Capítulo 33: ¿Porqué es tan difícil tener una conversación? (En corrección)

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Tras llegar a casa después de una larga y agotadora mañana de disculpas y situaciones digamos... inesperadas, por fin encuentro el bendito sueño al caer como costal de papas sobre mi cama. Ni siquiera me importó el hecho de que no he almorzado aún, y así famélica me quedé rendida hasta la noche. Cabe decir que luego me desvelé increíblemente, pase una estupenda noche acompañada de comida chatarra y la serie televisiva The Rookie.

Pero... Rebobinemos un poco, no hay que despedir este día tan rápido ¿o si? Ñe, mejor no. Les promento que no me tardaré.

Cuando desperté ya afortunadamente era hora de comer, luego de tomar una ducha fría bajé a la cocina donde ya Denis estaba sirviendo la mesa. En ella ya se encontraban Sofía y mi madre quienes me saludaron al verme y preguntaron sobre si me había pinchado el dedo con el hueso de una rueca y bromearon con que estaban a pundo de buscar a un príncipe para que me despertara.

Como no quería mandarlas a ya sabéis donde decidí ignorar sus comentarios y comparaciones con la Bella Durmiente y fui a ayudar a Denis en la mayoría de cosas posibles.

Pero esto no es por lo que seguimos en el día de hoy. Al final no pude hablar con mamá sobre Ash porque ella tenía que adelantar trabajo y la verdad es que ya había tenido suficiente por lo que queda de mes. Sin embargo, la situación de la que les quiero comentar paso mucho antes de cenar, de llegar a casa o de la aparición sorpresa de Axiel y el resto de sus amigos en el local.

Si no sabes a que me refiero, pues aquí les hago memoria. Si recuerdan que al salir del baño me topé con Sebas, pues nosotros mantuvimos una conversación que a mi en lo personal me dejo pensativa y pues... mejor leanla por ustedes mismos y ya me dirán.

—¿Quieres un café? —ofrece moviendo uno de los vasos que tiene en frente hacia mí— Pedí más de lo que puedo beber. Oye... ¿qué  es eso? ¿Es la marca de una mano? —salta alarmado tomando suavemente mi muñeca en sus manos— ¿Quién te hizo esto? Aysha responde —inciste una última vez.

—¡Ah!

Su bombardeo me tomó desprevenida, olvidé bajar la manga de mi abrigo luego de lavar mis manos y odviamente él se dio cuenta del morenton que he intentado todo el día cubrir.

—¡Aysha! —brama ante mi silencio y al percatarse de que estamos rodeados de personas hace un intento por calmarse.

—¿Qué? Es solo una marca, no le des importancia.

—Solo una marca. —Se mofa—. Si eso dicen muchas personas, "es solo un rasguño", o "fue un accidente", pero luego acaban mal. —Dejo escapar una pequeña risa sarcástica—. Lo que te digo es serio, oye...

—¡Para! En serio Sebas detente. Te estás montando una película digna de Netflix.

—¿Dices que exagero? —pregunta, y afirmo con la cabeza— ¿Entonces no tendrás ningún problema con decirme quién te hizo eso, o sí?

—Pero es que es algo sin importancia —remarco.

—El que le restes relevancia, es lo que me hace dársela. ¿Tienes problemas en casa? —Niego, levemente—. ¿Alguien que te moleste? —interpela nuevamente y respondo con el mismo gesto— ¿Axiel entonces? ¿Fue quién hizo esto?

—¿¡Como te atreves a preguntar eso!? Él jamás, jamás, pensaría siquiera en realizar algo así —hablo por primera vez desde que comenzó con su interrogatorio y me sorprendo a mi misma al darme cuenta de cuanta confianza le deposito

—Sólo fue una pregunta. —Intenta aclarar—. Sé de sobra de lo que es capaz y de lo que no. Pero aun así...

—¿Aún así...? —le invito a terminar de hablar, mientras le chasqueo los dedos en la cara para que sepa que no tiene todo el tiempo del mundo.

En nuestra menteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora