Los días pasaban muy deprisa, tenía un objetivo que cumplir, pero en el fondo todo esto aún les guardaba un poco de respeto y admiración. Mis padres me había abandonado, mi abuelo se hacía cargo de mi era como si fuese una carga.
Aunque aún así no podía evitar creer que siempre fui menos para ellos. O probablemente eso es lo que yo creía.
Arthur se había convertido en mi mejor amigo, la única persona en la que yo podía confiar, teníamos pensamientos similares, pero no compartíamos los mismos propósitos, a medida que íbamos creciendo se estaba volviendo más fuerte, del grupo de 5 personas que éramos yo era el que menos aportaba y encajaba entre ellos. Vivía entre las sobras de lo que Karther representaba en mi vida, puesto que mi abuelo le daba todas la atenciones a él. Mientras mis inseguridades eran mayores y nadie las entendía.
A las 7 a.m el camión de basura emite un sonido mientras la seguridad es inestable.
Empiezo mi día pensando en lo que he tirado a la basura.
¿Podría empujar el rebobinado y podré volver a empezar?
Los créditos atraviesan significando de el final
Pero me perdí la mejor parte de mi vida, probablemente era solo un producto de mi imaginación y de una película mal proyectada.
-¿Podríamos, por favor, volver a empezar? - le pregunté y él solo me miró mientras caminábamos. Era una rutina absurda recorrer todos los días aquella montaña para llegar a lo más profundo del bosque y poder entrenar.
- Perdona mi indecisión - sonrió como siempre solía hacerlo. El era muy bueno, parecía que lo habían sacado de un cuento de hadas o algo así, siempre ayudaba al más débil y a los que abusaban los hacía sufrir.
- Por otra parte, por otra vez, Siempre eres el primero cuando nadie está de tu lado - se detuvo frente a mi.
- Por otra parte, por otra vez, por otra vez. Llegará el día en que quiera salir de ese paseo sin decir en donde estoy.
Nuestro juego de palabras que nadie comprendia más que nosotros, era para expresar lo que sentíamos o lo que nos incomodaba.
Poco a poco se fue olvidando de mi, poco a poco y por otra parte me dejó a un lado y comenzó a alejarse de mi. El tiempo estaba cambiando. Ya tenía un auto a su disposición, su supuesto hermano no lo dejaba ni un momento solo, los secretos si se usaban apropiadamente nadie los podría descubrir, pero poco a poco me fui dando cuenta que a mí me gustaba destruir cosas.
Pero de algo estaba seguro a ellos jamás los lastimaría, quizás era masoquismo. Se habían vuelto mi familia.
Megumi me entrenaba día y noche, algunas ocasiones cuando Arthur estaba libre nos ayudaba mi poder no era habitual, mi padre era un chamán procedente de Escandinavia Europa, al parecer había yo heredado su ritual, me costaba mucho trabajo tratar de estar al nivel de ellos.
Me encontraba en casa días antes el abuelo había muerto de una forma muy extraña y lo había encontrado, pero kaherter creía que yo había hecho para el muriera de esa forma. Lo deje creyera en eso, puesto que esa era mi oportunidad de irme lejos.
- A estas alturas pensarías que me levantaría sin decir nada - mire a Karther.
- No has asistido al entrenamiento - me miró.
- No te hago falta - me puse pie. - Mi rutina no me permite mezclarme con ustedes - él solo me miró.
- ¿Te sientes sólo? - pregunto sentándose sobre el sofá.
- No te interesa - regulo su respiración.
- ¿Que pretendes? - Me puse de cuclillas frente a él. Sonreí y lo mire a los ojos.
- ¿Quién diría que soy una amenaza? ¿Quién estaría de mi lado si te hago pagar una a una todas tus acciones?
- ¿Quién diría que no estás en nuestro equipo por tú arrogancia? ¿Te sientes desplazado? - se burló.
- No juegues conmigo. Por que tu y yo no somos iguales Karther.
- Ayer enterramos a nuestro abuelo. Y tengo la sospecha que tuviste algo que ver, estás muy tranquilo Gatito - entre cerré los ojos y regule mi respiración.
- Quisiera que sufrirás un poco para que comprendieras. Que al tu llamas"abuelo" solo te utilizaba por obtener dinero.
- No te equivoques. Tu siempre has querido ser más que los demás. Déjame decirte que yo ya no te voy a permitir que hagas lo que quieras. Si te vas a quedar aquí te debo informar que será bajo mi resguardo, bajo mis condiciones - Me dio un empujón - no se cómo AKito, pero voy a descubrir lo que hiciste. Y te vas a arrepentir toda tu vida.
Lo mire sin darme cuenta, él era muy inteligente, pero no quitaba el hecho de que también podría pasar desapercibido. Arthur llegó y miró la situación.
- Siento mucho llegar sin avisar, tenemos una misión con Gumi y Yuji - miró a Karther.
- Voy para allá - respondi, salió de la habitación y Arthur se sentó en la cama.
- ¿Vienes con nosotros? - pregunto.
- Arthur - lo mire, él que siempre sonreía me miró preocupado - ¿Que pasaría si me voy?
- ¿Estás aburrido? - me preguntó.
- Estoy cansado de esto. Nunca me ha gustado seguir reglas y ese idiota me tiene arto - se puso de pie y se acercó a mi.
- Tus decisiones están en tus manos, pero si has de morir asegúrate de que sea por mi cuenta - solo sonreí.
- Eres igual que tu tío.
- Eres mi mejor amigo y se lo que posiblemente Kather tenga razones suficientes para culparte o tal vez solo tú lo sabes. Pero ten por seguro de que también se lo ocultas - mire el piso.
- No eres cualquier chamán - dije sin mirarlo
- No te creo que te interesen mis principios, te quedaste atrás por ti. Tu egoísmo no te deja compartir momentos con los demás.
- Te están esperando. Algún día sabrás lo que es estar sólo acompañado. No es nada fácil.
- No somos iguales mi querido amigo, siempre vas tener un lugar conmigo. Ten lo por seguro
Soltó mi hombro y salió de la habitación, aquellas palabras no dejan de recordarme lo infeliz que yo era. No podía seguir con el hecho de que ellos eran más fuertes que yo.
Me fui de la casa con lo poco que tenía el poco dinero que había ganado me habia alcanzado mientras encontre un lugar estable. No le tenía ninguna especie de rencor a ninguno de ellos, los quería realmente mucho, les tenía una estima muy grande, me ayudaron a escondidas de todo ellos, me ayudaron a encontrar un trabajo, Arthur comenzó a apoyarme económicamente cuando ya no tenía dinero para continuar, pero poco a poco eso se fue terminando.
Fisiguro era el encargado de seguir entrenando me, nunca me preguntaba nada, solo me entregaba un sobre blanco con dinero los fines de semana. Me impulsaba a seguir adelante.
Un día Arthur solo dejo de buscarme, dejo de responder llamadas, me había dejado de lado.
- ¡Por fin lo logre! - grito con mucho entusiasmo Hayato. Arthur estaba tirado sobre el césped y Karther estaba recargado en un árbol y lucían muy cansados.
- Te tardaste dos semanas - reclamo el pelirrojo y Arthur los miró. Sus ojos de Arthur siempre permanecían cubiertos todo el tiempo al igual que los de su padre y su tío. Era imposible verlos y saber a quien miraba.
- Vamos a comer algo - les dijo Arthur - tengo mucha hambre.
- ¿Hoy no irás a tus clases? - lo miró curioso Hayato. *Sus clases* Pensé.
- No, últimamente eh estado trabajando con Mi tía Shoko.
- ¿Que de interesante tienen las personas muertas ? - pregunto Karther. Ahora comprendía sus ausencias.
- No sean tontos. Mi papá quiere que tengamos una carrera y bueno estoy pensando en trabajar algo relacionado en crímenes y además nuestra ayuda puede expandirse más.
- La gente muerta da miedo - lo miró Hayato.
- Y los que los matan también. Es otra forma de ayudar a las personas.
- Chicos es hora irnos - los llamo Fisigiro. Arthur se quedó quieto y Fisigiro llegó con él.
- Tenemos compañía - dijo en voz baja Arthur. El collar de Artur tomó un tono carmín, Karther regreso con él y sus ojos brillaban cuál carmín, era el indicio de que había problemas. Era muy predecible notar los ojos de ese idiota, lo tenía muy bien estudiado, sabía leer todos sus estados ánimo.
De la nada apareció un escudo que los protegía y en medio de ellos se encontraba Hayato.
- *Claro que eres el más indispensable, y es por eso que tienes que estár en el centro* - pensé.
Nara se encontraba aun costado de Arthur y Karther estaba el frente y al fondo de ellos Fisigiro. Yuji estaba trepado en un árbol y buscaba la energía que perturbaba el lugar.
Me llenaba de intriga saber que era lo que ocurria y sin darme cuenta la presencia estaba de trás de mi.
-¡No! - Estaba por atacar y Arthur llegó conmigo, me quedé inmóvil a sertirlo tan cerca. Era muy rápido. coloco sus dos brazos para detener el golpe y su energía la acomulo en ellos para frenar el impacto.
- ¿Que haces aquí ? - me dio un fuerte empujón con el brazo derecho y Karther llegó para ayudarlo.
Era una especie de gigante de piedra, su energía era manipunala por alguien que quería realmente lastimar.
- Hayato por su parte miraba todos puntos débiles para poder expandir su escudo y protegerlos a ellos.
- ¡Liberarlo Hayato! - me puse en guardia y lo observé, pero Nara lo distrajo y logro su cometido, nadie lo había notado más que yo.
Ya no pudieron detenerlo más y golpeó fuertemente a Karther y salió disparado e impacto en una piedra. Arthur ya no podía más, la fuerza del gigante lo estaba lastimando.
- ¡Concéntrate Hayato! - le gritó Arthur desesperado. Se volvió a incorporar y logro su cometido, su escudo se volvió en una silueta de el mismo. Y tomaba la forma que él deseará. Era simplemente increíble lo que mis ojos veían. Se habían vuelto muy fuertes y unidos eran más fuertes. Ahora comprendía por qué Yaga siempre nos dejaba juntos el quería formar un equipo fuerte, pero ahora veía quién saboteaba los entrenamientos para hacer creer a todos que Hayato era el más débil y no ella. Algo me decía que todos los incidentes que habían ocurrido a nuestro alrededor eran provocados por ella misma mis ojos me lo estaban confirmando.

ESTÁS LEYENDO
Octubre
FanfictionNunca imaginé que me dolería tanto, perderlo. Nunca me he arrepentido de las decisiones que he tomado en mi vida. La vida me había dado un hermoso regalo y esa misma me arrebato todo lo que más quería.