CAPÍTULO SEIS

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-¿Qué tal les pareció la salida? -mi tía preguntó cerrando la puerta de mi departamento

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-¿Qué tal les pareció la salida? -mi tía preguntó cerrando la puerta de mi departamento.

-Más o menos, solamente por el hecho de que usted le haya dado mi número a una chica desconocida -me lancé al sofá cansado.

Mi tía me miraba con tristeza y mi mamá me miraba con enojo.

¿Dije algo malo?

-Lo siento mucho, no quise hacerte molestar -me levanté del sofá porque note que en serio si había dicho algo malo. Mire a mi mamá y vi que me quería matar con su mirada. Si las miradas matarán...

-No, tía, solamente estaba bromeando -reí leve para que me creyera y mi mamá me siguió.

-Oh, tontín, siempre tan gracioso -se hecho a reír y luego se acercó a mi para darme un beso en la mejilla -. Ya vuelvo, iré a bañarme -se fué.

Mi mamá se acercó a mi con su mirada matadora.

-No vuelvas hacer eso, Ayres -advirtió y yo asentí con la cabeza-. Si no, te voy a volver a llamar tontín -me revolvió el cabello con su mano y luego se fue. Yo reí y grité:

-¡Ten seguro que no va volver a pasar! -y luego escuché una risa de su parte.

Cuando menos lo espere ya era lunes, y estaba arreglándome para ir a trabajar, ya que era mi primer día de trabajo en el Café's Sweet. Me termine de vestir y salí a la cocina para comer algo antes de irme. En la cocina estaba mi mamá preparando algo. ¿Qué hacía despierta tan temprano?

-¿Crees que olvide que hoy tenía tu primer día de trabajo? -se volteó y me dió un beso en la mejilla.

-Buenos días, mamá -le devolví el beso -¿Qué estás preparando?

-Adivina... -olí lo que estaba cocinando e inmediatamente reconocí lo que estaba preparando.

-Albóndigas.

-Si, pero es para el almuerzo. Ahora ve y come lo que te deje en el comedor -asentí y fuí a comer. Paso veinte minutos y luego de comer me fuí rápido para no llegar tarde a mi primer día de trabajo en ese lugar.

Ya estaba en el Café's Sweet. Tenía medía hora trabajo aquí y me sentía agusto, pero todo eso se esfumó cuando una persona me había estado molestando desde hace rato.

¿Qué tenía esta chica conmigo?

-Nunca te imagine trabajo aquí, te soy sincera -no le presté atención -. ¿Me estás escuchando, Ayres? -pregunto mirando mi placa en mi uniforme. Me giré para verla y ella se asustó por la expresión que llevaba.

-Si, Heather, si te escuché -le dije un poco molesto y ella me dejó de fastidiar, al menos por un rato.

-¡Hola, tontín, que gusto verte por aquí! -oh, no. No, no, no, no. Me giré lentamente y ví a la persona que no esperaba ver.

La chica del Café © [#1] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora