Mystery Girl | Quackity Y Tú

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Alexis salió a hablar sobre aquel grande polémica, que nos estaba afectando a ambos.

Y ahora más cuando se había filtrado aquel tema del "embarazo"; ahora con pruebas que si eran 100% ciertas, pero con una que otra mentira que convertía la situación en algo peor.

Los últimos días de clases que quedaban para dar comienzo a mi graduación; no asisti.  Era más que seguro que todos sabían sobre la situación, y más porque media universidad o más me conocían al igual que a Mateo. Sin olvidar que habían visto a Alex viniendo a la escuela y eso era suficiente para confirmar la polémica.

Estaba cansada y solo aquella idea pasaba rondando en mi cabeza noche y día. Alex igual lo estaba, pero más que nada era por mí, porque la mayoría de comentarios de hate eran dirigidos a mí.

Vuelvo a recalcar: la polémica hablaba del embarazo; que le había sido infiel a mi novio (Mateo) para irme con aquel famoso.

Sentada en el sillón comiendo helado, mi ánimo iba decayendo más y más. Derrepente esta misma escena me recordó a aquella vez que pensé que estaba embarazada. Y muy en el fondo de mí deseaba no haberme encontrado con Alexis en aquel momento. Nunca volver a cruzar nuestros caminos aunque doliera.

« Toc, toc, toc, toc...» el sonido de la puerta interrumpió la quinta cucharada que estaba apunto de aterrizar a mi boca. Sabía quién era, así que me levante lo más "rápido posible" aunque pienso creer que una tortuga seria más rápida que yo.

Abrí la puerta y Alex entro con una bolsa de llena de golosinas. Esta semana había tratado de hacerme sentir mejor, tratando de distraerme de todas las maneras posibles.

-Hola, linda -fue lo primero que menciono al yo cerrar la puerta -Mira todo lo que he traido: chocolates, papas fritas, eeeh... -habló balanceando la bolsa -Pienso que podemos ver una película, ¿que opinas?

-Yo...-dudé -Yo... no sé.

Alex me tomó de la mano e hizo que me sentara en el sofá.

-Va a ser de terror -dijo intentando sonar alegre -Podemos ir por unas sábanas, apagar la luz y...

-Alex... -lo interrumpí -creo que es mejor que... -las palabras que intentaba decir no salieron de mi boca al ver sus ojos tan brillantes.

-¿Si?

-Nada, solo veamos la película. ¿Puedes ir por las sabanas? Están en mi cuarto. -Alex asintió y subió las escaleras.

Cuando el chico desapareció de mi vista suspire y una pequeña lágrima salió de mí. La limpie deprisa porque no quería que él me viera de esa forma y se llegara a preocupar más de lo que estaba en ese momento.

Lo que estaba intentando decir, pero que no pude, y además no quería, era que debíamos terminar nuestra relación aunque doliera. No quería afectar su imagen más de lo que lo estaba haciendo en este momento, y luego estaba yo, viendo como millones de desconocidos me tiraban comentarios tan hirientes, que ya sea hoy o en el futuro me seguirian afectando.