Respiré profundamente y mantuve el aire en mis pulmones, quizás iba a ser la última vez que sentía esta sensación.
- ¿Qué pretendes? - pregunté.
- Mi querida niña - escuche la voz de un hombre. Ella se quedó quieta.
- ¿Terminó con él?
- ¿Qué va a pensar tu amigo de ti? - de pronto estaba frente a mi. Portaba una túnica de sacerdote y si cabello era largo negro y bien cuidado. - Déjame recordar - se llevó su mano al mentón y me miró fijamente. - Eres AKito ¿No es así? - pregunto sonriente. - Tu abuelo solo nos estorbaba. Te hice un favor enorme al quitarlo de tu camino - estaba por dar un paso adelante.
- ¿Tu mataste a mi abuelo? - sentí como Nara incremento su poder.
- Tenia que quitar a mi padre del camino - abrí enorme los ojos. Sentí cómo la sangre corría por mi cuerpo - Así es . Ustedes dos son mis sobrinos y es por eso que estan a cuidado del imbecil de Yaga y no bajo mi custodia. - volví a tratar de caminar.
- No te atrevas a tocarlo o de lo contrario estarás muerto.
- ¿Qué es lo que quieres? - pregunté.
- Quiero a la guardiana del Long y del Feng - respondió inmediatamente. Respiré de nuevo profundamente tratando de entender lo que ocurría.
- No se de que hablas. Ninguno de ellos tiene esa persona solo está el sr Nanami y el profesor Gojo al cuidado de Arthur y de Karther - el me miró fijamente sin darme cuenta ya lo tenía frente a mi. Era muy rápido.
- Arthur está entre la vida y la muerte, y si quiero en este momento puede morir - dijo Nara mirándolo. - Tengo buena puntería ¿No es así? ¿Doy la orden que terminen con él? - Me miró maliciosamente.
- Deten esto. No puedes traicionarlos así - ella me miró furiosa.
- ¿No te dan celos ver que ellos son más fuertes y más reconocidos que tú? - se puso frente a mi. - Ayúdanos a buscar a esa persona y tendrás un lugar digno de tu poder.
- ¡Mataste a nuestra familia! - dije desesperado. - Ahora ellos creen que lo hice yo. ¿Por qué me haces esto?
- Es mejor así, ya no tienes que dar explicaciones de nada. - sonrió - Arthur y Hayato están en mis manos, tienes que hacer todo lo que yo diga, de lo contrario ellos irán cayendo uno. a uno - me tomó por el cabello y me obligó a mirarlo - Quiero que encuentres a Sumiko Gojo. No se qué debas hacer, pero quiero que la encuentres.
- Deten esto por favor - suplique.
- Seras vigilado y si haces índices de que hay algo fuera de lugar el primero en morir será uno de ellos - me dio un golpe en la nuca y de ahí no recuerdo más.
Cuando abrí los ojos estaba en la habitación de la escuela de Hechicería. Hayato estaba sentado en unas de las pequeñas sillas que se encontraba en mi habitación. Mire a todos lados y él solo sonrió.
- Me alegra que hayas despertado - se puso de pie antes de pudiera decirle algo en el sofá estaba Nara la mire y ella solo sonrió.
- ¿Está bien Arthur? - él solo me miró. - ¿Todo está bien?
- Los gigantes destrozaron todo a su paso. Afortunadamente no llegaron con los civiles, mi tío Gojo con ayuda de mi papá detuvieron el problema, todo va estar bien. - Me miró tratando de regular su respiración - Recupérate. Él es muy fuerte va a estar regresó con nosotros. Cuando despierte nos iremos.
- ¿Qué pasó? - lo mire tratando de levantarme.
- El veneno de aquella lanza lo lastimó mucho, uno de sus pulmones no está aún en buenas condiciones, afortunadamente mi tía no dejo que el veneno se esparciera más - sonrió sin felicidad.
- No hagas tonterías descansa. El golpe que recibiste fue muy fuerte - Se puso de pie y salió de la habitación.
- Sabes lo que tienes que hacer cuidado y lo traiciones - me miró Nara.
Cuando estuve en condiciones de regresar a la que hora era mi casa me recosté sobre la cama, llevaba días sin salir, no sabía cuál era condición en la que Arthur se encontraba.
Así paso alrededor de tres meses, me reincorpore a la escuela y todo marchaba bien Arthur ya estaba recuperándose, Nara cada vez estaba más irritantes según ella había perdido párate de sus recuerdos y todo lo que ellos decían y hacían le impresionaba. Nos habían informado de que el señor Nanami había desaparecido, se me ocurrió una estrategia para poder ayudarlos desde fuera teniendo una discusión fuerte con Karther y con Hayato. Sin querer me había burlado de la situación de Hayato. Me retire del la escuela haciéndole saber a Hayato indirectamente lo que ocurría con el lienzo que me habían entregado, así el iba a guardar ese recuerdo, por si uno de ellos llegaba a perder la vida.
tenía que regresar a la masion por algo de ropa y mis cosas personales. Pase por una plaza a comprar un poco de comida no sabía exactamente cuántos días llevaba sin comer bien.
Antes de salir de la plaza una señora me llamo.
- Hola - la mire.
- ¿Hola? - a decir verdad era muy hermosa, tenía su piel pálida y su cabello era cobrizo. Sus ojos grises que me recordaban a Arthur al mirarlos.
- ¿Eres amigo de Nanami Arthur? - cuestionó. Con miedo asentí. Coloco un lienzo dorado en mi mano y me pidió entregárselo a Hayato. Emitía mucha paz, su sonrisa era igual a de él.
- Por favor cuida de él, aunque piensen que eres un traidor nunca dejes de protegerlo. Yo siempre voy a estar de tu lado - la mire. - Eres el único que no puede traicionarlo, la vida de él y la Karther están en tus manos - la mire sin decir nada. - prometo estar cerca de ellos y de ti.
Estaba un tanto confundido. Antes de llegar a la mansión vi movimiento en la mansión de los Nanami, camine en dirección hacia la casa, alrededor de 6 personas peinaban la zona, al parecer buscaban algo o buscaban a alguien.
Nara y Karther entraron a la casa sin ser vistos , tome mi celular y le envíe un mensaje a Fisiguro, pero no hubo respuesta. Cuando estaba por llamar a Hayato él estaba detrás de mi.
- Hola.
Me gire para mirarlo y me tendió la mano para que le entregará el celular. Así lo hice mira la pantalla y sonrió con su misma energía rompió el aparato y lo dejo caer al piso.
- ¿Qué pretendes? - pregunté.
- Te gusta destruir cosas ¿no? - pregunto.
- Está es tu oportunidad de demostrar quién eres en realidad.
- Te dije que a ellos nunca los iba a lastimar.
- Quiero un sobre que llegó hace unos días. Tienen orden de matar a quien se interponga - me miró. - así tengas que matarlos lo necesito necesito ese sobre. Recuerda que estás vigilado - sonrió.
Me dispuse a entrar. La situación ya era inmanejable, toda la casa estába destruida, pero lo que ocurrió después no lo pude evitar. Nara asesino a Hayato directamente haciendo creer a todos que el responsable había sido yo. Llegue en el momento justo cuando ella actuó en un plan bien elaborado que la favoreció. Él solo me miró, asintió y sonrió, mi corazón se detuvo por un momento al verlo desvanecerse. Quise hacer algo al respecto, pero tenía un objetivo, Hayato se había sacrificado, para yo pudiera seguir adelante con esto. Habían destruido parte mi vida en ese momento y así iba a vivir el resto de mi vida hasta que la verdad jugará a mi favor.
Era mi momento de comenzar a Destruir lo que me estorbara y Nara iba a ser la primera en mi lista.
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Octubre
FanfictionNunca imaginé que me dolería tanto, perderlo. Nunca me he arrepentido de las decisiones que he tomado en mi vida. La vida me había dado un hermoso regalo y esa misma me arrebato todo lo que más quería.