CAPÍTULO 56

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Kal no entendía cómo era que estaba teniendo tan mala suerte ese día.

Primero tenía asuntos pendientes qué resolver con Artemisa, y ahora se aparecía Samantha Norton como recién salida del mismísimo infierno.

Kal no tenía idea de qué demonios estaba sucediendo, pero le parecía que todo estaba pasando de la manera perfecta para afectar su matrimonio.

—Hola, Samanta. —respondió él sin más y le dio una mirada rápida a su esposa.

Kal se estremeció cuando vio que Artemisa estaba observando cada uno de sus movimientos.

No entendía por qué Samantha estaba ahí, ella había desaparecido de su vida muchos años atrás... Y la última vez que se vieron no quedaron en buenos términos.

De hecho ni siquiera se podía decir que habían quedado como amigos.

—No podía creerlo cuando me asignaron la reunión contigo. Pensé; No hay forma de que exista otro Kal Vasileiou. —dijo ella como si no fuera necesario conversar más para entrar en confianza. Estaba actuando como si fueran amigos, de esos que se comunican al menos dos veces a la semana. No actuaba como lo que en realidad era, una mujer que fácilmente podría ser considerada por él como una desconocida.

—Sí, supongo que fue una grata sorpresa para ti... Por mi parte, seré sincero, no tenía la más mínima idea de con quién me iba a reunir hoy. —respondió el secamente.

—No te preocupes, en un principio no me correspondía reunirme contigo. Le habían asignado esta entrevista a dos de mis compañeros, pero a último momento ocurrió un pequeño problema y terminaron enviándome a mi...—explicó ella y Artemisa sintió que debía hacerse notar, pues la mujer no sólo se veía muy contenta de ver a su esposo, sino que además parecía no poder quitarle la mirada de encima. —De verdad que estoy muy sorprendida, siento que esto es alguna clase de jugada del destino. Siempre me pregunté qué había sido de ti, después de esa noche no te vi más. —agregó y Artemisa sintió que su furia explotaba al escuchar sus últimas palabras.

¡Ya era suficiente de escuchar idioteces sin que esa mujer supiera que era la esposa de Kal!

Su esposo vio rápidamente la incomodidad de Artemisa y decidió que era momento de actuar, antes de que la pequeña rubia fuera capaz de castrarlo en plena reunión por un jodido malentendido.

Incluso, las palabras de Samantha le parecieron malintencionadas, pero se lo guardó para sí mismo. Se puso de pie y se aclaró la garganta.

—Me contenta saber que estás bien, Samanta. Si me permites, necesito un par de minutos para hablar con mi esposa. —dijo y luego caminó hasta Artemisa. —Por cierto, creo que no las he presentado. Samantha, esta es mi esposa Artemisa Vasileiou. Cielo, ella es Samantha, una ex compañera de la universidad. —agregó y sintió el deseo de suspirar cuando vio cómo sus palabras hacían que su esposa se calmara un poco.

Artemisa pareció reaccionar de pronto. Fingiendo una sonrisa amable, se apresuró a estrechar la mano de Samantha Norton, que la miraba como si acabará de darse cuenta que estaba presente en la oficina.

Cosa que Kal no dejó pasar por alto, y no le gustó para nada.

Su esposa era una reina y nadie tiene derecho de tratarla como alguien insignificante. Menos en su presencia.

—Ya regresamos.—dijo con seriedad y rápidamente tomó a su esposa de la mano, guiándola hacia el baño de la oficina.

La hizo entrar y cerró la puerta con seguro.

Cuando se giró para enfrentar a su esposa, se quedó un poco aterrorizado de verla cruzada de brazos y con una expresión de hastío en el rostro.

—Antes de que te enojes y me hagas rogar por tu perdón durante los próximos dos meses, te contaré quién es y por qué me saludó con tanta familiaridad.—balbuceó él apresurado.

ESPOSA RECHAZADA (Saga Vasileiou II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora