CAPÍTULO 23

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Zeynep llegó nuevamente al auto y volvieron al restaurante, todo el tiempo estuvo presente pero sus pensamientos eran un caos, se sentía traicionada, utilizada.

Flash Back.
Zeynep estaba de compras junto a su mejor amiga Eda.
- ¿Y sabes cómo distinguir a Ugür de su gemelo? - Preguntó entre risas Eda.
- Por su puesto que sí, diferentes, al principio los confundía, pero ya después vi sus diferentes, a pesar de se cómo dos gotas de agua, sin muy diferentes.
Ugür es más extrovertido, el señor Emir es más serio.
- ¡Vaya! Ahora es señor Emir. -Expresó mirando la con sorna.
- En realidad de quién siempre estuve enamorada fue de Ugür, yo admiro mucho a Emir, pero es Ugür al que amo con toda mi alma.
- Y hablando del reí de Roma y este que se asoma. - Dijo señalando en la dirección en la que Ugür caminaba al centro comercial.
Caminó en su dirección y se acercó a ellas.
- ¡Hola Zeynep! no pensé encontrarte aquí. Vamos las invito a comer, aquí preparan unos kebab únicos.
- Si, son muy ricos, ya los probé, vamos Zeynep.- Aceptó, y Eda dándole unos suaves empujones a su amiga que se negaba.
- Anda Zeynep, acepta la invitación. Pidió Ugür giñando un ojo y riendo, ahora era diferente a como se comportó antes de aceptar el amor que sentía por ella, Kerim hizo acto de presencia, y los cuatro pasaron la tarde juntos.
Fin Flash Back.

- ¿Te sucede algo Zeynep? -Preguntó Emir al verla distante y sacándola de sus cavilaciones.
- ¡Eh! No señor, digo si, es que no me siento bien, creo que algo me hizo daño.
El almuerzo pasó, y a la hora de volver a la oficina, Zeynep estaba muy mal como para mirar a Emir.
- Señor Emir, ¿será que puedo salir temprano? necesito ir al médico, creo que algo no me sentó bien en mi estómago.
- Si deseas, puedes ir ahora, necesito que todo esté bien, incluida tu.
- Gracias señor Aksoy.
Zeynep salió del auto y subió al suyo, fue a su departamento donde pasó noches inolvidables junto al hombre que ama, Ugür. Cerró los ojos y recordó los momento vividos en su departamentos

Flash Back,

Zeynep salió de la oficina, era un invierno frío y empezaba a caer nieve, no había un Uber que pudiera llevarla, de pronto Ugür apareció de la nada en esa avenida ya casi solitaria.
- Sube te llevo.- Habló Ugür y ella dio un brinco del susto.
- Señor Ugür, no se preocupe, ya pedí un Uber.
- ¿Otra vez con señor? Estamos fuera de oficina.
- Es la costumbre se..
- Ven sube.
- Ya pedí un uber, no se preocupe.
- Entonces espero a que venga tu Uber. - Respondió.
Zeynep casi temblaba del frío y no pasó ningún Uber, Ugür salió del auto lo rodeó y la tomó en sus brazos.
- Mujer, eres demasiado terca, estás casi congelada y no permites que te lleve.
La subió al auto y encendió la calefacción, cogió sus manos entras las suyas y trató de darle calor.
- Ves, un poco más y eras carne congelada. - Dijo sonriendo.
- No debió molestarse señor Aksoy.
Ugür guiñó un ojo y sonrió, encendió el auto, manejó mirándola de ves en cuando,
Llegaron al parqueadero del edificio donde vivía Zeynep, bajó del auto y la ayudó a subir, Zeynep temblaba del frío, Ugür la cogió nuevamente en brazos y ella empezó a estornudar.
- Te has resfriado, ahora yo cuidate de ti. - Expresó Ugür mirando sus ojos negros.
- No se moleste señor Aksoy, me preparo un té y estaré mejor.
Zeynep cada vez temblaba mas, la ropa húmeda le estaba subiendo la temperatura.
Las puertas metálicas se abrieron, y Ugür la llevó a su departamento, la llevó a su habitación, la dejó en el filo de la cama, mientras se fue a preparar el baño con agua caliente.
A Zeynep ya le dolía la cabeza y temblaba más, Ugür se acercó a ella, y la ayudo a quitarle la ropa Zeynep ya estaba ardiendo en fiebre, la miró solo en ropa interior.
- "Carajo, tengo que controlarme, ella está enfermita" - Pensó Ugür, quitó su ropa, y vio su gran erección.
- "No puedo creer que no te controles Ugür". - Se cuestionaba a su mismo.
La tomó en brazos fue al baño y se sumergió con ella a la tina con agua caliente.
- Ugür, Ugür. - Susurraba mientras sus dientes castañeaban del escalofrío que sentía. Ugür trató de sumergir la toda, luego de un rato la sacó del agua la llevó a la cama, y la envolvió en un cobertor térmico, él se envolvió en una toalla y fue a la cocina a preparar un té. Volvió con la taza y la vió temblar del frío y se acomodó a su lado para darle calor, y poco a poco Zeynep fue calmando sus temblores, durmió y cuando despertó y vio a Ugür dormido a su lado, trató de cubrirlo y el se removió en su lugar, abrió los ojos y la vio.
- ¿Te sientes mejor? - Preguntó sentándose en la cama.
- Si, gracias señor Aksoy. - Agradeció.
Ugür trató de levantarse y de pronto se olvidó que estaba solamente con una toalla en su cintura y terminó cayendo al suelo. Zeynep se quedó embelesada con la boca abierta mirando a Ugür desnudo.
- Disculpa, es que entre contigo la bañera, estabas muy mal.
Zeynep cerró los ojos mientras Ugür se envolvió en la toalla.
- Ya secaré su ropa interior.
- Eso es lo de menos, ven toma este té, te hará bien.
- Gracias señora...
Ugür selló sus labios con un beso, luego beso una mejilla y después la otra, y en cada beso que dejaba le hablaba palabras que a ella le desbordaban el corazón de emoción.
- Tus labio son de miel, y me gusta sentir ese dulce que hay en ellos.
La miró fijamente a los ojos.
- Zeynep, mi dulce Zeynep, me vuelves loco, y no tienes idea de cuánto, cuanto he deseado probar esos dulces labios.
- Ugür. - pronunció en un susurro mientras cerraba los ojos, el acariciaba sus labios.
- Deseo hacerte mía, sentirte.
- Amame Ugür, soy tuya deseo ser tuya.
Ugür profundizó ese beso exploró el interior de su dulce boca, bajó por su cuello y llegó a sus pechos, tomó uno de sus pezones mientras la recostaba sobre la cama y el se deleitaba y esas blancas cúspides que desbordaban sensualidad.
- ¡Aaaagh! Ugür.- Habló entre gemidos, Ugür siguió su recorrido y no dejo un centímetro que no exploró de su mujer amada, bebió de ese manantial que desbordaban ese néctar virgen, que era reservado solo para él.
Ugür se adentró en ella muy despacio, y se abrió camino en su interior, y llegó al centro no solo de su interior si no, de su alma, de su corazón.
Esa noche no solo fue una entrega de cuerpos, era una entrega de almas, de corazón y vida, Zeynep amaba a Ugür más que sobre todas las cosas, y se entregó a él.
Ugür traspaso esa barrera y se quedó para que ella de acostumbre a su tamaño.
- Mi dulce Zeynep, mi amor te amo, te amo. - Susurró entre sus labios mientras el entraba y salía de ella y ella salía a su encuentro.
Sintieron que estaban próximo a llegar al clímax, y así lo hicieron Ugür se vació dentro de ella y ella sello esa unión con su néctar.
- Te amo Ugür, te amo.
Así una y muchas veces vivieron su amor, ya casi vivía en el departamento de ella, como ella en el de el.
Fin Flash Back.

Zeynep suspiró profundo, caminó a su habitación cogió la maleta y guardo ropa .
- Basta Zeynep, fuiste una más en su vida, solo un juego para el, nada de lo que decía era verdad, a todas le dirá lo mismo, y estúpida yo que le creí, lo siento señor Emir, siento mucho dejarlo en este momento, pero no tengo elección, me iré muy lejos donde no pueda encontrarme. - se cuestionó a si mismo. Preparó su maleta y salió sin dejar un mensaje, bajó y pidió un Uber, y este la llevó a la estación del tren Sirkeci, era una fría tarde de septiembre y Zeynep salió de Estambul, pasado por Sofía, Belgrado, Zagreb, Munich, París hasta que llegó luego de cuarenta y ocho horas de viaje, a Londres Gran Bretaña.
Cogió su maleta subió al Uber y fue a la dirección donde estaba esperando su tía.

Dos días atrás.
El día de la gran confusión.

Emir dejó a Zeynep en el edificio y fue a la oficina, terminaría con lo acordado del día, subió y encontró a Ugür recostado en el sofá.
- ¡Ugür! ¿Se puede saber desde qué hora estás durmiendo? Mira la hora que es y aún no estás inspeccionado lo que están haciendo en el salón.
- ¡Auch! No sé en qué hora me dormí, solo se que tengo mucho dolor de cabeza, Zeynep por..
- Zeynep no regreso, se sintió mal y fue a su departamento.
- ¿Que le sucedió?
- No tengo idea, pero ya mañana estará mejor.
Emir durante la tarde marcó el número de Adhara sin tener respuesta, marcó el número de Mustafá,y este sin pérdida de tiempo respondió.
- ¿Mustafá, donde andan? Las niñas me dijeron que Raphaella venía a la empresa y no está aquí.
- Señor, estuvo ahí y desde entonces estoy esperando desde hace horas a la señora aquí en el aeropuerto, estaba muy rara.
- ¿En el aeropuerto? No entiendo, no contesta, ve y búscala, ya voy en camino.
Emir dejó todo al mando de Ugür y salió como alma que lleva el diablo, había trabajado hasta muy tarde para dejar todo listo y poder irse de viaje en familia, pero en un instante todo cambió, llegó al aeropuerto, y se encontró con Mustafá.
- ¿Dime qué la encontraste? - Con mucha desesperación preguntó, llamó una y otra vez sin tener respuesta, sin saber dónde encontrarla,
- Ni señor, no está por ningún lado.
- No lo creo, no quiero pensar que todo esté tiempo, no no lo creo de ti Raphaella.
Pasó la noche en la oficina de su residencia, y simplemente llegó un fax con la solicitud de la disolución del matrimonio.
- Raphaella, ¿Qué hiciste? ¿por qué? ¿Qué sucedió para que tomes está decisión?
Emir estaba sumido en el silencio más sepulcral de su alma, se sentía frustrado sin saber las razones por las que Adhara decidiera desaparecer, sin dar una razón.

UN TRATO CON EL CEO (5to libro de la saga cielo eterno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora