se iba a derrumbar. Kento solo me miraba desde el marco de la puerta. Lo miraba tan tranquilo que parecía que no le dolía lo que acababa de decir Shōko.
— ¿Cómo se lo dirás a los muchachos? — pregunto Shōko.
— No tengo palabras para expresarlo. ¿Puedes encargarte de todo? — la miró. — Nanami. Tienes que avisarle a Sumi — él solo saco un cigarrillo de su saco y salió de la casa. Ya hacía mucho tiempo que no lo observaba fumar, no pude evitar seguirlo con la mirada.
— ¿Tú qué piensas hacer? — se acercó a mi. — ¿Crees que fue lo mejor? — me cuestionó.
— ¿A qué te refieres?
— A tu amor secreto.
— Eso no me importa, Arthur y Hayato no tenian por que tener un final así. — Retire mis lentes y la mire — Prácticamente yo lo condene. No pude protegerlos.
— No te castigues. Deberías de ser sincero con Nanami, después de todo su único hijo acaba de morir.
— ¿De qué me serviría esto ahora? Estás muy tranquila.
— No es un pecado — sonrió.
— Ya se que no. Después de todo esto no creí que me fuera a suceder esto.
— ¿Desde cuándo te diste cuenta de tus sentimientos? — cuestionó.
— Cuando desapareció. Los niños me hicieron darme cuenta de lo que sentía y de la falta que me hacía — baje la mirada — quizás solo fue un impulso por qué el estaba solo y yo también.
— No creo que los impulsos te hayan mantenido todo este tiempo. ¿Te has mantenido con la idea equivocada de que no es amor solo por qué él es un hombre y tú también? O ¿Por qué tuvo una relación fugaz con tu hermana y de ahí tuvieron un hijo?
— Quizás tengas razón. No es momento de decirle esto.
— Si hubieras sido sincero desde un inicio no te sentirías como te sientes ahora. Esto no es culpa tuya, quiero que entiendas que fue un accidente. Y Arthur es muy débil todavía para pelear con tu energía. No te sientas mal por haberle fallado. Te aseguro que él podría comprenderlo. — me abrazo — siento haber llegado tarde.
En ese momento ya no pude contenerme, me rompí en los brazos de Shōko, el hechicero más fuerte estaba destrozado mentalmente.
Nunca había protegido tanto alguien al final iba a morir por mi propia mano. Era muy desgastante estar pensando, seguir adelante iba a ser muy difícil. Kento preparo todo, solo lo observaba desde mi lugar.
Por la noche Sumiko y Julia llegaron, el féretro permaneció cerrado el tiempo. Karther solo miraba desde el sofá.
— ¿Que poca cosa debes sentirte ? — sonrió Sumi. — vamos a afuera hablar.
Me puse de pie y la seguí, llegamos al jardín que tanto cuidaba Arthur, tendió su mano y me miró.
— Dame los collares. En ti manos es un peligro ¿Lo sabes verdad? — solo asentí. Tendió su mano y los coloque sobre la de ella.
— ¿Por qué nunca me dijiste la verdad? — cuestionó — Condenaste a mi hijo.
— No es algo que hubiera elegido. Lo deje ser feliz contigo y tu lo arruinaste. Yo no fui él que condenó a Arthur, fuiste tu — la mire molesto — Nanami siempre estuvo enamorado de ti. No puedo negar que en su momento me enamoré de Miko, pero si padre tuvo más poder que nosotros. Y sabes a lo que me refiero.
— Borre tus sentimientos por ella. ¿por qué nunca fuiste sincero conmigo? Mi hijo pago las consecuencias de todo esto. Te pedí una sola cosa Satoru y no pudiste cumplirla, era lo único que tenías que hacer, solo tenías que protegerlos, deje mis sentimientos a un lado para que fueras feliz con ellos.
— Tu los abandonaste — reclamé.
— No fue por qué yo quisiera. Y lo sabías, siempre estuve en contacto contigo. Jamás deje de llamarte. Miko tomo su decisión y tú te estancaste. Creíste que culpando a todo el mundo te sentirías bien — me miró dolida — Tenías que proteger a los niños. Y mira el resultado ¿Hasta cuándo vas a madurar? — ese había sido y un golpe muy duro. Lo entendía y comprendía sus palabras después de todo Arthur era su hijo, pero también me dolía mucho más de lo que imaginaba.
— Quizás en algún momento quise que mis sentimientos se mantuvieran ocultos, pero también quise muchísimo a Mikoru y ella solo se fue. Y ahora no se que es lo siento. Solo se que siempre he querido estar cerca de él.
— Se sincero con Nanami, si no le dices tu lo haré yo. Sabías que esto podía suceder. Y te lo dije el día que nació mi hijo — la mire.
— No sé cómo hacerlo. Dame tiempo, deja que mi cabeza se aclare un poco.
— Tuviste 18 años para acerlo.
— Sumi, no castigues así. Me está doliendo a mí también, Arthur ya no va estar aquí ¿No lo comprendes? — ella me miró, su mirada estaba tranquila..
— Tienes dos meses Satoru. Y también tienes que cuidar de los chicos. Megumi, Nobara y ahora Karther. Aun están bajo tu cuidado. Yuji se quedará todavía con Nanami. Es tu última oportunidad antes de Yaga te quite esa responsabilidad.
Nanami seguía solo por convicción, no por que realmente quisiera hacer algo. El funeral fue privado con la poca familia y amigos te que él tenía, Sumi traba de entender.
— Me lo tengo que llevar ya — mencionó Shōko. Nanami solo la miró y asintió. — Va estar bien cuidado, Hayato va ser su compañía como siempre — Nanami solo asintió y sonrió sin felicidad. Llegue un lado de él y solo me miró.
— ¿Estás bien? — pregunto.
— ¿Tu cómo estás?
— Estoy tranquilo, se que pudo haber sido peor. Siempre nos hizo como quiso. Lamentablemente siempre dependemos de alguien y yo dependía de mi hijo — me miró — para seguir adelante, era mi fuerza de todos los días , me reconfortaba cada vez que yo me sentía cansado. Hace unos meses me enteré que Hayato ya no estaba, ya lo había recuperado y mírame ahora. Arthur era lo único que me quedaba.
— Yo tengo mucho que decirte.
— Dame un tiempo, necesito aclarar mi cabeza — sonrió — No estoy de ánimo.
— Tienes razón. Solo por favor recuerda esta bajo tu cuidado Itadori — él solo asintió y se dirigió a su habitación. Shōko se acercó y me tomó de las manos.
— Me llevare el cuerpo de Arthur a Japón, estará cerca de Hayatom — asentí y la mire.
— Dale tiempo y se la fuerza que él necesita — solo asentí y respire profundamente.
ESTÁS LEYENDO
Octubre
FanfictionNunca imaginé que me dolería tanto, perderlo. Nunca me he arrepentido de las decisiones que he tomado en mi vida. La vida me había dado un hermoso regalo y esa misma me arrebato todo lo que más quería.