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- ¿Tienes a alguien que ocupe tu mente todo el tiempo? - Pregunté mirándolo.

- Oh, si - Dijo después de un largo silencio - aún que...no solo ocupa mí mente - Dijo juntando nuestras miradas.

- ¿Ocupa algo más? - Pregunté.

- Creo que también ha invadido mí corazón - Dijo soltando una pequeña lágrima.

- Entonces, ¿Podría decir lo que estoy pensando? - Dije apoyando mí mano en su pierna.

- Quisiera escucharlo - Contestó apoyando su mano en la mía.

- Me gustas Han - Dije, en una milésima de segundo mis latidos aumentaron y mí respiración se torno complicada.

- También me gustas Minho - Dijo sonriendo de lado, mí corazón se aceleró aún más, pensaba que saltaría de mí pecho en cualquier momento.

- ¿Crees que yo podría...acercarme más a ti? - Pregunté, debía admitir que decir la palabra "Besar" me daba miedo.

- Claro - Dijo tranquilo entendiendo.

Con el corazón a punto de explotar me acerqué a él, lento apoye mis labios sobre los suyos, sentía que podría desmayarme, él lentamente comenzó un beso, dejaría que él guiará ya que era mí primer beso.

Sus labios se sentían tan bien, todo en mí interior se aceleraba, me sentía tan feliz y emocionado, cuando pude encontrar el ritmo del beso subí mí mano a su mejilla y la otra a su cintura.

- Abre...un poco tu boca - Dijo separándose a penas de mí.

Deje abrir un apenas mí boca, para luego sentir como todo dentro de mí se derretía al sentir su lengua encontrarse con la mía, definitivamente me encantaba.

Han en un movimiento logro sentarse sobre mis piernas, rodeando mí cuello con sus brazos continuando el beso tranquilamente, yo acomode ambas manos en su cintura, acariciaba todo hasta su cadera, el simple hecho de dibujar así su cuerpo me gustaba, el tocarlo me hacía sentir emocionado, había visto mucho su figura pero nunca cruzo por mí cabeza el tocarlo, ahora que lo hacía definitivamente había despertado una emoción en mí.

- Oye Han, e-espera - Dije al percatarme de algo.

- ¿Sucede algo? - Pregunto apenas separando nuestro labios.

- Es que...hay algo que...no debería despertarse - Dije.

- ¿Te sientes nervioso por eso? - Preguntó.

- Hm si - Contesté viéndolo.

- ¿No quieres eso por ahora? - Habló.

- Creo que...debería ser en otro momento - Dije.

- Está bien - Dijo acariciando mí cabello para luego volver a sentarse en el sillón.

Un pequeño silencio quedó entre ambos, no era incómodo, incluso quizás estábamos asimilando lo que sucedía.

Han se levantó del sillón para ir a la cocina, en esta se sirvió un poco de agua y la bebió, yo lo miraba atento, sentía una atracción inexplicable, el solo verlo me hacía querer estar cerca de él, inconscientemente me levanté del sillón y fuí junto a él, lo abrace por detrás y comencé a besar su mejilla.

- ¿Estás bien? - Pregunto tranquilo.

- Si, ¿Tu? - Respondí sin separarme.

- Bien - Contestó.

- ¿Deberíamos preparar el almuerzo? - Pregunté.

- Está bien, ¿Que quieres comer? - Respondió tranquilo.

- Tu delicioso platillo - Dije recordando la primera vez que compartimos una comida.

- Es un simple plato, pero si tanto te gusta puedo cocinarlo para ti - Dijo voltando para quedar enfrentados.

- Eres hermoso Han, realmente brillas ante mis ojos, y...me pone muy feliz que ya tengas la confianza como para contarme lo que sucede - Dije viéndolo, este sonrió.

- Minho no debería hacer más que agradecerte, por tener la paciencia y tranquilidad para esperarme, además...el que fueras a mí casa me hizo dar cuenta de lo importante que soy para ti, muchas gracias por estar a mí lado - Dijo sonriente, mí corazón simplemente latió con fuerza, amaba ver a Han sonreír.

- Estoy muy agradecido de que estés a mí lado - Dije acariciando sus azules cabellos.

- ¿Hm estás ocupado por la tarde? - Preguntó.

- No, ¿Necesitas algo? - Contesté.

- Quiero llevarte a un lugar - Dijo tranquilo.

- Okay, por la tarde salimos si quieres - Agregué.

- Si, está bien - Dijo.

Sin más ambos cocinamos, a veces me perdía viendo a Han, era tan entretenido verlo ocupado en sus cosas, no podía evitar depositarle castos besos cada cierto tiempo, era como si una fuerza extraña me atrajera a él, y me gustaba.

Una vez estuvo el almuerzo nos acomodamos en el balcón, aquel en el que compartimos nuestro primer amanecer juntos, ese mismo día en el que Hab me hizo darme cuenta de la importancia de un simple amanecer o atardecer, una de las primeras veces en las que mí corazón comenzó a acelerarse por él, donde simplemente comencé a enamorarme de Han Jisung.

Por la tarde salimos del departamento, como costumbre tomamos el transporte público, también caminamos un poco, fue cuando estaba algo cerca de un lugar que ya conocía, un lugar un tanto interesante.






































¿𝐔𝐧 𝐡𝐢𝐥𝐨? ᵐⁱⁿˢᵘⁿᵍ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora