—Siento como si volviera a tener quince años —hundí mi rostro entre mis manos al percatarme de la realidad en mis palabras.
—¿Cuáles son tus síntomas? —preguntó Francesca como si tuviera un doctorado y fuera a diagnosticarme.
—Apenas Eric se fue y volví a su casa, ni bien me acosté a dormir millones de escenarios falsos —enfaticé la última palabra— de él y yo se apoderaron de mi mente.
—¿Escenarios cómo?
—¿Nunca te pasó tener a alguien que te gustara mucho tanto que hacía que tu estómago doliera con el cual te imaginaste una vida entera antes de dormir? ¿Y sobre todo que cuando estabas por llegar a la mejor parte te quedas dormida teniendo que retomar la historia otra noche?
Francesca frunció el ceño mientras sopesaba mis palabras.
—No, creo que no.
—¿De verdad? Pensé que era algo que todas hacíamos.
—¿Idealizar algo que no existe?
Hice una mueca.
—Dicho así suena mal.
La realidad era que había pasado casi toda la noche imaginando como continuaría la relación entre Eric y yo cuando volviera de su viaje, ni siquiera habían pasado doce horas desde que se fue y ya estaba extrañándolo y, el hecho de volver a ese hábito que tenía cuando era adolescente, me preocupó.
¿Funcionaría nuestra relación ahora que ambos habíamos crecido y de cierta forma madurado? No era ni tonta ni ingenua, sabía que entre nosotros había resurgido algo, honestamente no puedo decir si fue desde la cenizas de un viejo amor o que ambos nos encargamos de construir una chimenea y ponerle carbón, supongo que eso no es lo importante ahora.
—He estado pensando y... —mordisquee la uña de mi pulgar—. Creo que me gustaría arriesgarme.
—¿Quieres volver con él?
—Quiero... intentar otra vez, no puedo seguir ignorando el hecho de que mi corazón se acelera cuando él está cerca o tiene algún gesto lindo hacia mi.
—¿Piensas que estás enamorada de él?
—Yo... No lo sé.
Estar enamorada era casi sinónimo de estar jodida, no obstante, no sé hasta qué punto pueda sentir eso con él.
—Sabes, estar enamorada es algo fuerte y algo complicado de admitir y asimilar, tal vez lo que tú tienes son ganas de recuperar un amor pasado, supongo que sabes que ambos cambiaron y que ese amor no será el mismo.
—Claro que lo sé.
—Lo más importante es que no confundas un ensoñación con la realidad, no tienes que esperar que Eric sea como el hombre con el que te estuviste por casar porque a lo mejor cambió, fue bastante el tiempo que estuvieron separados y a lo mejor deben intentar volver a conocerse.
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Opción D: Amarte
Novela JuvenilCrecieron junto a un amor que juraba ser fuerte y superar cualquier adversidad que se atreviera a enfrentarlos. Él la amaba, adoraba y protegía, decía siempre que ella era la indicada. Ella lo hacía feliz, cuidándolo y protegiendo su corazón. Pero l...