Un hermoso paisaje, un pajarito cantando, el cielo con nubes de algodón, el sol por el día brilla y por la noche una vista de estrellas brillantes de un cielo despejado. Yo, recostado sobre el pasto húmedo y un Gorrión recostado en mi pecho.
No quería despertar de ese sueño, no quería saber de nada, no quería abrir los ojos y sólo quería quedarme en la profundidad de ese sueño. Descansaba de todo y de todos.
- Lo estas haciendo muy difícil - escuché la voz de Hayato. Me senté sobre el pasto y solo sentí que se sentó recargado en mi espalda el pequeño gorrión se poso sobre mi cabeza. - Solo deja que las cosas sucedan. Lo estás descubriendo poco a poco, pero estás muy confundido tienes que descansar - mencionó intenté voltear, pero me detuvo. - No busques respuesta dónde no las hay.
- Me siento muy solo - dije mientras jugaba con mis manos.
- Lo sé - recargo su cabeza con la mía - Algún día voy a despertar y volveremos a estar juntos. Te vas a casar y tendrás a tu familia junta de nuevo - sentí un alivio en mi pecho, el poder escucharlo. - Pero para que eso suceda recuerda que siempre hay tormentas fuertes. Y nos corresponde resistir - miré al cielo.
- Ves aquí hay mucha paz, pero solo es temporal. Busca la forma de que las cosas mejoren. El equilibrio está roto. Y tienes que mantenerlo.
- ¿Cómo lo hago? - cuestione.
- Gema es mi talismán más fuerte. Y Long controla el tiempo - respire profundamente y cerré los ojos - hay tanto que hacer, tanto que aprender y tanto que perdonar Arthur. Yo sé que eres muy fuerte y vas a poder con eso. Yo siempre estoy de tu lado. Solo no pierdas el camino.
Se puso de pie y el gorrión bajo de mi cabeza a mi mano Hayato se puso frente a mi y me miró a los ojos. Intenté esquivar su mirada y solo sonrió.
- No tengas miedo - asenti. - Todo va estar bien. Papá ya está con nosotros - sonrió.
Abrí los ojos y Karther de nuevo estaba recostado frente a mi cama en el pequeño sillón que daba a la ventana.
- ¿Qué haces aquí?
- Jajaja ... - comenzo a reír - ¿Dime qué hacías tú en un bar? ¿Por qué estás tomando tanto?
- No te importa.
- Arthur - me miró.
- ¿Que quieres ?
- Aki estuvo en la escuela de hechicería - me incorpore.
- No quiero saber nada que tenga que ver con ellos - me puse de pie.
- Por favor. Ella nunca quiso lastimarte - camine hacia él y lo mire de frente.
- No me interesa. Si tuvo culpa o no, no me interesa - lo mire furioso y él esquivo mi mirada y lo obligue a qué me mirará.
- ¿Cuántas vidas vas a sacrificar por tu egoísmo? - lo tome del cuello.
- No es mi asunto lo que él haga. Ya perdí yo lo suficiente como para perder a más gente y mucho menos me voy a involucrar por gente que no lo merece - lo levanté de sillón y acumule energía en mis manos.
- ¡Arthur! - escuché la voz de mi tío Satoru - No es forma de solucionar los problemas.
- Vete de mi vista - lo avente de nuevo al sofá y él miro a mi tío asombrado. Estaba rotundamente asustado.
- No vuelvas a decirme que es lo correcto y que no. - le di la espalda - Tu y yo no somos amigos.
- Para mi siempre lo vas a ser. Quieras o no compartimos el mismo destino y lo sabes - seguí con mi camino y lo deje ahí. - No te confundas. Karther, no tienes la menor idea de lo que soy capaz - Mi tío intento detenerme pero no lo logro.
- ¡Arthur! - corrió tras de mi.
- ¡Detente por favor! - Sumiko llegó a mi lado. Tomo mi mano, mi padre llegó con ella y me miró.
- Tenemos que hablar - pidió ella, zafe mi brazo de su pequeña mano y la miré, para después dirigir mi mirada a mi papá.
- No quiero hablar con nadie - tome mi mochila y salí de la casa. Mi casco estaba en el asiento de la moto lo tome y subi a la moto. Mi tío llegó de nuevo conmigo y detuvo la moto.
- Oye - se retiró los lentes que cubrían sus ojos.
- Déjame - le pedí.
- ¿Por qué te estás comportando así? - me cuestionó.
- Gojo déjalo - le indico Kim. - no es momento de atormentarlo. Está lidiando consigo mismo.
Arranque la moto y me dirigí a la escuela. Al llegar no le preste atención a nadie, no estaba atento a nada. Julia llegó y tomo asiento como siempre a un lado de mi.
- Hola - saludo. Me mantuve en silencio por un par de minutos y ella no insistió.
- ¿Quieres salir a beber? - pregunté.
- Qué manera inducir a tu hermana al vicio del alcohol - solo sonreí. - Quita esa risita de tu rostro y date prisa - tomo sus cosas y yo mi mochila. Salimos del salón de clases. Todas las miradas se posaban en nosotros dos. - Llamas mucho la atención de las chicas - murmuró.
Salimos del colegio y nos dirigimos a mi motocicleta, al llegar a ella una presencia extraña se posó tras nosotros ella se quedó parada frente a mi y solo jale a un costado mío.
Me di vuelta y su energía maldita era muy fuerte Julia se quedó inmóvil. Mire de quién ser trataba y era él. Mi cabeza no entendía que sucedía, mis ojos no podían creer lo que estaban viendo.
- ¿Hace mucho tiempo que no te veía amigo mío? - sonrió. - ¿Hayato está bien? - pregunto divertido.
- No te enganches - murmuró Julia. Respire y a través de mis lentes podía ver tres maldiciones detrás de él y una persona desconocida.
- ¿Qué haces aquí? - pregunté.
- Te dije que teníamos una cuenta pendiente. Él te escondió muy bien por mucho tiempo, pero... ¿Sabes algo? - dió dos pasos hacia donde yo estaba sin darme cuenta la otra persona llegó a un costado de Kou.
- Hay monos muy molestos - dijo la persona que lo acompañaba.
Cuando se acercó lleva puesta una túnica como de sacerdote, su cabello largo y a media nuca un pequeño chongo lo distinguía. Su mirada fría y ojerosa, sus ojos cafés y cansados.
- ¡Geto! - la voz de mi tío retumbó en mis oídos, él se alejo de mi y Julia tomo mi mano.
- Satoru - lo miró amable. - ¿Alguna vez te hablo de mi? - Cuestiono.
- Deja a los niños en paz - se retiró los lentes.
- Solo quería conocer al portador de Long. Y ver lo fuerte que se había vuelto, al parecer lo tenías muy bien escondido. Le has enseñado a ocultar su energía, pero no contabas que yo tengo una pequeña rastreadora de su mismo grado - sonrió - ¿verdad Nara? - ella salió detrás de Aki. Simplemente lo estaba pidiendo que no fuera real estaba sucediendo.
- ¡Me juraste que no tenías nada que ver con ellos! - grito furioso Karther. - ¡Me mentiste Nara! - Julia sostuvo más fuerte mi mano.
- Activa tu ritual, tenemos que calmar a Karther. Esta enojado y Suzaku puede liberarse y eso es lo que ellos quieren. - Ella asintio y se concentró.
El ritual de Kou se derivaba en la transición de pensamientos, podía manipular los pensamientos de las personas a su antojo sin ser detectadas.
- Calmalo - ella asintio.
- No buscas una pelea. Ya sabes en dónde estoy. Pero, ¿Sabes algo? - lo mire divertido. - Estás celoso de que no puedes ser como nosotros, estás al borde de la desesperación.
- ¿Estás jugando conmigo? - me miró Aki. Me retiré mis lentes.
- Tu ritual es muy mediocre. Escúchame bien. Por qué no lo voy a repetir dos veces - me acerque a él divertido - Ese que piensas que es tu protector. Solo te está utilizando, cuando se aburra de ti te va a desechar como la basura que eres. Y cuando eso suceda yo mismo terminaré contigo - intentó golpearme pero mi barrera lo detuvo. Gema era mi más fuerte talismán,podía expandirse a mi antojó. Lo mire a los ojos y él se quedó quieto. Acomule energía en mi puño y lo estrelle en su mejilla izquierda y esté cayó al piso
- ¡No lo mires a los ojos! - Nara lo jalo para ayudar a levantarlo.
- Algún día pensé que eras diferente Que en realidad eras mi amigo. Solo estabas celoso de mi hermano y poco a poco el odio se apoderó de ti. Que pena me das - Lo mire con lastima.
- Voy a terminar con esto - acomulo energía en su cuerpo y Nara volvió a intervenir.
- Se terminó el tiempo mis niños - el tipo de la tunica de sacerdote me miró. - Voy hacer que te arrepientas de esto Arthur - me amenazó y Nara no dejaba de mirarme.
- ¿Y tú qué harás? - la mire - Eres el estorbo en ella vida de todos. Lo sabes ¿Verdad? - sonreí. - vas a ser la primera que va morir en manos de ellos. Tu misma acabaste con tu propia vida, por haber traicionado a quien más te quería. - Ella solo palideció y me miró con lágrimas acumuladas en sus ojos.
- Nos volveremos a ver Satoru - lo miro Geto. Karther intento detenerlos pero Julia lo impidió.
- Dejalos - dije mirándolo.
En cuestión de segundos desaparecieron y voltee a ver molesto a Karther.
- Vuelve a decirme que ella es buena persona - lo mire - ¡Defiendela como antes! - exigí y lo volví a tomar por el cuello y lo sacudí - ella lo tenía planeado y aún si la defendiste, dijiste que lo que yo había visto no era verdad. ¡Convenceme de que ella no mato a Hayato, dime qué estaba equivocado!
- Perdóname - sollozo.
- Tu amor por ella te trajo a mi. Te manipuló, para encontrarme. Hayato estaba enamorado de ella - el me miró - ¿Tú también lo estás? - lo mire, bajo la mirada.
- Si - afirmó - me equivoqué otra vez.
- No lo tortures más. Ella solo obedece para mantenerse viva, no lo castigues así - Julia me tomó por las manos - Hermano no seas tan duró con él. Lo decepcionó el amor de su vida - le sonrió. - Ella no te quiere, solo te uso para llegar aquí. De algo estoy segura, - lo tomo por el mentón y lo miro con una sonrisa - ella solo sobrevive por obligación y en su rostro se nota.
- Arthur vamos a casa por favor - pidió mi tió. Ella le regaló una sonrisa.
- ¿Tú eres? - la miro.
- Kou.
- La hija de Sumiko - ella solo asintió.
- Gracias por cuidarlo este tiempo - ella solo asintió.
- No sabía quién era en realidad, pero siempre ha estado conmigo. No hay nada que agradecer, fue complicado saber que tengo un hermano, pero estoy feliz de que sea él.
- Es un buen niño - dijo mi tío. - Vamos Nanami está muy cansado y quiere verte.
- Profesor me das unos minutos con Arthur - mi tío se detuvo y nos dió la espalda.
- No pelen entre ustedes, se que están confundidos. A Hayato no le hubiese gustado verlos así, arreglen las cosas por él bien de ambos - voltee a verlo y él bajo la mirada. Julia se acercó a mi y lo miro.
- Dale una oportunidad, es en él único que puedes confiar ahora - solo respiré profundamente.

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Octubre
Fiksi PenggemarNunca imaginé que me dolería tanto, perderlo. Nunca me he arrepentido de las decisiones que he tomado en mi vida. La vida me había dado un hermoso regalo y esa misma me arrebato todo lo que más quería.