Había pasado una semana y Nanami seguía sin adaptarse a su nueva vida recibía toda la ayuda posible de Gojo, pero aún así no era suficiente.
Arthur lloraba cada vez que se sentía solo, no podían despegarse ni un poquito del pequeño. Parecía que le daba miedo el verse solo.— Necesitas dormir — lo miro el Albino.
— Es un bebé muy complicado, llevo 3 días durmiendo con él en brazos en este sofá. Estoy algo cansado. Algo especial debe tener este sofá para él. Que si lo recuesto en su pequeña cama llora por horas — miro al pequeño que descansaba profundamente en su pecho.
— Ese sofá quizás oculte la esencia de Sumi — respondió Gojo mientras se desabotonaba la camisa, se quedó recargado en el marco de la puerta de la cocina y lo miro fijamente. — Tienes que buscar otro lugar para vivir Kento — dijo mientras retiraba aquella venda que cubría sus ojos. — Mis padres han mandado a buscar a Arthur. Creen que puede desarrollar poderes dignos de nuestro clan.Nanami solo se limito a decir algo. Miro a su pequeño que dormía en su pecho, cerró por un momento los ojos, respiro tratando de que su energía cubriera su corazón, aferraba al pequeño a él .Gojo solo lo miro y sonrió, comprendió que llevaba días sin poder dormir y que no era el momento de hablar sobre el tema.
— Te dije que terminaríamos viviendo juntos —Susurro y miro el Albino con una pequeña sonrisa burlona.*FlashBack*
— Limitate a decirme que no es lo correcto – La chica tomo de la mano a Kento y solo la miro desesperado.
— Sabes que aunque yo diga lo contrario vamos a hacer lo que tú decidas. Siempre vamos a estar unidos y aunque yo diga lo contrario siempre termino por ceder contigo. Nos casamos a escondidas de tu familia, tuve que dejar la escuela, cambiar de ciudad fue algo complicado, cambiar todo por ti no fue fácil y aún si así siempre he querido estar contigo. ¿Qué más puedo hacer para que no te sientas así? Llevamos cerca de 3 años juntos, ¿porque siempre tenemos que estar escapando? — ella lo miro a los ojos, él perdía el control cada vez que ella tenía ese tipo de cuestiones con él. La amaba incondicionalmente, nunca la dejaba sola, nunca le reclamaba nada, pero estaba cansado de que siempre tenían que estar escapando.
Se acercó a ella y la tomo por la cintura para poder estar más cerca de ella. La miro a los ojos y ella le retiro los lentes que cubrían sus ojos verdes.
— Siento mucho que siempre tenga que causar tantos problemas. Eres lo único real que tengo en mi vida, eres ese motivo por el cual sigo de pie. No comprendes que si algo te pasa a ti me muero — la chica recargo su cabeza en elbpecho del chico y él solo la aferró a su cuerpo y la dejo que se desahogará, le permitió llorar lo suficiente ya que siempre ella se mantenía fuerte y firme.
— Mi hermano vendrá a visitarnos. Necesito hablar con ustedes — dijo entre sollozos. Nanami se limito a decir algo ya que Satoru era el único de su familia que lo aceptaba como esposo de la chica.
Pasaron cerca de dos horas y el timbre de la puerta sonó, Sumi se dirigió a abrirla mientras Kento salía de su habitación.
— ¡Mi adorada hermana! — hablo en voz alta el chico y ella lo abrazo.
— Te extrañaba tanto — chillo la chica y el rubio solo sonrió al ver la reacción.
— De todos los países que existen en el mundo decidiste vivir en un bosque en los Alpes — miro el Albino al Rubio con sarcasmo.
— Es un lugar muy acogedor para no llamar la atención — respondió la chica. Nanami se dirigió a la cocina y preparaba un poco de café la chica se ponía al corriente de la vida de su hermano. Tenía cerca de dos años que no se veían, ella sabía esconder muy bien el rastro para que nadie pudiese encontrarlos.
— Has formado el hogar con el que tanto soñabas — la miro el chico. — Estás muy contenta y eso quiere decir que si es el chico indicado.
— Fue tu culpa el que yo lo conociera. Es lo único que has hecho bien por mi — sonrió la chica mientras miraba a su esposo que se acercaba con unas tazas de café.
— Hay algo de lo que tengo que hablar con ustedes — Gojo se puso serio, ambos lo miraron con intriga — Hubo un pequeño detalle que ocasionó un revuelo en la escuela de hechicería. Necesito tu ayuda Nanami — la chica miro los ojos de su hermano y le suplico que cambiará su petición. Kento lo miró mientras tomaba asiento aún costado de su esposa.
— ¿De que se trata? — pregunto para después dar un sorbo a su café.
— Tengo a mi cuidado 3 mocosos, uno de ellos es el recipiente de Sukuna — la chica comenzó a ponerse nerviosa y tomo la mano de su esposo.
— ¿Por qué no buscas a alguien más? — cuestiono asustada.
— Sabes que no hay nadie más en quien pueda confiar — respondió el Albino.
Él sabía perfectamente que su hermana tenía miedos interiores que no podía decir se los guardaba para ella misma, pues sus sueños le revelaban sucesos que podían ocurrir a corto, mediano y largo plazo. Y ella ya había soñado en varias ocasiones la muerte de su esposo.
— ¡No! ¿Por qué no buscas a alguien más? — volvió a preguntar.
— Porque yo necesito a alguien en quien confiar, y él es la única persona en la cual confío. Itadoti no es un niño malo. Solo estuvo en el lugar equivocado y en el momento equivocado.
— Lo tendre en mente — respondió Kento y ella solo lo miro.
— Si tienes una respuesta favorable sabes dónde me encuentro, sabes bien que mientras estén conmigo nuestros padres no harán nada al respecto. Yo seré su única protección. Pienselo bien. — sonrió.
Ella sabía que en el fondo su hermano tenía razón, pero no podía soportar la idea de perder a la única persona que amaba en su vida.
— ¡No puede! — dijo exaltada.
— No lo ates de esa forma. De igual manera sabes que va a ocurrir. No somos propiedad de nadie y tienes que aceptar las cosas como son — dijo el Albino mirándola. Y sin más se puso de pie y la tomo de la mano. — Yo me haré cargo de todo y lo sabes. Que nunca faltará nada.
La chica lo tomo de la mano y lo dirigió a su estudio Kento solo miro sin decir nada......
— ¡Despertaste! — menciono el Albino. Nanami buscaba a su hijo y Saturó lo miro con una sonrisa burlona.
— ¿Qué buscas?
— Eres un tonto ¿En qué me momento te lo llevaste?
— Estabas tan dormido que no te diste cuando se despertó. — Nanami solo miro y le regaló una sonrisa. — Es muy listo y sabe cuándo no debe de llorar. Sabe que debe dejarnos descansar también. Otro niño en su lugar estuviera berreando sin parar...
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Octubre
FanficNunca imaginé que me dolería tanto, perderlo. Nunca me he arrepentido de las decisiones que he tomado en mi vida. La vida me había dado un hermoso regalo y esa misma me arrebato todo lo que más quería.