Reina y esclavos

21. La casa de Caius

La amistad ha de ser como el dinero, antes de necesitarla, se debería saber el valor que tiene. Sócrates

21. La casa de Caius

—Hayden —La voz de Skyler hacía eco.

—¡Skyler! ¡¿Dónde estás?!

Con desesperación Hayden busco, mirando cada parámetro de aquella solitaria carretera, oscura e iluminada por una débil bombilla que titilaba.

—¡Sky! —Dió una vuelta sobre su propio eje, sintiendo el pánico que acechaba con apoderarse de ella si no encontraba a su hermanita menor—. ¡Sky!

—Hayden —un susurro detrás de Hayden fue escuchado, justo detrás de su oreja, provocando un escalofrío en su cuerpo y que volteara en un segundo, pero no había nadie, solo la extensa y oscura carretera—. Estoy aquí, Hayden.

El corazón de Hayden latió a toda velocidad cuando, en medio de sus vueltas buscando a su hermana, la encontró justo debajo del farol, con un vestido blanco y su cabello atado en una trenza colgando en su espalda libremente,  mientras que sus ojos llamativos robaban todo la atención . Pero lo más importante es que estaba allí, del otro lado de la carretera, a metros de distancia.

—Skyler —musitó Hayden, llena de emoción por al fin encontrar a su hermana.

Empezó a avanzar hacia ella, pero se detuvo al escuchar las palabras de Skyler—. Saia antes que te pegue.

«Sal antes de que te atrape».

Los latidos del corazón de Hayden… se detuvieron. Esas simples palabras lograron que perdiera toda emoción que tuvo hace un momento.

—¿De qué hablas? ¿No debo dejar que me atrape? ¿Quién?

—No lo permitas, tú eres más que ese ser.

—Chiquilla, ¿no comprendo? —dio dos pasos en su dirección—. ¿A que ser te refieres?

Pero esta vez, Skyler no respondió, solo se dio la vuelta y empezó a entrar en el espeso y profundo follaje que se avistaba.

—¿Chiquilla? ¿A dónde vas? —Pero no hubo respuesta, la pequeña niña siguió caminando hacia el bosque—. ¡Skyler! ¡Espera! —Y empezó a correr detrás de su hermanita, desesperada, aterrada por perderla mientras que la pequeña caminaba, alejándose lentamente—. ¡Skyler! ¡No me dejes!

La niña apenas era visible, pero no por eso Hayden se detuvo. Se introdujo al bosque, siguiendo a Skyler, hasta que estuvo a centímetros de ella. Extendió su mano para tomarla del brazo y…

—Saia antes que te pegue.

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Con fuerza y rapidez, Hayden abrió los ojos y se incorporó, pero una vez hecho esa acción, todo su cuerpo dolió, absolutamente todo.

—¡Ah! ¡Joder!

Cerró con fuerza los ojos y se dejó caer nuevamente, mordiendo su lengua para concentrarse en ese dolor y no en el de su cuerpo, que era mucho peor.

Un palpitante y molesto dolor en la parte lateral izquierda de su cabeza la estaba matando lentamente, mientras que el sentir doloroso de su torso y espalda le recordaban las múltiples vueltas que dio colina abajo; sin aminorar el ardor que sentía en sus extremidades superiores e inferiores; tal vez tuviera algún hueso roto, era lo más probable.

Ahora bien, una vez analizado el dolor interno y superficial que poseía, tuvo la capacidad de formular las siguientes preguntas:

¿Qué carajos significaba el sueño que acaba de tener?