Mystery Girl | Quackity Y Tú

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Alexis estaba más serio de lo normal. Demasiado serio, lo cual me hizo sentir incomoda y ansiosa al no saber lo que estaba sucediendo. «Di algo, el silencio me esta matando» , a veces creemos que el silencio es paz y tranquilidad: lo único que queremos, ¿escuchar?, ¿sentir? O mejor dicho, ¿percibir?, pero este era el tipo de silencio que te hace sentir tan mal: que te hace sentir tan sola.

Comencé a tronar mis dedos imaginando lo peor. Tal vez haya hecho algo que a Alexis no le haya agradado, pero mirando hacia atrás no ha sucedido nada que lo hubiese puesto de ese ánimo.

El suspiro pesado de Alexis me saco de mis pensamientos tan irritantes. Se movió hacia atrás para acomodarse de mejor forma al respaldo del asiento. Tal movimiento hizo que, con la fricción, la piel del asiento rechinara.

—Vamos por tus zapatillas —dijo con el tono más desganado posible.

Afirme a lo antes dicho y nos dirigimos al siguiente negocio.

De nuevo regresamos con el silencio incomodo, ahora lo único que emitía ruido era las ruedas de los otros autos manejando, y la voz distorsionada de las personas que caminaban por la acera. La ventana que estaba a mi costado permitía que el aire fresco cayera justo en mí, haciendo que mi nariz se tornará un poco roja.

No podía quedarme así: fingiendo que nada estaba sucediendo, pero que más podía hacer si cada que le preguntaba a Alexis si todo estaba bien, él respondía con un si que sonaba más a un no.

La sensación fría del aire permitio que me calmara al menos un poco. Día hermoso, pero mal momento. Necesitaba calmareme aun mas, así que tome mi celular; eso era lo que siempre hacia cuando me sentia con los pelos de punta, al menos ver un video gracioso o estar horas y horas en redes sociales cambiaria mi estado de animo.

Coloque mi dedo índice en el lado inferior izquierdo, haciendo que mi celular se desbloqueara a los segundos, y dando entrada a la vista de mi fondo de pantalla que era una foto de mía junto con Alexis. Ni siquiera sabia a que red social iba a navegar;  asi que solo mi dedo fue deambulando en el cristal.

—¿Quieres manicure? —mencionó derrepente Alexis cogiendome de la mano que antes estaba posada en el cristal

—¿Manicure? —hable desconcentrada frunciendo el ceño a la misma vez.

Alex bajo mi mano suavemente, pero sin soltarla en ningún momento, para comenzar a acariciar mi piel con suma delicadeza; como si fueran las alas de una mariposa. 

No entendía lo que estaba sucediendo, pero me sentía menos incomoda que hace unos minutos.

—Despues de comprar tus zapatillas podemos ir a que te arreglen las uñas.

—¿De verdad?

—Si, ¿por que no? —objeto alzando ambos hombros hacia el cielo —Debes ser la mas linda de la graduaccion, ¿no crees?

—¿Estas diciendo que no lo soy? —bromeé

—Incluso cuando no te bañas eres linda —respondió en tono burlesco 

Por fin su sentido del humor había regresado.