34. Luna llena

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34. Luna llena

Hayden estaba muy consciente de que, minutos antes, había dicho que no sentía nervios, y era cierto, o al menos en ese entonces, porque ahora estaba siendo consumida por ellos, y de una forma muy peligrosa.

De un momento a otro, una mano se enroscó con la suya. Al voltear, vió a Axel a su lado sosteniendo su mano—. Todo va a estar bien. —dijo para que solo ella le oyera—. Tú solo recuerda todo lo que has aprendido hasta ahora, y sobre todo y en cada momento, se tú… demuéstrales a todos quien es Hayden Nadeau.

Okay, pero Axel dando ánimos era otra cosa.

La pelinegra llenó sus pulmones de aire lo más que pudo y luego lo soltó todo por la boca.

«Es hora Hayden, acaba con toda esa gente si es necesario»; no era en forma literaria, al menos no en esos momentos.

—Es hora —anunció Deca a la pareja.

Las puertas se abrieron y todo empezó.

Una leve música clásica empezó a sonar, anunciando la entrada de aquella mestiza de la cual afirmaban ser la reencarnación de Freya Amstrong, la asesina más temida de hace quinientos años.

Mineras Hayden avanzaba de la mano con Axel, las palabras de Owen empezaron a retumbar en su cabeza.

«"Cuando salgas, no mires a nadie, no hagas contacto visual…"».

Así hizo Hayden, no miró a nadie mientras avanzaba a la pista de baile principal. Solo veía a las personas por el rabillo del ojo, y si que había mucha gente.

«"… Serás el centro de atención, por lo tanto, importante, y debes creértelo."».

Llegaron a la pista de baile y se pusieron en posición. Axel delante de Hayden: él, rodeó su cintura con el brazo derecho para pegarla a él y tenerla estable; ella, rodeó su cuello con el brazo derecho y su mano izquierda la unió a la de él para empezar con la danza que aprendió.

«"Cuando estés en la pista es que harás tu magia. Asegúrate de que tus ojos queden por encima del hombro de Axel, y allí podrás clavar tu mirada amarillenta y crear esa intriga en cada persona."».

Hayden seguía cada paso a la perfección. Con su mirada encima del hombro de Axel miró a las persona que se encontraba rodeandolos para poder ver la escena que se presentaba.

Había muchos rostros que la pelinegra jamás había visto, muchas personas de diferente clase, hábitos, costumbres, pero relacionados por una cosa: la raza.

Pudo ver sus reacciones, todas variadas: sorpresa, admiración, temor, odio, y mucho más. También podía ver cómo se decían cosas los unos a los otros, como sus miradas juzgadoras se la estaban comiendo viva.

«"Hablarán mierda de ti hasta más no poder, Hayden. Debes ignorar cada cosa que te digan o insinúen, no debes ceder a tus impulsos, eso no te conviene."».

—Estás a fazê-lo bem.

«Lo estás haciendo bien».

—Lo sé… —Hayden frunció el ceño y miró a Axel—. ¿Desde quando você fala português?

«¿Desde cuándo hablas portugués?».

Axel meneó la cabeza mientras seguían bailando al son de la música—. Recentemente, decidi aprender um novo idioma. Nada mal para mim.

«Hace poco decidí aprender un nuevo idioma. No está mal para mí».

Más palabras de Owen atacaron la mente de Hayden.

Reina y esclavos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora