Capitulo 5

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Apreté mis ojos que aún se mantenían cerrados

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Apreté mis ojos que aún se mantenían cerrados.

Esto debía ser una mala jugada de la vida.

—¡Tú! —el tono recriminador me aturdió y di un paso hacia atrás.

—No esperaba encontrarte aquí y..., tan pronto.

—¡Ni siquiera esperabas encontrarme! —su perfecto rostro estaba fruncido en una clara postura de disgusto.

—¡Claro que si! —repliqué con una sonrisa nerviosa.

Giulia se acercó a mi y puso su dedo índice en mi frente, empujándola hacia atrás con fuerza.

—¡Eso es por no haber avisado que llegaste! —pasó sus dos brazos alrededor de mi cuerpo—, Y esto es porque te extrañé.

La apreté aún más en el abrazo que teníamos, yo también la había extrañado tanto. Ella fue la persona que nunca me falló y que siempre estuvo para mi en todo momento. La amaba, era como una hermana, como mi otra mitad.

Cuando rompimos el abrazo colocó sus manos en mi rostro.

—Mas te vale tener esas manos limpias —elevé una de mis cejas, bromeando.

—Eres insoportable.

—Esta insoportable dice que estas radiante, tus rulos nunca te sentaron mejor —mi amiga era preciosa, su cabello negro ondulado le llegaba a sus hombros, su piel era tersa y con un color chocolatoso, adoraba usar accesorios que contrastaban con su paleta de color natural.

—Siempre lo estuve —dio una vuelta pasando sus manos por su cuerpo y finalizando en una pose—. Tú no estás nada mal ¿eh?

Sonreí negando con la cabeza.

—¿Que haces aquí? —pregunté señalando con la cabeza el establecimiento.

—¡Daa! Trabajo aquí —contestó como si fuera una obviedad—. Tienes enfrente a el jefe del área de finanzas, mejor dicho, LA jefa, si, soy una mujer muy orgullosa.

—¡Felicidades Giulia! —realmente me ponía feliz su progreso laboral.

—Gracias, linda. ¿Tú qué haces aquí?

—¡Daa! Trabajo aquí —la imité y solté una carcajada—, en realidad es mi primer día, hace poco tuve la entrevista y hoy empieza mi período de prueba, si todo sale bien, nos veremos un poco más seguido.

—Mas seguido desde los últimos dos años eso seguro —su teléfono sonó y abrió los ojos—, me encantaría guiarte, amiga, pero tengo que ir a hablar con alguien que me está esperando, nos vemos pronto.

Luego de besar mi mejilla se fue por el lugar por donde yo había entrado hace unos minutos.

Tomé aire profundamente y lo expulsé. Sentía en cierta parte de los hombros unos calambres que enviaban pinchazos a lo largo de mis músculos, los nervios me podían y las ganas de ir al baño aumentaban.

Opción D: Amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora