༶•┈┈⛧┈♛ 𝑨𝒚𝒂𝒉𝒂 ♛┈⛧┈┈•༶Hoy comenzó frío y lluvioso, pero de repente, justo a la hora de entrar a la escuela, la lluvia cesó. Fue como si el clima estuviera de acuerdo en apoyar mi rutina educativa diaria.
Después de bañarme, me cambié a unos pantalones negros de mezclilla, una simple blusa blanca sin mangas y me puse uno de mis abrigos de piel de zorro, extremadamente cálido. Bajé a desayunar mientras recogía mi cabello en una coleta. Ni siquiera consideré maquillarme, simplemente no me apetecía hoy.
—Buenos días —saludo al entrar en la cocina y los cuatro presentes me devuelven el saludo con sus miradas.
—¡Papá! —corrí a abrazarlo en cuanto me di cuenta de que él era la última persona en el cuarteto.
—Mi princesa —rió mientras me envolvía con fuerza en sus brazos—. ¿Cómo has estado?
—Bien, bueno, ayer tuve dolores y demás, ya sabes, por la regla.
—Entiendo. Me alegra que estés bien. ¿Te importaría acompañarme un momento a la sala? Hay algo que quiero comentarte.
—Claro, vamos. —Su solicitud me pareció algo inusual, pero asumí que quería privacidad para hablar y sin dudarlo seguí sus pasos.
Ver a papá a veces me recordaba a ver a una versión envejecida de Ash. Compartían muchas características físicas y parte de su carácter siempre se vió reflejada en mi hermano. En esa forma de ser tan cálida y acogedora, siempre dispuesto a escuchar a los demás y ofrecer su apoyo incondicional. La creatividad y la curiosidad es lo más lo caracteriza, constantemente buscando nuevas formas de marcar una diferencia positiva en el mundo que los rodea.
Una vez en el lugar, se sienta en el sofa con forma de media luna y dice:
—Ya supe que tu madre te dio tu “primera tarjeta de crédito”.
—Sí. La pobre sigue sin saber que tu hace mucho me diste una —río tras sentarme junto a él—. Sin embargo no creo que sea de esto de lo que quieras hablar.
—Por supuesto que no. Es sobre las fotos que me diste.
—¿Qué fotos? —indago extrañada.
—Ya lo olvidaste —niego lentamente con la cabeza—. Las que me diste en una tarjeta de memoria el día del cumpleaños de Megan.
Y justo ahí es cuando lo recuerdo.
—¡Oh! Es cierto. ¿Al final que hiciste con ella?
—Pues me reuní con mi amigo, o sea el dueño, y tras hacerle un par de preguntas para estar seguro del significado de esas imágenes, se las mostré.
—¿Cómo reaccionó?
—Sorprendido. Justo como esperaba. Quise aprovechar mi visita aquí para contarte que ya se están tomando acciones legales y que ustedes dos quedarán completamente fuera de todo esto, que podían estar tranquilos. Pero ahora que te lo cuento me percato de que ni siquiera te acordabas de lo que me pediste.
—Sí... Bueno he tenido otras cosas en las cuales pensar.
—¿Buenas o malas?
Ver a mi padre siempre es un desahogo para mí, siento que puedo contarle cualquier cosa y tengo plena conciencia de que no me juzgará por ellas. Así que en este momento, soltar el saco de bombas en mi interior se me antoja palpablemente.
—Pues...
—Disculpen que les interrumpa —divaga la voz de mi madre a nuestra espalda y volteo el rostro para verla. Trae mi desayuno en las manos.
ESTÁS LEYENDO
En nuestra mente
TienerfictieApática, asocial y malhumorada son pocas de las cualidades que representa. Marcada por un trágico y difícil pasado ha distanciado a todo aquel que conocía. Pero todo esto cambiará cuando por cuestiones de la vida termine haciendo de niñera para la h...