Emir llegó a la habitación y la tiró sobre la cama.
-—¿Qué crees que hace? ¿Estás loco? Esto es un secuestro.
-—Quieres hacer el favor de callarte, pareces un radio sin cuerdas.
Adhara Raphaella lo fulminó con la mirada, se puso de pie quitó su gabardina y se la lanzó con coraje, cogió unas sábanas y se envolvió en ella.
-—Toma tu ropa, no la quiero, no soporto tu olor.
—¿Es en serio? Tú definitivamente estás loca. —Expresó ya algo molesto y agarrándola del brazo para detenerla a que salga en esas fachas y sus hijas la vean. Los golpes en la puerta le llamaron la atención.
—Emir, soy yo, abre por favor.
—Pasa Ezra, y por favor ve si puedes ayudar a esta loca.
Adhara Raphaella le lanzó una almohada a su espalda mientras salía.
—Loca tú...Emir se volteó a mirarla, y Adhara le sacó el dedo medio. Emir pretendió regresar pero Ezra lo detuvo
—Ve con las niñas por favor, te esperan.
Adhara Raphaella miró a Ezra y luego la puerta cerrarse.—Disculpa, pero tu esposo me trajo a la fuerza, es un idiota tratando de deslumbrar me con una tienda de ropa entera dentro de una pastelería.
—Tranquilízate, ven vamos para que te des un baño y te doy algo que quede a tu medida.
—No hace falta, llama un taxi para irme, por qué no se la dirección.
—Pero primero...
—Primero nada, por favor mejor llama a mi chófer.
Ezra marcó el número en el celular de Adhara Raphaella y está llamó para dar la dirección de donde estaba.
Media hora después estaba bajando las escaleras envuelta en una sábana blanca y subiendo a su auto sin mirar atrás.
Salió de ahí pensando no volverlo a ver
—Jamás te volveré a ver grandísimo idiota. - Se cuestionaba en voz alta.
Subió al auto y a lo lejos Emir la vio irse envuelta en esas sábanas.
—Será posible, en cinco años no me había topado con una loca así.
Todos en el jardín compartiendo en el cumpleaños número ocho de las gemelas Aksoy, sin darse cuenta de que eran vigilados, pues Genevieve había dado nuevamente con ellos.***
Genevieve luego de ser echada nuevamente como a un perro de la mansión Aksoy, fue al departamento de Waleska, subió se colocó el yeso en su pierna y fue a la habitación.
Dos horas después ya entrada la madrugada llegó Waleska.
—¿Cómo está Lavinia? ¿Cuándo le dan de alta? ¿Dónde se está quedando?
—Alquilamos este departamento Juntas, y ahora seremos tres, pero si estado es estable en dos días le dan el alta.
—Me alegra mucho que esté bien, y que esté de regreso.
Waleska volvió a su habitación, se duchó y durmió, muy sigilosamente Genevieve se adentró en la habitación de Lavinia, miró toda sus pertenencias, vio sus documentación que había traído Waleska.
Cogió todo el dentro de Lavinia un bolso con prendas de vestir y salió sin ser escuchada.
Pidió un Uber, y ya muy lejos compró tinte negro y lentes de contacto negro, usó vestidos largos, un suéteres, lentes y era completamente diferente.
Fue a la agencia de trabajo, para poder acercarse a la familia Aksoy.
Los meses pasaron convirtiéndose en años, años de frustración y ansiedad por no conseguir lo que quería.
Logró ingresar a las empresas Aksoy, era de la limpieza, y eso la frustraba, "¿Se puede caer más bajo? todo por querer tener una vida de ricos, y me estoy matando en estos miserables trabajo. —Se cuestionaba y maldecía mentalmente.
Había perdido el rastro de las gemelas y de Emir.
Vio a Ugür entrar a la oficina de Zeynep y se acercó a escuchar sin ser vista
—Zeynep, prepara todo para el viaje a Francia, yo no iré pero mis padres y hermanos si.
—Enseguida señor, ¿y por cuántos días?
—No lo sé, solo prepara el viaje y que Emir los reciba allá.
—Muy bien señor, enseguida.
" Yo también iré, y esta vez será Emir"
Investigó, y dio con la información de la aeromoza usurpó su lugar y pudo infiltrarse con ellos y entrar legalmente a Francia.
Asaf Yagmur, Defne, Ezra y Demir llegaron al aeropuerto en París, luego de varias horas de vuelo.
Los autos esperaban fuera y mientras ellos caminaban por los pasillos, eran seguidos a distancia por Genevieve.
Subió al Uber y siguió los autos y llegaron sin darse cuenta de aquella mujer despreciable.
Los días pasaron y pudo ver todo los movimientos de cada uno de ellos, siguió al colegio y pudo por fin acercarse a las niñas.
—Hola pequeña, Aylín Dylara, ese es tu nombre ¿Verdad?
—¿Quién eres tu, y como sabes mi nombre?
—Las conozco muy bien, tú y tu hermana crecieron aquí en mi panza, yo soy su madre. - Soltó de una sin medir las consecuencias, señalando su vientre.
Las pequeñas se quedaron de piedra al escuchar tremenda confesión, y fue Yara Elif la más ansiosa y entusiasmada en preguntar primero.
—¿Tú eres nuestra mamá? —Preguntó muy emocionada Yara.
—Si mi amor, soy yo, ¿tu padre no se los dijo? El me las quitó cuando nacieron, y se vino a Francia.
—Cuando nosotros venimos a Francia, Yara Elif y yo teníamos tres años, ¿Dónde estuviste en esos tres años que estuvimos Estambul?
—Tu padre no me dejó acercarme a ustedes.
—Tiene que haber una razón para que mi padre haga esto, hablaré con el, y le preguntaré.
Eso le preocupó a Genevieve.
—No, no lo hagas mi vida, después ya no podré verlas más, por favor. - Pidió fingiendo llorar.
—Lynn, por favor, no le digas a papá, ya tenemos a mamá.
—Liff, ella es una completa desconocida, jamás trató con nosotras no la conocemos ni ella a nosotras.
—Es nuestra mamá Lynn, y yo quiero tener una.
—Dejen de discutir niñas, nos veremos y nos conoceremos, pero no les digan a papá, volverá a separarnos. —Le ordenó en tono un poco alterado.
Aylín Dylara la miró y frunció el ceño.
—Vamos Elif, yo le voy a contar todo a papá.
—No, por favor.
Aylín llevó de la mano a Yara Elif mientras ella miraba hacia atrás.
—No le cuentes a papá, por favor.— Pidió Yara Elif
—Sabes que no tenemos secretos con papá. —Cuestionó su gemela.
—Por favor. —Pidió de forma suplicante.
—Solo por esta vez Yara, solo por esta vez.
Yara Elif logro convencer a su gemela y sin que se diera cuenta guardó la nota que Genevieve le dio.
Subieron al auto y fueron llevadas por el chófer.
Llegó el día de la fiesta, todos estaban en el jardín, mientras esperaban a Emir, Yara Elif cogió el teléfono y marcó el número que le dio su madre.
—Hola mamá! —Habló muy bajo.
—Hola pequeña Yara Elif. ¿Verdad?
—Si, soy Elif, mami, ¿vendrás a nuestra fiesta de cumpleaños?
—Algo mejor, tu vendrás conmigo a celebrar tu cumpleaños. ¿Te parece?
—¿Y Aylín? Ella no querrá ir con nosotras.
—Pero contigo será suficiente, vienes y nos divertiremos.
Genevieve logró convencer a su pequeña e inocente hija, Yara Elif salió sin que nadie la viera todos estaban en el jardín mientras Emir peleaba con Adhara Raphaella en su habitación, Yara Elif subía a un auto para marcharse con Genevieve.
—¿A dónde vamos, mamá?
—Muy lejos de aquí, no divertiremos mucho, ya verás.
—Tengo miedo mamá, jamás me alejé de mi hermana.
—Pues ya es hora de que seas una niña independiente, ahora serás tú, y no dependerás de tu hermana.
—¿A que hora regresaremos? No quiero que se den cuenta.
—Tú vivirás conmigo, ya no volveremos a estar separada.
La pequeña Elif sintió estremecer su pequeño ser, jamás se había separado de su gemela, y mucho menos de su familia.
En la mansión, Aylín estaba en su habitación, sentía una rara sensación de angustia, sintió su corazón agitado, y salió de prisa a la habitación de su hermana.
—¿Yara? ¡Yara! —Gritó llamado la sin tener respuesta, miró en toda la habitación sin encontrarla, salió de ahí y fue a la de su padre, y no encontró a nadie, bajó corriendo las escaleras y fue al jardín.
Emir la vio agitada y corrió a su encuentro.
—¿Qué sucede Aylín? —Preguntó temiendo lo peor.
—Padre, Yara no está por ningún lado, la busqué y no la encuentro
—¿Qué estás diciendo? ¿Cómo que no está.
—Todos se alertaron y empezaron a buscar a la pequeña Yara.
Aylín sentía más angustia sabía lo que sentía su gemela, estaban tan conectadas que sentían cada sensación entre ellas.
—Tiene miedo papá, mi gemela está muy angustiada, ¡se ha ido! ¡se ha ido! papá. —Expresó con desespero.
—No entiendo, ¿Dónde se ha ido?
—Una mujer que dice ser nuestra madre se nos acercó, y...
—¿Qué estás diciendo Aylín? ¿Cuando?¿Dónde?
—Ayer, al salir del colegio, papá.
—¿Y por qué no me lo dijiste? Esa mujer es muy peligrosa.
—¡Padre! Mi hermana.
—Tranquila hija la encontraremos.
Emir cogió el celular y dio la información a la policía, esta vez Genevieve no se saldría con la suya, aunque fuera su hija, se la estaba llevando en contra de su voluntad, y ella teniendo identidad falsa.
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UN TRATO CON EL CEO (5to libro de la saga cielo eterno)
Non-Fiction¿Que pasa cuándo los malos entendidos te llevan a proponer Un trato con el CEO ? Adhara Raphaella, por vengarse del hombre que le destrozó la vida a su hermana, ve en Emir el candidato perfecto para su propósito. Un hombre que no cree en el amor, y...