CAPÍTULO 16

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En la noche, Emir dejó a Adhara en su habitación y fue a la suya, con una enorme sonrisa y un corazón latiendo a mil, llegó y se tiró sobre su cama.
Pasó la noche entera pensando en como y de qué manera le confesaría sus sentimientos, la madrugada llegó y con él, Morfeo que se apoderó de el.
Al despertar se duchó y salió muy temprano a la oficina, en el camino marcó a Kerim.
— ¿Ya estás en la oficina?
— Oye, soy empleado no esclavo. — Respondió con sorna.
— Necesito consejos del play-boy de Estambul.
— Con gusto te los doy.
— Ahí voy.
Emir condujo lo más de prisa que pudo, llegó al estacionamiento, subió a la oficina  y esperó a Kerim.
Media hora después el toque de la puerta le llamó la atención.
— Pasa.— Ordenó y Kerim pasó.
— Aquí estoy, ¿para que soy bueno?
— Raphaella.
— ¿Qué sucede con ella ?
— Esa mujer es un espectáculo, y me está volviendo loco.
— Pues dice lo. — Le aconsejó  encogiéndose de hombros, algo que para el era algo natural y normal, pues era el mujeriego soltero más cotizado de Estambul y toda Turquía.
— Para ti es fácil, pues eres el mujeriego más solicitado.
— Amigo, no sé cómo fue con la madre de tus hijos.
— Eso fue un desastre, ahora es diferente, ahora es, no lo puedo explicar.— Emir habló suspirando profundo, y caminando por la oficina con las manos metidas en los bolsillos.
— No lo creo, ¿estás enamorado? Pero eso es muy bueno mi hermano.— Expuso entre risas Kerim.
— No sé si es amor, lo único que sé, es que la quiero a mi lado.
— Eso es el amor mi amigo, conquista  su amor, dile lo que sientes por ella.
— Creerás que soy un quedado, pero siento temor.
— ¿Temor a que?
— A que me esté ilusionando, y sea un fracaso nuevamente.
— No lo será, no todas las mujeres son iguales.
— No sé cómo acercarme a ella.
Y es en ese momento en que Kerim se acerca a Emir, lo toma por las mejillas y le explica.
— Así, has de cuenta que tú eres ella y yo soy tú, te acercas la tomas por su rostro, la miras fijamente a los ojos, te acerca mucho a ella casi rozando sus labios, y le dices. Estoy profundamente enamorado de ti, eres el amor de mi vida.
Y justo en ese momento, y en una posición comprometedora, los encuentra Adhara Raphaella, quedando en shock, por lo que veía y escuchaba.

Emir quedó de piedra ante la presencia de ella, miró a Kerim y luego a Adhara, vio cuando ella cerró la puerta para irse, pasó las manos por su rostro y caminó de un lugar a otro con las manos en la cintura.
— ¡Rayos! ¡Carajo! No es posible que nos allá visto en esta situación extrema, debe estar pensando que soy. ..
Kerim no podía hablar de la risa, Emir lo fulminó con la mirada.
— ¡Ve! ¿Qué haces aquí? síguela.
Emir salió como alma que lleva el diablo, tomó el ascensor y bajó, salió de la caja metálica y miró a todos lados, no estaba, corrió a su auto y salió tan rápido, seguido por sus guardaespaldas.
Corrió tan rápido, que pudo alcanzarla. Adhara se estacionó a un lado de la carretera y Emir se acercó a ella.  Emir se paró frente a ella, suspiró profundo, dio suaves toques en el vidrio de la ventanilla del auto y estos bajaron.
— ¿Puedes salir de ahí? Necesito hablarte por favor.
Adhara salió, del auto con los nervios a flor de piel, miró a Emir y desvió la mirada.
— Perdón, mil perdón, jamás vuelvo a entrar a tu oficina sin avisar, es más no vuelvo a  ir a tu oficina sin avisar, no iré más.
—  ¡He! cálmate, no es que se acabe el mundo, Tranquila. — Le habló Emir tratando de tranquilizarla un poco.
— Lo que viste no es lo que parece.
—Tranquilo Emir, tranquilo, como dije tu secreto está a salvo conmigo, yo no vi nada, no diré nada de algo que no he visto jamás.
— ¿Pero que viste?
— Nada, nada no vi nada, te lo juro que no vi nada. Además estoy ciega, ciega, sorda, y muda. Si eso, así estoy.
— Me voy, tengo que buscar un trabajo de medio tiempo para poder sustentar me, mi documentación se quedó toda en el consultorio y prácticamente estoy de ilegal,  y no tengo trabajo, ya me enviaron todo lo que necesito.
— Cálmate mujer, déjame hablar.
— No Tranquilo yo, yo...
Sus palabras fueron silenciadas por los labios de Emir, que los unió para callar a esa loca que no paraba de hablar.
Adhara ante ese sorpresivo beso quedó impactada, aprovechó y respondió a ese dulce y tan deseado beso, este se intensificó, sus lenguas se entrelazaban, Adhara llevó sus manos a los cabellos de Emir y los enredó entre ellos, Emir metió la mano a través de su blusa y acarició su espalda, un gemido salió de la garganta de Adhara, mordió ese labio inferior de Emir y suspiró profundo.
— Raphaella, yo.
— No digas nada Emir, entiendo, no volverá a suceder, sé que arrepentirte  no borra nada, poro yo trataré de evitarlo.
— No, no, espera.
— Tranquilo, nos vemos en la casa. Adiós.
Subió a su auto y simplemente se marchó dejándolo ahí con la palabra en la boca.
— Yo disfruté mucho ese beso. —Terminó la frase que pensó decirle, pero que ella no escuchó.
— ¡Joder! Pero que carajos a acaba de pasar, está loca mal entendió todo, es que solo a mi me pasa, ¿Pero como es que se formó esa mala idea de mi"
Se cuestionaba mentalmente, sin poder hacer más para demostrar que ella era mucho más que ese beso.
Subió a su auto y nuevamente volvió a la empresa. Subió a su oficina, sirvió un vaso de whisky y lo bebió de un solo.
Kerim lo vio llegar y fue a su encuentro.
— ¿Qué sucedió? ¿La alcanzaste? — Interrogó, mirando lo que estaba como un león enjaulado, caminando de un lugar a otro.
— No sé como, ni por qué se ha hecho esa idea, y ahora para joderse todo, nos encuentra a punto de besarnos.
— ¿A quien casi encuentran besando?
Preguntaba Ugür, entrando a la oficina, Kerim lo miró luego a Emir y se encogió de hombros aguantando la risa.
— A Kerim y mi, Raphaella se está imaginando lo que no es. — Respondió Emir y una explosión de risas se escuchó entre Ugür y Kerim. Emir los fulminó con la mirada.
— No le veo lo gracioso como para que se rian. — Habló algo enojado.
— Es que no te imagino  besando a Kerim y siendo descubierto por Raphaella, y la pobre, la impresión que se llevó.
Emir hizo una mueca de reír.
— Muy chistosos, además no sé de dónde sacó que soy gay.
Ugür nuevamente rompió en risa.
— ¿Gay? Tu.
— Si, yo, que yo soy gay. — Gritó sin saber que su voz se escuchó hasta fuera de su oficinas, pues Ugür no dejó del todo cerrado.

****
Adhara Raphaella subió a su auto, se maldecía mentalmente por responder a ese beso y luego sentirse rechazada. Todo lo había mal interpretado, y de pronto una idea surgió en su cabeza.
Estacionó el auto y se habla a si misma.
— Un momento Adhara Raphaella, piensa, si tiene dos hijas es por que si le gustaron las mujeres. — ¡Ay! Pero Ricky Martin tuvo hijos con un vientre de alquiler. — Haber, él se pensaba casar con la madre de sus hijas, claro, a él si le gustaron las mujeres, es solo que por la decepción que le causó esa loca cree que todas somos iguales y se cruzó al otro bando, ¡Ja! Pero como que me llamo Adhara Raphaella Pierre D'Alessio, yo lo hago volver, por qué lo hago volver.
Encendió el auto, dio vuelta y regresó a la oficina, estacionó y subió por el ascensor público, esta vez no cometería el mismo error.
Llegó al piso de presidencia.
— Hola Zeynep, ¿está Emir?. — pregunta, y es cuando escucha esa parte el gran debate que tenían ahí dentro
— ¿Gay? Tu.
— Si, yo, que yo soy gay. — Habló Emir sin imaginar que Adhara lo estaba escuchando y con eso termino de confirmar su errónea idea.
Miró a Zeynep, y en silencio se volvió al ascensor para marcharse de ahí.
— Es gay, y su pareja es Kerim, y se lo confirmó a Ugür, bueno Adhara, este hombre no es para ti, Perdimos a un hombre guapísimo, pero tendré a una amiga más.
Llegó al auto subió en el, agarró el volante y lo apretó.
— Todos estos años pensando en el, y me encuentro con esto, bueno Adhara Raphaella, es hora de volver a Roma.
Encendió el auto y salió de ahí.
Mientras tanto.
Emir, Ugür y Kerim, estaban hablando de cómo limpiar su imagen cuando Zeynep los interrumpió con un golpe en la puerta y es cuando Emir se percata de que la puerta está entre abierta.
— Disculpe señor, es que la puerta está entre abierta.
Ugür miró a Emir y luego a Kerim.
— ¿Acaso se escuchó lo que hablamos? —Interrogó dudoso.
— Un poco subido de tono lo último que dijo y lo escuchamos.
Kerim achicando los ojos preguntó.
— Escucharon, ¿Tu y quien?
Zeynep tragó el nudo formado en su garganta, y respondió mirando a Emir con la tristeza más profunda que sentía, pues siempre tuvo esperanzas de que Emir se fijará en ella.
— La señorita Adhara Raphaella y yo.
Emir cayó sentado a su asiento, pasó sus manos por su cuello y no pudo más, cogió su gabardina y salió de ahí.
— Ahora sí estamos jodidos, Adhara piensa que soy pareja de Emir.
— ¿Entonces  no es verdad? El señor Emir...
Ugür la fulminó con la mirada.
— Zeynep, ve a trabajar, que para eso te pagan.
— Disculpe señor.— Habló en voz entrecortada y salió.
— ¿Por qué le hablaste así? — Interrogó Kerim.
— Por qué ahora debe estar feliz al descubrir que Emir no es gay.
— ¿Y eso a ti en qué te afecta? No, espera, tu, tú estás... Definitivamente, ustedes los Aksoy son un caso.
Se carcajeo y salió de la oficina, dejando a un Ugür molesto.

UN TRATO CON EL CEO (5to libro de la saga cielo eterno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora