CAPÍTULO DOCE

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¿Por qué?

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¿Por qué?

Está pregunta me la he hecho tanto como a mí, como a Leymir, mi jefa.

-Lo siento, chicos -ella nos miraba con tristeza, y digo nos miraban porque Heather también estaba al lado mío, pero consumida por sus pensamientos, y creo que la noticia le afecto.

-No lo puedo creer... -Heather murmuró.

-¿Cómo sucedió esto? -esta vez fui yo quién le hablo a Leymir.

-Alguien puso una denuncia a esta cafetería, y ahora tengo que cerrar el local, o si no tengo que pagar una multa de mil dólares.

¿Qué?

-¿Quién hizo la denuncia? -Leymir se encogió de hombros y negó con la cabeza.

-Lamentablemente no lo se... Y lamentó tener que despedirlos, pero voy a tener que cerrar este lugar -ella finalizo e iba a irse pero Heather no la dejó.

-Leymir, no puedes hacer esto...

Ella suspiró- Heather, eres como una hija para mí, y te aseguro que si fuera por mí no te hubiera despedido, ni a ti y a Ayres, y tampoco cerraría este lugar, pero no puedo hacer más nada -le sonrió con una tristeza para luego irse

Heather gritó de frustración y tiró su gorra al suelo de lo molesta que estaba, para luego hacer algo que me dejó sorprendido. Se acercó a mí y me abrazo, yo le acariciaba la espalda mientras ella trataba de mantener su respiración moderada porque estaba agitada.

-Todo va a estar bien, Heather...

Ella sorbió por la nariz y eso me hizo saber que estaba llorando.

En realidad, si le afecto la noticia. Claro, a mi también me afectó porque apenas tenía un mes de estar aquí, pero, en cambio ella tenía años por lo que me había contado, ya eso era otra cosa diferente.

Ya después de eso, nosotros dos íbamos a dejar nuestros uniformes pero Leymir nos dijo que podíamos conservarlo de recuerdo y así hicimos. Luego Heather se quedó un rato en el lugar para despedirse de él y después nos fuimos a mi departamento.

-¡Hola, chicos! ¿Qué tal les- -mi tía se interrumpió así misma cuando vio la cara de Heather y la mía- Guao... ¿Qué pasó?

Yo suspiré antes de hablar- Nos acaban de despedir.

-¿Qué hiciste, Ayres? -mi mamá me habló con un tono de cierta molestia.

-Su hijo no hizo absolutamente nada, señora Claudia -esta vez habló Heather por mi-. Van a cerrar el lugar, por eso lo hicieron.

-Oh, cariño lo siento mucho -mi mamá me dio un abrazo y luego le dio uno a Heather.

-Pusieron una denuncia en el lugar, y ahora tendrán que cerrarlo. -Expliqué.

La chica del Café © [#1] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora