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«¿Nos esperaba?», pense algo asustado.

- ¿De verdad? - Respondió Han.

- Si - Dijo el mismo chico que habíamos visto el fin de semana, este salía detrás de una cortina.

- ¿Jeon Yoon-seok? - Pregunté.

- El mismo, ¿Cómo están Minho y Han? - Dijo sonriente.

- ¿Cómo conoces nuestros nombre si no te los dijimos? - Pregunté.

- Oh, conozco todo de ustedes dos, pasen por aquí - Dijo para ir detrás de una cortina roja, ambos nos miramos y con algo de intranquilidad lo seguimos, al cruzar la cortina estaba todo oscuro y digamos que algo iluminado por velas, había una mesa con tres sillas y sobre ella cartas y libros - Siéntensen por favor - Dijo en su silla, ambos nos acomodamos.

- Bien, ¿Quien quiere empezar? - Pregunto mirándonos, con Han dudabamos mucho - Oh vamos no tengan miedo, vamos contigo Minho - Dijo mirándome, debía admitir que tenía algo de miedo pero solo asentí - Bien comenzaremos tranquilos, dime ¿Ahora no duele nada verdad? - Preguntó sonriendo.

- ¿Que? - Dije, estaba sorprendido al parecer sabía de mis dolores físicos - Ah no, realmente no - Contesté.

- Es genial, y ¿Se te ocurre el por qué? - Preguntó, a lo que yo negué - Oh vamos, se que tienes una mínima idea, aún que no lo aceptas aún - Dijo, me asusté, se estaba refiriendo a que lo que pensaba acerca de Han era real - No debes sorprenderte, ahora sabes por qué no duele, y pronto sabrás por qué si duele, solo deja que siga fluyendo y sabrás el por qué - Dijo, ¿Acaso se refería al estudio que estaba haciendo con Seungmin? - Por más que tu pecho duela debes saber que no tienes que cerrar tu corazón, si lo abres más puertas se abrirán para ti - Agregó, no entendía a qué se refería - Además ese simple interés puede convertirse en algo más grande, si decides seguir así, tu futuro se ve sin dolor y con mucha felicidad - Dijo sonriente, ya no sabía de qué hablaba, estaba confundido.

- Hay cosas que no entiendo - Dije mirándolo.

- Créeme, no las entenderás por ahora, el tiempo te ayudará a entender todo mejor - Contestó.

- ¿Te refieres a largo o a corto plazo? - Preguntó el peliazul.

- Oh depende, ahora vamos contigo - Dijo volteando a ver este - No tengas miedo Han, que no te aterre lo que diga, por una razón universal tu estás aqui conmigo ahora - Dijo mirándolo - Todo pesa menos si alguien alguien te ayuda, puede que sea complicado decirle a alguien que te ayude con ciertas cosas pero llevas pensando en la persona correcta mucho tiempo, y si no lo dices esa persona no lo adivinara - Dijo tranquilo, Han frunció el ceño - Al igual que Minho, abrir las puertas de tu corazón más puertas frente a ti se abrirán, y si decides hacerlo tu vida cambiará por completo - Dijo, al peliazul pareció interesarle eso - Han, debes dejar de temer, avanza, estás en el camino correcto para que tu futuro sea ese sueño que tienes en mente, solo deja de tener miedo - Dijo mirándolo a la cara, Han asintió en silencio.

Permanecimos en silencio unos minutos, pensaba en todo aquello que le dijo a Han, decía que necesitaba pedir ayuda y que si seguía así todo saldría bien, solo debía dejar de tener miedo, «¿Miedo? ¿A qué realmente?», pensaba.

- Puedo ver en ambos un futuro feliz y libre de dolor, solo deben seguir el camino que están tomando ahora, aferrence a él y no lo suelten - Dijo mirándonos, con Han nos miramos, ambos parecíamos pensar en todo lo que había dicho.

Nos terminamos despidiendo del chico, este dijo que cuando algo cambiara que volviéramos a él y que terminaría de decirnos todo aquello que nos resta, muchas más cosas acerca de nosotros las cuales no puede decirnos ahora por qué podría dañar nuestros caminos.

Casi como que en silencio caminamos unas cuadras por la zona, ninguno decía nada y no sabíamos hacia donde nos dirigíamos pero solo caminábamos.

- ¿Estás de acuerdo con todo lo que dijo? - Habló de la nada el peliazul.

- Por ahora solo entiendo algunas cosas - Contesté mirándolo.

- Minho - Dijo mirándome a los ojos - ¿Podría quedarme contigo esta noche en tu departamento? - Preguntó.

- Claro - Contesté.

Ambos nos dirigimos a mí departamento, ya era de noche, llevamos para cenar y nos acomodamos frente al televisor, junto con los pequeños veníamos una película mientras charlabamos de a ratos.

- Minho - Habló, yo lo miré.

- ¿Si? - Dije.

- ¿Que clase de dolor tienes? - Preguntó, recordaba que hoy el chico había preguntado acerca de mí dolor.

- Físico, desde...que tengo memoria he sufrido una especie de dolencia en mi tobillo y mí pecho - Dije tranquilo, vi como este volvió a acercar su mano y apoyarla en mí pecho.

- ¿Últimamente te ha estado doliendo? - Preguntó, yo solo negué bajando mí vista para ver su mano, fue ahí cuando note que la manga de su buzo estaba ligeramente subida y por ella se podía asomar un pequeño vendaje.

- ¿Que te sucedió en la muñeca? - Dije tomando su manos lentamente, para comenzar a subir su manga exponiendo su vendaje.

- Oh nada, solo una caída en el baño - Dijo tratando de quitar su mano, pero no lo dejaría.

- Algo...me dice que eso no sucedió - Dije comenzando a quitar la venda.

- No Minho, me duele, no la quites - Dijo rápidamente.

- Solo veré si tienes algo - Agregué.

- No por favor - Dijo acercándose a mí tratando de safar mí mano de la suya.

- Esto no es una caída de baño - Dije mirándolo al ver cortaduras en su muñeca.

- M-Minho n-no - No pudo hablar ya que su lágrimas fueron más rápidas, no preguntaría ni diría nada, al tener su mano agarrada con la mía tiré de esta acercando por completo a Han hacia mí, y sin pensar en nada más lo abrase, rodeé su cuerpo por completo y lo sujete firmemente, él simplemente liberó su llanto y me abrazó fuertemente.



























































¿𝐔𝐧 𝐡𝐢𝐥𝐨? ᵐⁱⁿˢᵘⁿᵍ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora