CAPÍTULO 13

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Luego de horas de vuelo ya estaban caminando por los pasillos que lo llevaría a donde los esperaban los autos para llevarlos a la mansión Aksoy.
Adhara no pronunció palabras alguna durante el vuelo, Aylín Dylara y Yara Elif durmieron durante el viaje.
Las pequeña ahora caminaba de la mano de ella, y Yara era empujada en su silla por su padre
- Te gustará nuestra casa mamá, ya verás que sí, y serás muy feliz junto a nosotras. - Pronunció una muy emocionada Yara.
- Yari, deja que Adhara decida si se queda o no.- Le cuestionó Aylín
- Es nuestra mamá, y se quedará con nosotras.
- Tranquila mis niñas, yo estaré el tiempo que ustedes deseen que las acompañe.
- Ves, ella si desea quedarse con nosotras. ¿Verdad mamá?
Adhara la miró y sonrió acariciando sus cabellos.
Subieron al auto y salieron del aeropuerto.
El trayecto fue en completo silencio, Adhara no pronunció palabras alguna simplemente se limitó a mirar el paisaje que cruzaba por su ventana
" ¡Dios! Esto es de locos" - Pensó.
Llegaron a la mansión, todos los recibieron felices por verlas en buen estado, Ezra le indicó cual sería su habitación y luego llevó a las niñas a las suyas.
El celular de Adhara sonó y vio reflejado un número desconocido, y aún así respondió.
- ¿Diga?
- Por favor ven a mi oficina.
- ¿Y crees que yo sé donde está tu oficina?
- Baja las escaleras que te espero ahí.
Adhara Raphaella salió de la habitación y bajó las escaleras, lo vio de espalda y sintió un escalofrío recorrer la suya.
- Aquí estoy, dime que deseas.
Él, algo brusco la tomó de la mano y la llevó casi arrastras a la oficina.
- ¡Suéltame! No entiendo por qué me tratas así.
- Iré directamente al punto, no puedes intentar huir por qué ya sabes lo que le suceda a tus abuelos y créeme que no me importará, recuerda que mi única prioridad es el bienestar de mi hija. Tienes prohibido ir al ala sur de la mansión, sea dentro o fuera de ella.- Habló en tono frío y arrogante, Adhara lo fulminó con la mirada, y respondió con indiferencia.
- Créeme que lo que menos quiero es recorrer este infierno.
- Como sea, lo tienes prohibido.
- Seré tu niñera si es lo que deseas, solo te pido un favor, trata de no atravesar te en mi camino y fastidiar me la existencia, solo así soportar estar aquí.
- No creas que estás aquí por que deseo cruzarme en tu camino, ¡Cuida a mi hija, ese es tu trabajo!
Adhara apretó los puños, cerró los ojos suspiró profundo y salió de esa oficina casi echando humo de lo furiosa que estaba al recibir órdenes.
Subió a su habitación, y en un ataque de furia tiró todo lo que estaba frente a ella, tomó una de las almohadas y la apretó tanto que imagino era el cuello de ese detestable hombre.
Emir la vio salir furiosa, extendió sus mano miró hacia arriba.
- ¡Oh! Alah! Perdóname, perno no tuve otra opción. - Expresó con un poco de aflicción y luego paso sus manos por su rostro.
Salió de su oficina y fue a ver a Yara Elif. Estaba junto a su hermana lista para salir al jardín.
- ¿Cómo están las niñas más lindas del mundo?
- Listas para ir al jardín, haremos un picnic cerca del lago.
- Que bien, me alegra que empiecen hacer vidas como antes, recuerda que debes tener cuidado aún no puedes agitarse mucho cariño.
- Lo sé papi, ¿Quieres venir? Mamá Adhara vendrá con nosotras.
- Me encantaría, pero tengo trabajo.
Adhara Raphaella los escuchó hablar y volvió a su habitación, lo menos que quería era encontrarse con él.
Se asomó a la ventana y lo vio justo en el momento en que miraba a su ventana.
Adhara lo miró, el subió a su auto y se marchó. Ella bajó y pasó el tiempo con Aylín y Yara.
- Adhara, ¿Cuánto tiempo te quedarás aquí? - Preguntó Aylín Dylara mientras Yara Elif se alejaba un poco.
- El tiempo necesario, mi niña.
- Siento mucho que estés aquí en tu contra, Yara Elif se empeñó en que tú eras la mamá que ella tanto pidió.
- ¿Y tu? ¿No necesitas una mamá.?
- A la fuerza, no, y tú estás aquí a fuerzas, por el capricho de mi hermana.
Adhara sintió un estrujón en su corazón, sabía que esa pequeña le decía la verdad. Miró a Yara Elif y sonrió.
- ¿Sabes? Cuando conocí a Yara Elif sentí una conexión con ella, y siempre estuvieron presentes en mis pensamientos, aunque ese encuentro con tu padre haya sido desagradable, Siempre mis deseos en mis cumpleaños eran volverlas a ver.
Aylín Dylara la miró, hizo un dibujo de sonrisa que no llegó a su corazón.
- El deseo de mi hermana fue siempre encontrarte, y ella cree que es tu deseo estar aquí. No lastimes a mi hermana, por favor, yo trataré de convencerla de que no te necesitamos.
Aylín Dylara se puso de pie y fue a donde estaba Yara recogiendo flores amarillas.
- ¿Verdad que es muy hermosa? - Expresó mirando a Adhara.
Aylín la miró y luego a ella.
- Si lo es, ¿Estás segura de que te gusta para mamá?
- Si, y quiero que sea para siempre, y haré que se case con papá cuando el..
- No puedes hacer eso, deja que ellos se entiendan solos.
- No, tú y yo los ayudaremos, y ella será nuestra mamá, ya lo verás.
Una hora transcurrió y volvieron a la mansión, y mientras caminaban Adhara desvío la mirada a lo alto del ala sur de la mansión, vio todos los ventanales cerrado con cortinas blancas.
- Niñas, ¿Qué hay en esta parte de la mansión? - Preguntó Adhara, sintiendo curiosidad.
Aylín miró a Yara distraída y luego a Adhara y respondió.
- Creo que papá te lo dijo. ¿Verdad?
Adhara miró a Aylín y siguió sin responder.
Entraron y fueron cada una a su habitación.
Adhara sintió una sensación de rechazo de parte de Aylín.
¿Acaso esa niña sabía que ella no deseaba estar ahí.?
Se metió al cuarto de baño, y metida en sus cavilaciones no podía encontrar la solución de volver a Roma.
"Esto será difícil, una me odia, y la otra dice quererme como mamá, te detesto Emir Aksoy, como es posible que me amenaces con mis abuelos. Eso no te lo perdonaré jamás, odio estar aquí a la fuerza.
Golpeó la pared mientras sus sollozos se ahogaban con el agua que rodaban por su rostro.
Emir salió de la oficina, y fue tan pronto a donde lo llamaron, dejó el todo y tomó el ascensor que lo llevaría al ala sur de la mansión.
Subió camino muy de prisa paso por el proceso de desinfección y fue a la habitación donde estaba su gemelo.
Lo miró, estaba lleno de tubos y vías intravenosas para alimentarlo y pasarle la medicina, los sonido de las máquinas a donde está conectado era estresante, angustiante, y saber que no tenían la certeza de que pronto despertaría, caminó despacio y se acercó al filo de la cama, y le habló estaba seguro de que podía escuchar.

- Hermano, tienes que recuperarte pronto, tienes que despertar para que sigas con tu vida, por favor, eres mi alma gemela y mi otro yo, no sabría vivir sin mi otra mitad hermano. Todos te necesitamos, Aylín Dylara te extraña mucho, y Yara Elif no sabes que estás aquí. Vamos despierta dame una señal de que me escuchas por favor.
Tomó su mano y sintió que se la apretó, su corazón latió tan fuerte y creció la esperanza que si regresaría con ellos.
- Lo ves mi hermano, tú puedes despierta pronto, ya veras la sorpresa que tendrás cuando lo hagas
Salió de la habitación no sin antes dejar instrucciones de avisarle cualquier cambio.
- No importa la hora, y donde me encuentre, me llama de inmediato ante cualquier cambio que tenga mi hermano, o si se presenta alguna emergencia.
- No se preocupe señor Aksoy, mi personal y yo estaremos muy pendiente de cualquier circunstancias que se presente.
- Muy bien, confío en ustedes.
Salió de la habitación tomó el ascensor y bajó, llegó al estacionamiento y fue al ala norte donde estaban las niña y Adhara.
Adhara lo miró salir del estacionamiento y llagar, una duda se instaló en su cabeza. ¿acaso tenía hay otra mujer viviendo en esa parte de la mansión?- Pensó.
- Señorita Raphaella, el señor desea verla.
-¿Ves como estoy? no puedo verlo asi, dile que ya estoy durmiendo.
La muchacha del servicio salió y fue a la oficina de Emir.
-Señor ya está durmiendo, llegaron cansadas, hicieron picnic con más niñas.
-Esta bien, mañana hablaré con ella.
Emir sirvió un vaso de whisky y lo bebió de un solo trago.
-Tienes que recuperarte pronto, no voy aguantar está situación, no la soporto.
Adhara Raphaella se cambió y decidió bajar par ir a la oficina de Emir con con la mano en el pomo de la puerta se quedó cuando escuchó hablar a Emir, sintió un mal sabor de boca.
-¿Esta arto de mi? Y por qué no me deja ir simplemente, imbécil.
Se dio la vuelta y subió a la habitación de Yara Elif.
-¿Estás dormida mi pequeña?
-No mamá, estoy esperando a que vengas.
Adhara se acercó y se sentó al filo de la cama, acarició sus cabellos y preguntó.
- Sabes tengo una curiosidad.
-Dime la mamá, ¿Qué es?
Adhara tragó el nudo en su garganta, sintió temor de que lo que preguntaría lo mal interpretara la pequeña Yara Elif.
-¿Por qué me elegiste para ser tu mamá ?
Yara la miró acarició su mejilla, y sin pronunciar palabra se acostó en su regazo y durmió.
- ¡Dios! No se qué voy hacer.
La acomodo en su cama y se acostó a su lado.

YARA ELIF Y AYLÍN DILARA tendrán su propia historia

UN TRATO CON EL CEO (5to libro de la saga cielo eterno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora