CAPÍTULO 9

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Adhara Raphaella en el momento en que subió a su auto, a pesar de ir muy molesta no dejó de ver el auto y a la mujer llevarse casi arrastrando a la pequeña que ella no conocía, y no sabía que era la hija de Emir.
- Albert, estás viendo lo que yo, ¿Verdad? No es imaginación mía.
- No señorita, la niña va mirando hacia atrás, es como que no está convencida de querer ir.
- Síguela. - Ordenó poniéndose un shorts y una sudadera.
- Si señorita.
Siguieron al auto a una distancia moderada, y sin perderle la pista, el auto que conducía Genevieve llegó a un barrio alejado de la ciudad, y vio el momento en que Genevieve bajó a la pequeña casi a jalones.
- Si ves que no salgo en diez minutos, por favor llama a la policía.
- Señorita, no creo que sea buena idea que usted se arriesgue.
- Alfred, no tengo opción, la perderemos de vista.
- Está bien señorita, pero por favor cuídese, después su padre me cuelga si le sucede algo.
Adhara Raphaella salió y caminó muy de prisa para acercarse al departamento donde la vio entrar

En el auto de Genevieve.
- Mamá, por favor vamos por Lynn, no quiero que la dejemos.
- ¡Ya basta! Ya, Yara, eres muy grande cita. para entender mejor las cosas, tu hermana no me quiere, te podrá en mi contra.
- No mamá, no.
- ¡Basta! No soporto tus lloriqueos, niña.
A Yara Elif se le rompió el corazón en mil pedazos, conocer ese lado desagradable de su madre no le fío una buena impresión, empezó a temblar, y poco a poco empezó a tener más miedo cuando vio la maleta de Genevieve lista.
- ¿A dónde iremos? No quiero irme sin mi hermana, por favor mamá
- Muy lejos, y por favor cállate, no soporto los niños llorones y molestosos.
- Entonces, déjame ir, si te molesta dejan ir, por qué siempre lloraré.
- No, no te irás de mi lado.
Genevieve saco la maleta y la llevó al auto, luego volvió a entrar para sacar a Yara Elif casi arrastras, escabullida entra los muros, Raphaella vio y escuchó todo lo que ellas discuten.
- No quiero ir, no quiero ir contigo, ¡Papá! ¡Lynn! - Gritó Yara forcejeando para soltarse del agarre de su drástica madre.
- Soy tu madre, y tú me obedecerá.
- No, no soy tu hija, tú no eres mi madre, ni te conozco.
Una sonora bofetada se escuchó y fue cuando las puertas se abrieron.
- ¿Cómo te atreves a maltratar la?
Yara por impulso corrió a los brazos de Adhara Raphaella y esta la recibió en los suyos.
- ¡Mamá! - Gritó con desespero y cayó desmayada. La impresión de lo vivido le causó un colapso.
- ¡Mi amor! - Expresó Adhara Raphaella por instinto, mientras Genevieve trataba de arrebatarle a la niña.
- Suelta la, es mi hija, ¿Con qué derecho vienes a intervenir? - Vociferó furiosa Genevieve, al ver la escena, de un amor inesperado, que parecía ser desde siempre correspondido ente Yara y esa desconocida.
Adhara Raphaella la miró y respondió furiosa también.
- Si fuera tu hija, no la tratarías así.
Intentó salir llevando a la pequeña, paro Genevieve no se lo permitió, al dejarlas encerradas.
Genevieve subió a su auto y salió del lugar tan de prisa, mientras era seguida por la policía, y tras la policía los carros de Emir.
Alfred al ver que Raphaella no regresó en el tiempo determinado, llamó a la policía y justo en ese momento estaba Emir con ellos.
Raphaella y Alfred, llevaron a Yara al hospital más cercano. Alfred manejó lo más rápido que pudo pasando las señales de tránsitos y semáforo en rojo, llegó al hospital, bajó casi corriendo, cogió a la pequeña Yara y fue al interior de emergencia seguido por Raphaella.
- Un médico, un médico. - Gritó desesperada.
Los médicos recibieron a la pequeña Yara Elif y fue atendida, realizaron los exámenes correspondiente después de que Adhara Raphaella explicara lo sucedido con Yara.
- Señorita Raphaella, mire las noticias. - Dijo Alfred mirando una pantalla en la sala de espera.
" La persecución de Genevieve koslov, por secuestro, intento de asesinato y falsificación de identidad."
- Esa mujer era una delincuente, y es la madre de esta niña. Vamos tenemos que ir a buscar a su padre, Emir, creo es el nombre, iré a buscarlo y decirle que su hija está hospitalizada.
- Deje que yo lo haga señorita.
- No Alfred, quédate al pendiente de lo que se necesite.
Alfred asintió y Adara se marchó en busca de Emir. Subió al Uber dio la dirección y fueron a la mansión Aksoy, esta estaba llena de policías bajó del Uber y caminó hasta llegar a las puertas que estaban abiertas.
- Señores Aksoy, encontraremos a su hija, si no estaba en el auto con esa delincuente es por que debe haberla dejado en otro lugar.
- Yo tengo a la niña. - Expresó en voz alta Raphaella, al momento de escuchar que no daban con el paradero de Yara, y sin imaginar lo que ese acto de valentía le causaría.
Todos miraron en dirección a la puerta, y fue Emir el primero de adelantarse y caminar furioso en su dirección.
- ¡Tú!, ¿Cómo te atreviste a llevarte a mi hija? ¿Tan grande fue tu coraje que te desquitas así, secuestrando a mi hija? - Expresó muy enojado y sin entender razón la tomó por los hombros y la apretó tan fuerte que un gemido salió de su garganta.
- ¡Contesta!- Gritó, y todos estaban a la expectativa de esa respuesta.
- La pequeña está en el hospital general. - Respondió sorprendida por la reacción de el padre de Yara Elif.
Emir la apretó tan fuerte marcando sus hombros y la empujó al suelo, haciendo que Adhara se golpeara la cabeza, un oficial corrió a ayudarla mientras Emir salía dando una orden.
- Arresten la, y que jamás salga de la cárcel.
Adara trató de hablar pero el dolor que sentía era tanto que no pudo, el oficial la llevó a la estación donde encontró a Alfred quien corrió para ayudarle.
- Señorita Raphaella, se encuentra bien, me trajeron arrestado acusado de secuestro, no quiso escucharme el padre de la niña.
- Ese energúmeno, pero está bien, hoy mismo nos vamos a Londres.
Los policías hicieron las respectivas investigaciones, Adara hizo la llamada a Dante para que dejara filtrar su información personal.
Comprobaron que era estudiante de cardiología pediátrica y que Alfred era su guardaespaldas personal, y los dejaron libres de toda acusación, no eran deli cuentes .
- Vamos Alfred, llamaré a los chicos para que se preparen para regresar a Berlín.
- Ya organicé todo y en el momento que salgamos de París toda su información será eliminada.
- Vamos Alfred, este cumpleaños jamás lo olvidaré, y a ese energúmeno menos, lo detesto a ese grandísimo imbécil.
Adhara Raphaella llamó a Toria, a Yoris, y a Daimon, par regresar a Alemania.
Una hora después estaban abordando el jets privado de Adhara para irse y no volver jamás a París.
Alfred envió el mensaje a Dante y todo rastro de Adhara Raphaella fue eliminado del sistema, Adhara Raphaella jamás estuvo en París ese día.



En el hospital.

Emir llegó como un vendaval al hospital, y pidió información para saber de la pequeña Yara.
Alfred se acercó a él para tratar de explicar lo sucedido y fue recibido de un solo puñetazo.
- Este es el cómplice de esa mujer oficial, lleven lo a prisión Igual que a esa secuestradora.
Alfred fue llevado por el oficial a la estación de policía.
El galeno llamó a emir para darle la información del estado de salud de la pequeña Yara, y la noticia que recibió lo dejó sin aliento. Su pequeña no había resistido la presión de la emoción y había sufrido un pre infarto.
Emir sintió que su mundo tembló bajo sus pies.
- Eso no puede ser doctor, mi hija es una pequeña muy sana.
- Lo siento mucho señor Aksoy, tenemos que esperar la recuperación de la niña, y de ahora en adelante debe tener mucho cuidado con ella, no tener emociones fuertes ni impresiones.
Emir escuchó cada recomendación lo que el galeno dio para el cuidado de la pequeña Yara Elif.
Una semana transcurrió y y ya podía hablar con ella y no solo verla a través del cristal de UCI. Ya estaba siendo dada de alta la pequeña paciente.
- ¿Cómo se encuentra la niña más linda del mundo? - Expresó con amor, Emir, llevando flores amarillas.
- ¡Papá! - Gritó emocionada. - ¿Ya me puedo ir a casa? Ya no quiero estar aquí.
- Esperemos lo que el doctor diga.
- ¿Alguien me llamó? - Habló el galeno entrando con la orden del alta.
- Bien está pequeña ya pude irse.
- ¡Yupiiiiiiii! Por fin me iré a casa. Papá ¿y donde está mi mamá?
Emir tensó su cuerpo al escuchar la pregunta de su hija, tragó el nudo formado en su garganta, y cuando pensó en responder, quedó petrificado al escuchar las palabras de su hija.
- Papá, una mamá muy linda me salvó de esa señora mala que dijo ser mi verdadera madre.
- ¿Qué estás diciendo?
- Eso, que esa linda mamá me salvó de esa señora mala cuando que me llevo engañada y luego cuando me golpeó Dios me envió esa mamá linda que se peleó por defenderme.
Emir trato de analizar cada palabra dicha por Yara, y fue cuando recordó a esa loca que corrió en calzones por su casa, y fue cuando cayó en cuenta de que no sabía su nombre.
- ¿Me estás diciendo que una chica de cabellos largos y ojos marrones así como de mi altura te ayudó?
- Si papá, y quiero que ella sea mi mamá.
Emir sonrió y abrazó a su hija, pero esa sonrisa no llegó a sus ojos, se dio cuenta de que había sido muy injusto con aquella chica de ojos marrones.
Salió del hospital llevando a Yara, llegó a la mansión la dejó instalada y al cuidado de Ezra, y salió como alma que lleva el diablo a la estación de policía, y pidió información sobre la investigación sobre Adhara Raphaella.
- Agente, necesito ver a la mujer que trajeron de mi casa detenida.
- Señor Aksoy, se hicieron las respectivas investigaciones y resultó que la señorita Adhara Raphaella Pierre D'Alessio es inocente de todos los cargos, ella ayudó al rescate de la pequeña Yara Elif.
- Adhara Raphaella, ese es su nombre. - Pronunció en un susurro.

UN TRATO CON EL CEO (5to libro de la saga cielo eterno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora