37. Por las malas
Axel: Owen irá a casa para hacerte compañía.
Hayden se terminaba de lavar la cara cuando recibió aquel mensaje del chico de ojos celestes.
El muy degenerado había desaparecido por toda la noche, haciendo que Hayden se preocupara de más y que le escribiera un mensaje cada cinco minutos; aunque Axel solo respondía de vez en cuando, y solo con un "sí", "no", "tranquila" y "no te preocupes".
La pelinegra había estado un poco preocupada, pero no tanto como para perder su sueño reparador. Pero a pesar de que durmió las horas correspondientes tenía unas ojeras enormes, parecían bolsas de compra.
Debido a ello, decidió hacerse un skincare, como los que solía hacer con Skyler.
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—¡Nooo, así no va! —Gritó Skyler al ver cómo Hayden se ponía una mascarilla.
—¿Y como entonces? —Inquirió Hayden.
—Ven —Skyler se acercó a su hermana mayor y apartó sus manos de mala gana—. Quita.
—Hey, no seas agresiva.
—Es que no entiendo cómo puedes ser tan tonta. Es una mascarilla, no tiene ciencia —la pequeña con dedicación colocó bien la mascarilla en el rostro de Hayden—. ¿Ves? Nada del otro mundo.
—Si te sigues quejando no volveré a jugar contigo, mocosa insolente.
Skyler le sacó la lengua a Hayden, cosa que hizo que su mascarilla se arrugará y se viera chistosa.
—Pues hago berrinche, o rompo tus cosas —se volteó para verse en el espejo
—No jodas —Hayden pegó su mano a la frente de Skyler y le dió un pequeño empujón, haciendo que la pequeña casi se cayera del taburete en el cual se encontraba parada.
—¡Ayyy!
Skyler intentó pegarle a Hayden, pero ella al ser más grande y fuerte, le llevaba ventaja e impidió que eso fuese posible—. Eres tan pequeña y tan fastidiosa —La pequeña le dió un manotazo indoloro en el antebrazo izquierdo de Hayden—. Ya. Quédate quieta, joder.
Pero la Skyler no hizo caso, siguió batiéndose y atacando a Hayden como si no hubiera un mañana; eso hasta que la puerta se abrió y la cara de Bastian fue visible.
Ambas hermanas se detuvieron y miraron a Bastian; él las miro con suma tranquilidad y seriedad.
—No quiero saber que pasa aquí, pero necesito ducharme.
—¡Largo! —Gritaron ambas al mismo tiempo.
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Eran buenos momentos que Hayden apreciaba.
Luego de terminar su rutina, Hayden se ató el cabello en una trenza y fue a prepararse algo de comer. Su estómago se lo exigía.
La pelinegra preparo unas tortillas sencillas al igual que un batido de banana y se dispuso a desayunar afuera, en una mesa de campo que había a unos metros fuera de la casa de Axel.
Allí, en silencio (como solía gustarle), desayunó mientras disfrutaba de la brisa fresca junto al canto de los pájaros.
Hayden se llevó el vaso a la boca para saborear su batido cuando escuchó un ruido proveniente de dentro de la casa. Eso la alarmó y se volteó hacia esta para mirar fijamente la entrada y aferrarse al tenedor que tenía en su otra mano.
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Reina y esclavos
FantasySi Hayden te dijera que puedes estar rodeadx de una raza sobrenatural y oscura, sin alma, que pueden acabarte de mil maneras posibles, o que pueden amarte de una manera que no encaja en su personalidad... ¿le creerías?. Ella no lo creyó en un princi...