*Nara*
Los conocí en un mes otoño y ellos eran los mejores amigos, siempre estaban juntos. Los cuatro juntos era polos opuestos, se querían como familia. Cómo en todas las familias siempre hay uno más ambicioso que otro.
— Hola — saludo Aki entrando al salón de clase. Lo mire e intenté no prestar mucha atención. Era el único que no me alegraba ver del todo.
Atrás de él entro Hayato y Arthur. Siempre permanecían juntos y contentos.
— Nara te traje una manzana — me la entrego Hayato con una sonrisa.
— Ya sabemos que siempre llegas tarde y no desayunas — me entrego una botella y un sándwich.
Solo sonreí a ver si acción de tras de ellos entro karter.
— Toma te traje un chocolate — todos los días hacían lo mismo. Me cuidaban mucho y no necesitaba a nadie más, más que a ellos. Llevamos cerca de 4 años siendo amigos y eran los mejores y los únicos que tenía.
Los entrenamientos eran cada vez más pesados y extendidos los fines de semana, una vez al mes Fisiguro, Itadori y Nobara nos llevaban a sus misiones.
Después de nuestra última misión todo cambio ya no salíamos con ellos y no la pasábamos en el instituto Arthur llegó muy inquieto, los fines de semana nos quedamos en los dormitorios del colegio, Arthur y Hayato siempre compartían habitación y luego con ellos se quedaba Karter por no estar cerca de Aki esa habitación a decir verdad parecía nuestra casa siempre estábamos ahí metidos.
Estaba recostado Arthur sobre la cama y Hayato le brinco encima, yo solo rei después se les unió karter el gritaba que se bajarán cuando pudo quitarlos le dió un empujón a Karter y cayó al piso y ahí volvieron a brincar encima de él. Mis días con ellos eran muy divertidos desde que los conocí.
El profesor Yaga llegó al dormitorio y nos llamó la atención por estar haciendo tanto escándalo, se puso de pie inmediatamente Arthur acomodando su cabello y lo miro.
— Arthur — lo llamo — tienen que ir a casa Hayato y tú, Gojo los está esperando a fuera. Ambos nos miraron y su expresión de Arthur cambio completo. Comenzaron a ordenar sus cosas y se despidieron de nosotros. El director los escoltó y nosotros solo nos asomamos por la puerta hasta que los vimos desaparecer del pasillo.
Tres días pasaron y ellos no asistieron al colegio y no nos respondían llamadas, karter estaba angustiado pues ellos nunca desaparecían así en su casa nadie se encontraba.Al quinto día regresaron a clases y a los entrenamientos últimamente tenía días que estaba comportándose muy extraño, Arthur no estaba concentrado, había días que asistía y días no, nos habían informado que su padre estaba desaparecido y el profesor Satoru no se daba por vencido seguía buscándolo hasta que tuviera algún indicio o señal que diera con él.
— Kazu — saludo Hayato y lo mire. — ¿Y dónde está ese tonto? — pregunté por Arthur y Hayato me dió una manzana como de costumbre.
— No vendrá hoy — respondió Karter.
— ¿Otra vez? — lo mire.
— Es natural, papá no aparece — se dejó caer en la banca y Aki lo analizo.
— ¿Y a ti que te preocupa? — lo miro incrédulo.
— Aki — lo interrumpió el pelirrojo.
— No es tu papá, puedes hacer como si nada pasará. No te debería doler su ausencia. Así nadie te dirá que hacer, estas mejor así no necesitas una niñera —se burló de él y Hayato no le dió tiempo de nada cuando nos dimos cuenta ya estaba frente a él y de un golpe lo tiró de la banca.
— ¡Hayatoo! — Entro Fisiguro al salón.
— ¡No te vuelvas a meter con mi familia! — le grito molesto. — Mi papá está desaparecido y mi hermano está muy mal debido a eso. Se supone que tú eres su "amigo" — estaba apunto de darle otro golpe, pero fue más rápido Aki lo empujó y lo hizo caer al piso.
— ¡Aki. Ya basta! — lo detuvo Karter tomándolo del brazo.
— Eres solo un bastardo para esa familia — se limpió el labio inferior del cual broto un poco de sangre.— ¿Por qué no recoges tu dignidad y te vas? — lo reto aún más — Te tienen ahí por lastima, ni siquiera defenderte sabes. Siempre te tenemos que estar cuidando — karter lo apretó con fuerzas y este solo se quejo, mire sin poder decir nada. Nunca habíamos visto esa actitud de Aki. Los ojos de Hayato estaban llenos de lágrimas y solo contuvo las ganas de llorar. Megumi se acercó a él e intento tocarlo pero de un manotazo retiro la mano del pelinegro, tomo su mochila y salió apresurado e intenté salir de tras de él, pero Megumi me lo impidió.
— Ese imbécil piensa que por qué te de manzanas le vas hacer caso — me miró — Rechazalo de una vez para que se vaya. Así nos haría un favor y le deja de estorbar a Arthur — karter ya no se contuvo y le dió otro golpe que tiro al piso. Estaba a punto de acumular energía en su mano para contraatacar pero Megumi los detuvo.
— ¡Ya basta! — miro furioso a Aki. — Retiraste — le indico con la cabeza y Noble quedó más que tomar sus cosas y salir del aula.
— Voy a buscar a Hayato — tomo su mochila y Megumi lo tomo del hombro.
— Déjalo. Necesita estar solo, tiene que lidiar con eso sólo — miro Megumi a karter.
— No lo dejes así. Ve con él, por favor no dejes que comentan una tontería si se vuelven a encontrar — Megumi me miró y solo sonrió.
— Deben de aprender a solucionar sus problemas. Hayato depende mucho de Arthur, ahorita Arthur tiene problemas más grandes — solo lo mire derrotada y no discutí más el tema. Me senté en la banca que daba justo a la ventana y vi regresar a Karter enojado, sus ojos era extremadamente rojos, entro al salón y azotó la puerta.
— ¡Es un imbécil! — gruño — No sabe el daño que le está ocasiona.
— Arthur lo quiere mucho — dije sin mirarlo.
— No te equivoques. Arthur no puede llevarse mal con nadie aún que si se hicieron amigos, pero yo no confiaría tanto en Aki — recargo su cabeza en la mesa — es un idiota, no sabe el daño que les hace. Arthur aún es muy inocente para ver la clase de bicho que es mi primo.
— Arthur está inestable y últimamente todo ha estado mal aquí, no nos llevaban a misiones y solo estamos aquí encerrados aquí sin hacer nada.
— Es mejor así, el señor Nanami está desaparecido. Probablemente no se vuelva a saber nada de él — lo mire y un escalofrío corrió por mi cuerpo.
— No digas eso. ¿Sabes que pasaría con ellos si eso sucede? — el asintió.
— Arthur sería capaz de matar por saber lo que sucedió y posiblemente Aki este de su lado — lo mire.
— ¿Lo crees capaz? — pregunté ingenuamente.
— Nara no confíes en nosotros tanto — me regaló una sonrisa — según todo esto nosotros tenemos que hacer el bien, ayudar y proteger. Y solo terminamos en problemas siempre — miro por la ventana — es un ciclo que no se a roto. Pero si te das cuenta somos hijos de padres ausentes o murieron.
— Nunca lo había visto así — lo mire.
— Tu tienes a tu mamá y no te llevas bien con ella, mi papá falleció, de mi mamá no se nada, los padres de Hayato fallecieron cuando el era un bebé y los padres de Aki simplemente se fueron.
— ¿Que hay de Arthur?
— De su mamá no sabe nada y extrañamente el señor Nanami está desaparecido. ¿ves a lo que me refiero? Algo nos unió y ese algo no nos está dejando ver las cosas como realmente son.
— Arthur es la pieza en todo esto, es el sobrino del más fuerte, tiene poderes únicos. Lleva un entrenamiento conmigo muy pesado y aparte de ustedes, Aki siempre ha estado celoso de él. Aki no lo quiere como amigo lo ve como una competencia a la cual va eliminar en algún momento. Estoy seguro que lo hará sufrir de alguna manera.
— ¿Crees que Arthur se dé cuenta? — sonrió vaciamente.
— No. Por que Arthur es bueno, el señor Nanami los educó con principios y el señor Satoru siempre les enseño a protegerse. ¿Notas la diferencia entre ellos y nosotros? — solo asentí. — Ellos saben cómo deben actuar con las personas y ante cualquier situación, cosa que Aki no. Él siempre quiere tener la razón y está equivocado. Espero que Aki no cometa una estupidez algún día. Una cosa muy clara debes saber. — me miro serio — cuando lleguemos a estar en problemas jamás dejes que Hayto se aleje de Arthur o de mi. Su ritual es muy importante para nuestro equilibrio — se puso de pie — Hayato nunca debe de hacernos falta. — trataba de guardar toda esa información en mi cabeza.
Los días restantes solo asistíamos Karter y yo a clases, después del colegio nos dirigiamos al instituto, era muy cansado, pero no podíamos ponernos a las reglas que nos habían impuesto.
Después de clases el profesor Yaga nos pido ir a nuestras casas, estábamos por salir cuando salimos pasamos por la sala de descanso y se encontraba Shōko hablando por teléfono al parecer estaba muy angustiado.
— Imbécil responde que los niños están en peligro — dijo mientras miraba la pantalla del celular.
— Vamos ayudarlos — me miró. Solo asentí si salimos a toda prisa, no había ningún chófer disponible, llegamos a la gran avenida y tomamos un taxi. Indicamos la dirección y le pedimos al chófer que fuera lo más rápido posible.
Llegamos a la casa de la familia Gojo Karter entro sin hacer ruido y comenzó a llamarlo, tome mi teléfono y le llamé a Fisiguro, pero de un momento a otro invocaron un velo.
— Eso que atemoriza más que la oscuridad misma, eso que es más oscuro que el negro... purifica las impurezas — se escuchó una voz Karter regreso conmigo y me tomo de la mano.
— Hay alguien aquí — Lo mire asustada y sabía que hacer.
— No hay que separarnos — lo mire.
— ¿Tu pusiste el velo? — lo cuestione.
— No seas tonta, los únicos de nosotros que puede hacerlo es Arthur y Aki, pero no creo que Arthur lo haya invocado aún no puede hacerlo bien —lo mire — Además no es su energía ya lo hubiera notado — escuchamos pasos que iban a entrar a la casa nos escondimos detras del sofá y miramos.
El miedo corría por mi cuerpo, no podíamos comunicarnos con nadie. Vimos entrar a tres personas y dos más se habían quedado afuera, karter estaba a punto de levantarse cuando lo regrese.
— No, no lo hagas — susurré. Se comenzaban a escuchar ruidos como si algo estuvieran buscando, karter buscaba por todas partes, miramos por la ventana y Arthur estaba llegando.
— Sal por la puerta de atrás, ve con el dile lo que está pasando, al parecer no podemos salir dentro del área del velo — lo mire.
— ¿Que vas hacer? — pregunté.
— Yo voy a cubrirte, somos nosotros tres contra ellos — dijo mientras hipoerventilaba.
— Tranquila todo va a estar bien. En dos minutos estaré con ustedes — solo asentí. — no hagas ruido.
Así lo hice salí lo más rápido que pude pero Arthur ya estaba en la entrada me miró y confundo.
— ¿Dónde está Hayto? — me preguntó.
— No sé, hay unas personas dentro y al parecer dos más están cuidando la entrada.
— Los de afuera ya son historia — respondió y me volvió a preguntar.
— ¿Dónde está mi hermano? — insistió.
— No sé — respondí. Respiro profundamente.
— Tengo 5 minutos apartir de ahorita tengo que saber que está pasando.
— ¿Y karter? — pregunto.
— Está detrás del sofá — indique.
— Busca la forma de salir del velo, ve a la escuela y busca a mi tía Shōko y dile que le llame a mi tío — me miró. — Mi hermano corre peligro ve por favor.
— Arthur — lo mire. — No digas nada, Aki viene con ellos. Ten cuidado — entrecerro los ojos y tragó saliva.
— Voy a estar bien — sonrió vaciamente.
— Trata de salir de aquí — pidió una vez más.
Desabotonaba si camisa y de su bolsa saco su collar y se lo coloco cerró su puño y entró a la casa.
Por mi parte hice lo que él me pidió, pero la barrera impedía la salida solo se podía entrar, pero no salir.
Busque alguna forma para salir como nos había enseñado el profesor Gojo. Dentro de la casa se escuchó una detonación, estaba apunto de regresar con ellos, pero tenía que buscar ayuda, ellos no eran tan fuertes para controlar lo que estaba pasando. Sabía que tenía que encontrar a la persona que la habia colocado el velo. Estaba al borde de la desesperación, pero yo sabía que era la única que podía ayudarlos a qué mantuvieran por más tiempo su energía.
Regrese a la casa para buscarlos entre por la puerta trasera y lo que vieron mis ojos no lo podían creer. Karter tenía una enorme ave junto a él, sus ojos se convirtieron en fuego.
Arthur estaba acumulando aun energía, busque por todos lados a Hayato no encontraba rastro de su energía por ningún lugar, no emitía ningún tipo de energía no se movía. Mi corazón latía muy rápido sentía que se iba a salir de mi pecho. No podía creer lo que estaba pasando. La casa poco a poco iba quedando en ruinas.
Un dragón emitió un rugido, Arthur aún no era suficientemente fuerte para poderlo controlar del todo a comparacion de las cuatro personas que ya estaban ahí. Uno de ellos llegó conmigo y me tomo por el cuello me levanto unos escasos centímetros del suelo, me había distraído y lo lograba ver su rostro, no estaba atenta a lo que estaba pasando me había distraído.
— ¡Mierda! — dije mientras me esforzaba por salvarme. Sabia que no podía darles más problemas y tenía que hacer algo rápido, antes que el aire comenzará a faltarme Hayato apareció y golpeó con gran fuerza, lo mire de reojo y estaba muy mal herido, intente recuperarme. Quise ponerme de pie, pero algo golpeó con fuerza mi cabeza creí haber visto a Aki y ya no supe de mi.Dos días estuve inconsciente, cuando regrese en si el aroma era diferente al de mi casa, al de la escuela, no podía recordar aquel aroma. Abrí los ojos y Vi las paredes blancas, el aroma era fresco, cuando me incorpore karter estaba recostado en un sillon frente a la cama estaba profundamente dormido, de otro lado se encontraba Itadori se dió cuenta que estaba por levantarme y corrió a verme.
— Estás de vuelta — dijo mientras mientras miraba a la puerta — Voy por Shōko.
— Itadoti! — lo llame. Me miró y regreso.
— ¿Te duele algo? — pregunto. Lo mire, se notaba angustiado y no decía nada.
— ¿Donde están los demás? — pregunté. Me miró y solo respiro.
— ¡Despertaste! — entro Gojo.
— Ve por Shōko, dile que Nara regreso — itadori asintió y salió de la habitación.
— ¿Están bien lo demás? — pregunté y el solo me miró paso saliva y antes de que pudiera decir algo lo interrumpió Shōko.
— Hola — saludo mientras miraba las hojas que tenía en las manos.
— Hola — la mire, tenía muchas preguntas que hacer y no sabía por dónde empezar.
— ¿Tienes algo que decir? — pregunto el profesor Gojo.
— ¿Y los chicos? — se miraron entre si y Gojo respiro profundamente.
— Tengo algo decirte — Me miro Ireiri, tomo asiento aún lado de mi y tomo mi mano — Esto que te voy a decir lo tienes que tomar con calma. — sentía una desesperación enorme el tiempo que guardaba silencio era eterno.
— Hayato... — tomo aire — Falleció el día del atentado — solo sentí un dolor en el pecho. Sentí como involuntariamente las lágrimas corrían por mis mejillas. No era posible lo que estaba escuchando.
Lo había conocido en un mes de otoño y lo había perdido en un día de primavera en dónde a él le gustaban ver la flores de cerezo.
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Octubre
FanfictionNunca imaginé que me dolería tanto, perderlo. Nunca me he arrepentido de las decisiones que he tomado en mi vida. La vida me había dado un hermoso regalo y esa misma me arrebato todo lo que más quería.