41. Confiando en un desconocido
Aspen
Con cautela, Aspen cerró la puerta, intentando hacer el menor ruido posible. Cerró los ojos y suspiró, no quería despertar a Hayden, había tardado en dormir debido a su evidente alteración.
Aspen se cuestionaba qué había llevado a su amiga a reaccionar de esa manera, interrogándose sobre lo que ocurría en su mente y en su vida que había desembocado en tal estado. Estaba realmente preocupada por su mejor amiga.
Con frustración, se frotó la cara y decidió dirigirse a la planta baja, pues tenía otro asunto que resolver allí.
Al llegar al primer piso, Aspen observó al extraño joven que había llegado con Hayden previamente. Se encontraba sentado en la cocina, con la mirada perdida en un florero.
La castaña de ojos azules no tenía la menor idea de por qué ese chico estaba con Hayden ni por qué habían llegado juntos en el mismo auto. No conocía nada sobre él; solo intuía que existía algún tipo de conexión entre ambos. Sin embargo, lo que realmente la intrigaba era el motivo detrás de dicha relación.
«¿Qué habrá sucedido con Axel? Me caía tan bien», pensó, haciendo una mueca.
Determinada a resolver todas sus inquietudes, se acercó al chico.
—Oye, criatura de Dios, necesito hablar contigo.
Al concluir su frase, él se volvió hacia ella. Lo curioso era la expresión de desprecio que adornaba su rostro. —Puedo ser una criatura, pero te aseguro que no soy de Dios.
Aspen lo observó con el entrecejo levemente fruncido; definitivamente, ese chico era extraño.
—Sí, lo que tú digas, Hades. —Aspen sacudió la cabeza, consciente de que debía ser directa—. Mira, solo quiero saber...
—¿Qué tanto conoces de Hayden? —interrumpió él.
Confundida, Aspen respondió: —Lo suficiente como para saber que no eres su tipo, eso está claro.
Él sonrió y, para su desgracia, tenía una sonrisa muy atractiva, lo que resultaba molesto para la castaña.
—Sabes, estoy de acuerdo contigo. Sin embargo, en esta vida no podemos elegir a quién amamos, o al menos, no es una opción que ella y yo tengamos.
—¿A qué te refieres con eso?
A pesar de su sonrisa, el chico se levantó y se acercó un tanto a Aspen, quien lo mantuvo a distancia.
—Bueno, verás, la información que puedo ofrecerte es limitada, ya que al parecer no tienes mucho conocimiento sobre el tema. No sería apropiado que yo te revelara ciertos detalles, así que, en pocas palabras, me atrevería a decir que soy algo así como un novio para Hayden.
Aspen lo miró en silencio durante unos segundos, parpadeando mientras buscaba en su mente un espacio que le diera sentido para sus palabras.
—¿Por qué? —preguntó, sumida en una confusión extrema.
—Porque yo la amo y ella me ama.
—¿Y por qué?
—No sabría explicarlo, simplemente es algo que ocurre.
—Pero, ¿por qué?
—¿Podrías dejar de preguntar el porqué y simplemente aceptarlo?
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Reina y esclavos
FantasiaSi Hayden te dijera que puedes estar rodeadx de una raza sobrenatural y oscura, sin alma, que pueden acabarte de mil maneras posibles, o que pueden amarte de una manera que no encaja en su personalidad... ¿le creerías?. Ella no lo creyó en un princi...