༶•┈┈⛧┈♛ 𝑨𝒚𝒔𝒉𝒂 ♛┈⛧┈┈•༶—¡Ah!
Llego muerta a mi casa y lo primero que hago es tirar la mochila al suelo junto al sofá y caer en plancha sobre éste.
Menudo día. Estoy agotada, ahora que lo pienso hace mucho que no hacía algo así, usualmente mis días solían ser una repetición del día anterior. De lunes a viernes iba a la escuela, hacia lo que se me antojara en lo turnos de clase, pasaba tiempo en detención, realizaba dibujos de Axiel y soportaba a Spencer cuando se ponía a hablar. Luego llegaba a la casa subía a mi cuarto y veía televisión, luego bajaba a comer, discutía con mi madre sobre Ash, de ves en cuando, y volvía a mi habitación. Los fines de semana casi siempre me las pasaba encerrada, a no ser que algún que otro día me pasara por una de las cafeterías que hay en el pueblo. Un poco triste, pero se había vuelto una rutina.
—¡Aysha! ¿Ya llegaste? —escucho a mi mamá gritar desde un lugar de la casa.
—Sí —levanto la cara del sofá y le devuelvo el grito con todo el aire de mis pulmones.
Vuelvo a enterrar la cabeza en los cojines y al poco rato escucho sonidos de tacones que se dirigían en mi dirección.
—Cariño, ¿Estas bien? —pregunta mamá sentándose en el sillón junto al sofá.
—Bien cansada —respondo aún sin levantar la vista.
—Bueno, si estás tan agotada tal vez deberías subir a tu habitación y descansar un poco —escuché hablar a Sofia, sabía que había oído más de un par de zapatos de tacón.
—Mm no, me pesa pararme. Detro de un rato subo.
—Bueno, entonces podemos aprovechar y hablar un rato. ¿Te parece? Hace mucho que no lo hacemos —dice mamá y yo rezo para mis adentros para que no sea lo que estoy pensando.
Suspiro.
—Si es sobre Ash...
—Te prometo que no. ¿Vale? —la miro fijo tratando de detectar si me está mintiendo o no —Solo hablar.
—Muy bien —me reincorporo y cruzo una pierna sobre la otra— ¿Sobre qué quieres hablar?
—Bueno, primero que nada, ¿Megan y Axiel...?
—Los he dejado en su casa.
—Okey. ¿Entonces, cómo estuvo el día?
—Bueno... —por donde empiezo. Puede o no que Axiel dijera que le gustaba el color azul porque es el color de mi ojos o que sólo estuviera haciendo una comparación, pero en ese momento sonó muy raro, luego durante el viaje me sometió a un interrogatorio sobre mis gustos. Lo primero que hicimos al llegar al zoológico fue pelear por el precio de las entradas, obviamente yo gané. Soborné a su hermana. Axiel tuvo que perseguir a Megan más veces de las que puedo contar. Nos perdimos. Luego perdimos a Megan. El la encontró y según cuenta también a mí en un estado muy raro. Lo que le dije es verdad, yo no recuerdo que hice durante ese período de tiempo, pero se que fue algo relacionado con Ash, ya que él mencionó su nombre. Después retornamos al zoológico y antes de llegar tuvimos que escondernos. Ese idiota trato de besarme, pero le di con toda mi fuerza y se estuvo sobando buen tiempo. Fotografiamos a lo que “según Axiel” podrían ser delincuentes y tuve que escalar una verja para poder entrar en el zoo nuevamente. Y por si fuera el colmo. Tuve que carga una maldita serpiente, y no una cualquiera, una Boa Constrictor. Entonces para responderle a mi madre diría que estuvo...— Bien.
Ella muestra una sonrisa afable.
—Me alegra tanto cariño. Te merecías salir un poco y despejar la mente.
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En nuestra mente
Teen FictionApática, asocial y malhumorada son pocas de las cualidades que representa. Marcada por un trágico y difícil pasado ha distanciado a todo aquel que conocía. Pero todo esto cambiará cuando por cuestiones de la vida termine haciendo de niñera para la h...