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- ¿Es aquí? - Me pregunté al llegar a una casa de color un tanto amarilla.

Verifiqué la ubicación y si, esa era la casa, sin más con algo de dificultad me acerque a la puerta, bastaron con dos golpes, no se me permitió hacer el tercero ya que la puerta fue abierta.

- Sabía que eras tu, ¿Qué demonios haces aquí? - La puerta fue abierta mostrando un Han algo descuidado.

- ¿Que te paso? - Pregunté al verlo, sus vestimentas me permitían ver más allá de lo que normalmente veía, sus brazos se encontraban cubiertos con vendajes por las muñecas y sus ante brazos, parecía estar lastimado ya que estos estaban algo manchados de sangre.

- Pregunté que haces aquí, ¿Quien te dijo dónde vivo? - Habló para después salir de la casa cerrando la puesta a sus espaldas.

- Ah yo, vengo a hablar contigo, Seungmin me dijo dónde vivías - Contesté rápidamente.

- Maldito idiota - Dijo maldiciendo al médico - Minho, por favor vete, no quiero que tengas problemas - Dijo de manera baja, como si no quisiera que lo oyeran.

- Han yo solo quiero hablar contigo, hay cosas que tengo que aclarar - Dije acercándome a él.

- Lo entiendo Min, pero por favor, vete - Dijo con lo ojos algo cristalizados.

Detrás de él se sintió como abrieron la puerta, su expresión cambio totalmente, ahora solo aparentaba tener una especie de ¿Miedo?, quizás eran nervios u otra cosa.

- ¿Hola? - Se oyó la voz de una mujer.

- Oh, hola, ¿Cómo está? - Dije saludando

- Oh Sung, ¿Tienes un invitado?, ¿Por qué no dijiste nada? - Preguntó saliendo de la casa.

- Ah él no es un invitado, solo...pasaba a decirme unas cosas, ya se va - Dijo viéndome.

- Oh no lo eches así, un placer soy la tía de Sung - Dijo estrechando su mano.

- Ah, un gusto, soy Minho, amigo de Han - Dije tomando su mano.

- ¿Amigo?, wow no sabía que si tenías amigos, es genial, ¿Por qué no vienes a la casa a comer algún día? - Dijo sonriente.

- Si claro - Contesté.

- Okay, los dejo, debía seguir con mis deberes, espero verte seguido Minho, cuida muy bien de Sung por favor, es algo...descuidado a veces, adiós - Dijo para luego volver a la casa cerrando la puerta.

Jisung parecía estar helado, no emitia sonido alguno y no se movía, me empezaba a preocupar de que tampoco respirara.

- Han - Dije, este solo elevó si mirada con el entrecejo algo fruncido y con su cara de una total preocupación.

- Vete, por favor - Dijo sin más, yo solo lo miré.

- Está bien, adiós - Dije comenzando a caminar.

- Espera - Dijo, al darme vuelta este se lanzó a mí y me abrazó, se sentía algo desesperado y triste, como si realmente lo necesitara, rápidamente se lo respondí - Gracias por venir aquí, no te preocupes, cuando pueda...iré al departamento sabes - Dijo entre un par de lágrimas.

- Han el departamento siempre está abierto a ti, ve cuando puedas, te seguiré esperando - Dije acariciando su espalda.

El abrazo solo duro unos minutos, solté a Han y este para despedirse dejo un casto y rápido beso en mí mejilla, tomándome totalmente por sorpresa, este saludo con su mano y volvió rápido a dentro de la casa.


Con una gran emoción interna comencé a volver al departamento, a pesar de que la reacción de Han no había sido muy buena al verme, sabía que este se había conmovido por saber que me preocupaba, además ser que el beso que fue dejado en mí mejilla hizo que me emocionara y me sintiera bien y feliz.

De camino a casa me desvíe un poco y visité el puente que visitamos la otra noche con Changbin, tome lugar en una de sus orillas y simplemente me deje llevar por la brisa que recorría el lugar, inconscientemente sonreía, podía jurar que parecía un completo estúpido, pero no podía dejar de hacerlo, y de una vez todo mí yo interno estuvo de acuerdo, y lo acepto.

- Demonios, me gusta Han Jisung - Dije entre risas mientras pasaba mis manos por mí cabeza.




































¿𝐔𝐧 𝐡𝐢𝐥𝐨? ᵐⁱⁿˢᵘⁿᵍ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora