༶•┈┈⛧┈♛ 𝑨𝒚𝒔𝒉𝒂 ♛┈⛧┈┈•༶—Gracias nuevamente por cubrirme —expreso volteándome hacia Denís una vez estoy totalmente arreglada.
—Sabes que lo hago con gusto. Aunque sería mejor que hablaras de éstas cosas con tu madre, que para eso lo es —informa reacomodando un mechón de mi pelo por detrás de la oreja.
—Quizás tengas razón pero... —me detengo pensando mucho en ello.
—¿Pero...?
—Sabes como es de intensa. Bueno, últimamente no tanto pero no se como reaccionaría al saberlo y eso es algo que, por un lado me aterra y por el otro...
—¿Sería liberarador? —sugiere y asiento despacio.
—Pues sí. Supongo que liberador es la palabra.
—Deberías intentar sinceraros la una con la otra, ¿y quién sabe? Puede que algo cambie.
—Sí, tal vez —mascullo sopesando esa posibilidad.
Recojo la pequeña mochila que reposa sobre mi cama y camino hacia la cómoda para tomar mi celular y guardarlo dentro cuando su próximo comentario me detiene en el acto.
—Se que no debería decirte esto ahora, ya que estas a punto de salir con ese chico, lo cual me parece excelente que continúes con tu vida, pero recuerda que tu perdiste a un hermano, sin embargo ella perdió a su hijo varón y siente que también te pierde a ti.
—¿Cómo sabes? —termino lo que iba ha hacer y camino hacia la puerta sin embargo espero en ella a su respuesta.
—Por que no eres la única que me revela sus sentimientos, y me gusta considerarme como parte de la familia y si veo que ésta no está bien me veo en la obligación de intervenir.
—Lo eres —aseguro—. Gracias —vocalizo una última vez antes de salir y bajar por las escaleras.
Mientras conducía hacia la casa de Axiel le di vueltas en mi cabeza a varias de las cosas que había dicho Denís y pude reflexionar sobre algo en particular, eso último que dijo. Después de la muerte de Ash yo me concentré tanto en mi dolor que olvidé por completo el de ella y eso, eso fue egoísta. Al llegar toqué dos veces el claxon justo como él me había indicado y no tardó ni un minuto en hacer acto de presencia.
Para qué decir que se veía realmente bien, si para mí siempre se va así, pero total. El día de hoy lleva una chaqueta de mezclilla azul fuerte y por debajo una camisa gris, pantalón negro y zapatos azul con suelas blancas. Por mi parte yo lucía una blusa roja un tanto ancha de cintura, con un largo pantalón blanco y zapatos Fila de igual color. Mientras estaba charlando con Denís en mi habitación había permitido que ella me maquillara, no porque yo no supiera, si no porque se había ofrecido y no vi ningún inconveniente en eso.
Bajo del auto en cuanto se halla a pocos metros de mi y me quedo tiesa en el lugar esperando. Ahora que había llegado me han entrado unos nervios descomunales, porque la verdad es que ya ha pasado tiempo desde la última vez que salí en plan romántico con un chico y he olvidado lo que se siente.
Lo siguiente fue muy gracioso y incómodo porque él se acercó a besarme, creo, y yo de idiota extendí la mano al mismo tiempo en saludo y luego fue a la inversa. Total que acabamos mirándonos fijamente sin saber que hacer.
—¿Que no debería de ser más fácil? —comenta Axiel divertido.
—¿Sí no? Es... no sé, los nervios supongo. Oficialmente es nuestra primera cita y ya sabes —anuncio encogiendome de hombros—, es diferente, no sé en qué sentido la verdad, pero... ¿Sabes qué? Actuemos como siempre.
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En nuestra mente
Teen FictionApática, asocial y malhumorada son pocas de las cualidades que representa. Marcada por un trágico y difícil pasado ha distanciado a todo aquel que conocía. Pero todo esto cambiará cuando por cuestiones de la vida termine haciendo de niñera para la h...