❀•°•════ஓ๑ 𝑨𝒎𝒃𝒐𝒔 ๑ஓ════•°•❀
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—¡Apresurate Megan!
—Ya voy.
Genial. No escuché la alarma. Aysha dijo que pasaría a recogernos a las siete y media ¡y ya casi lo son! Aún no había terminado de vestirme, que por cierto, tuve que empezar mientras bajaba las escaleras, y mi hermana se está tardando un año en desayunar.
Terminando de colocarme el jersey blanco, tomo de la mesa el vaso de café con leche y lo vacío en cuestión de segundos ignorando el hecho de que todavía está caliente y luego agarro uno de los paquetes de galletas María que descansan sobre la mesa, lo abro y comienzo a comerlas de una en una mientras veo como mi hermana termina el suyo.
Una vez acaba, le ordenó subir y lavarse los dientes en lo que yo subo a mi habitación y termino de alistarme. Aun siento el escozor en los ojos debido al sueño y a la forma brusca en en que me desperté. O mejor dicho, en que me despertaron. A base de golpes y gritos de ¡Despiértate! y ¡Vamos a ir tarde por tú culpa! cortesía de mi dulce e inofensiva hermana. Lo peor es que tiene razón.
Al los pocos minutos escucho el timbre de la casa y bajo las escaleras de dos en dos. Llegó a la puerta casi al mismo tiempo que Megan, la cual el día de hoy está de unos ánimos envidiables.
—¿Ya llegó? ¿Nos vamos ya? —pregunta mientras da grandes saltos en su lugar— ¿Eh Axiel? Pero abre, ¿a qué esperas?
—A que te tranquilices.
Deja de dar brincos.
—Vale, ya lo hice.
«Se vuelve a escuchar el timbre de la casa»
—Ahora abre —me ordena Megan.
Muy bien. Sujeto el pomo de la puerta y lo giro permitiéndome ver a las dos personas que se encontraban tras esta.
Síp. Leíste bien, dos. Sebastian y Charlie, y me puedo hacer una idea de el porque están aquí.
—¿Vas a ir así? —saluda Charlie dandome un rápido escaneo— ¿No crees que te has arreglado demasiado?
¡Y sí! Olvidé decirles.
—¿Qué hacen estos aquí? —escucho decir a mi hermana.
—Tú qué crees que hacemos —le responde Sebas apoyando un brazo en el marco de la puerta.
Abro la boca para decir no se qué, y la vuelvo a cerrar con la misma rapidez. Voy a tener que hacer muchas aclaraciones.
Bueno por lo menos Aysha no ha llegado y eso me daría algo de tiempo a... Nada. Por encima del hombro de Charlie observo como un auto negro se estaciona justo al frente del de Sebas y claramente se a quien le pertenece. Un auto así es muy difícil de olvidar.
—Ya llegó —anuncia mi hermana y como puede se abre paso a través de mis amigos y sale corriendo en su dirección, lo que causa que ellos miren a sus espaldas. Doy un paso al frente sin saber muy bien lo que voy a hacer. Pero si de algo si estoy seguro es que lo tengo que resolverlo de la mejor forma posible.
—Oigan chicos lamento decirles que hoy no voy a ir al gimnasio.
—¿Cómo dices? —pregunta Sebas volteandose nuevamente.
—Verán —comienzo a hablar mientras doy dos pasos al frente haciéndolos retroceder—, hoy voy a llevar a mi hermana al zoológico. Lamento no haberles avisado antes. Lo olvidé.
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En nuestra mente
Teen FictionApática, asocial y malhumorada son pocas de las cualidades que representa. Marcada por un trágico y difícil pasado ha distanciado a todo aquel que conocía. Pero todo esto cambiará cuando por cuestiones de la vida termine haciendo de niñera para la h...