Christopher
Me había sumido en un pozo oscuro y solitario. No había color, no había profundidad.. solo dolor.
Por lo general ahogaba las penas en alcohol la mayoría de los días solo en mi apartamento. Era tan masoquista que me otorgaba más sufrimiento viendo las noticias que continuamente salían sobre nuestra ruptura. La prensa era una mierda entrometida, no sabía ni la mitad de lo que publicaba pero aún así se jactaba de vender un contenido, la mayoría de las veces falso.
Pero esta vez no era tan así, porque Anastasia y yo si habíamos terminado. No lo habíamos hablado ese día cuando descubrí toda la verdad, simplemente salí del apartamento cuando no me respondió mi pregunta. Sus padres y hermano me interceptaron en el camino pero educadamente les dije que debía irme y eso hice, sin dar más explicaciones.
Había pasado una semana desde ese día. Desde que me enteré de la peor forma de toda su verdad. Desde que me enteré de que había sido mi padre el único causante de todas las heridas que tenía el día que la encontraron.
Aún no había entendido ni la mitad de las cosas pero si de algo entendía, es que Patrick Williams tenía más secretos de los podía imaginar, y llevaría una larga vida en prisión una vez fuera encontrado. Mamá seguía impactada con la noticia, mientras Erick solo ignoraba todo lo que pasaba a su alrededor trabajando como loco y yo.. pues solamente dejaba que el alcohol hiciera su trabajo.
Supongo que cada uno tenía una forma distinta de apaciguar el dolor.
—¿En serio vas a estar toda la noche así?. —Marco se esmeraba en querer sacarme de la depresión constante en la que vivía, por eso me había invitado a uno de los tantos bares que frecuentábamos cuando éramos unos mujeriegos. —No te traje para esto, Christopher.
—¿Entonces para qué, Marco?. ¿A qué más se viene a un bar si no es para beber?.
—No seas tan terco. —lo ignoré cuando seguía replicando, intentando terminarme lo que quedaba del líquido ambarino en mi vaso pero me lo quitó sin la mínima delicadeza—. Solo querías que te distrajeras un rato, no que te emborracharas. Mañana tienes que trabajar Christopher, llevas una semana sin ir a la empresa y los empleados empiezan a preocuparse al no ver a ninguno de sus cabecillas.
—Me importa una mierda. A fin de cuentas ni siquiera es mi empresa, ¿no?. Le pertenece a Damián Campbell, el padre de Anastasia. Es solo cuestión de tiempo para que me eche.
—Sabes perfectamente que Anastasia no te echó, y jamás te echaría. Renunció a todos los derechos que tenía como única heredera y aún así la acusas de semejante barbaridad. —era cierto, al investigar el caso, se comprobó que cada una de las pruebas que la castaña parecía tener era certera y hoy en día buscan a mi padre hasta por debajo de las piedras para hacerle cumplir una larga lista de delitos penales.
Se demostró que WCC había sido robada por mi padre, haciendo a Damián Campbell tomar documentos falsos para imprimir su firma y sacarlo de la jerarquía de la empresa, ahora le pertenecía completamente a Anastasia y ella había decidido no tomar su custodia, ni siquiera se había presentado al juicio que se hizo hace dos días por ello, solo habló su abogado.
—¿Por qué la defiendes tanto?. Si te recuerdo, también te utilizó para llegar a mi. ¿Cómo puedes estar tan tranquilo?.
—Christopher.. —suspiró agotado, ya habíamos tenido esta charla más de una vez y seguíamos pensando lo mismo por más uno quisiera cambiar la opinión del otro—.. Anastasia no es el monstruo que crees. Hablamos, me explicó todo y no la juzgo, está arrepentida. Todos tenemos derecho a..
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AGRIDULCE © [COMPLETA]
RomanceCuando la sed de venganza es incontrolable, solo hay una manera de apagar su llama: haciendo justicia por nuestra propia cuenta. Anastasia Rumsfeld lo sabe más que nadie, por eso no podría vivir en paz hasta hacer pagar al culpable de la muerte de...