CAPÍTULO ONCE

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-¿Me amas, Ayres?

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-¿Me amas, Ayres?

-Más que a nada...

-Lo se... Pero yo no soy buena para ti. Entiende eso -ella agachó la cabeza.

-Eso no me importa, Darlis.

-Pero... ¿Y si no soy lo que esperabas? -ella me miro.

-Claro que eres lo que esperaba -confesé.

Ella se levantó.

-No pierdas tu tiempo conmigo si no soy lo que quieres honestamente -ella estaba dispuesta a irse pero lo la sujete del brazo para detenerla.

-Darlis... Claro que te quiero.

Abrí los ojos de golpe y mi respiración estaba agitada por el sueño que había tenido. Me pare de mi cama, fui directo al baño y vomité, porque no podía seguir conteniendo las náuseas. Luego de ese desastroso momento, me bañé y me vestí para salir a la sala como si no hubiera pasado nada.

-Buenos días, cariño -mi mamá se acercó y me plantó un beso en el cachete.

-Buenos días, mamá -le devolví el beso y fui a sentar en la mesa.

Mi mamá se me quedaba viendo extrañada y yo estaba confundido por eso.

-¿Está bien, Ayres? -ella avanzó hacía mí para sentarse en la silla que estaba al frente de mí.

-¿Por qué lo preguntas?

-Te veo extraño, es eso.

-Oh... No es nada mamá, no te preocupes -le di una sonrisa de medio lado y ella se quedó un poco más tranquiles

-Esta bien, y cambiando de tema, lamento informarte que no hay nada en la nevera y por eso tienes que ir a comprar al supermercado

Mi madre dijo con un poco de diversión, porque sabe que hoy quería descansar. ¡Es sábado! ¿A caso no puedo siquiera descansar los fines de semana?

Bufé y mi mamá soltó una risilla.

****

Frutas... Vegetales... Condimentos...

¿Qué más podía llevar?

Ah, si, lo que no puede faltar, unos ricos Ruffles.

Agarré dos bolsas de Ruffles y las metí en el carrito de compras. Seguí avanzando y fui metiendo más comida y cosas para llevar. Estaba tan entretenido que no miraba para adelante al caminar que de repente choque mi carrito con el de otra persona.

-¡Lo siento! -me disculpe con la chica que había chocado mientras ella recogía algunas cosas que se habían caído.

-No te preocupes, a cualquiera le pasa.

La chica del Café © [#1] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora