Después de una noche de borrachera despiertas en una habitación con un chico desconocido, pero ¡oh sorpresa! resulto ser una gran celebridad en el mundo del entretenimiento. ¿Qué pasará después de esa noche?
Llegue a casa y prendí la calefacción. Me coloque mi pijama y me meti entre las sábanas para calmar el frío que estaba haciendo.
Las palabras que había dicho Alexis no las terminaba de creer del todo. Yo me daba cuenta cada vez que llegaba a mentir, pero en que parte había mentido ¿En el que me amaba? O tal vez en ¿El que solo era una amiga? Tal vez las dos cosas eran una falsa mentira... pero ¿Por qué no solo decírmelo y ya?
Me envolví como gusano, y me quedé mirando el techo por aproximadamente 15 minutos, no fue hasta que mi celular comenzó a vibras mucho.
Suspire cansada, y estire mi brazo a mi bolso, para sacar y verificar quien era la persona que mandaba los mensajes. Muy en el fondo esperaba que fuera, Alexis pidiéndome perdón, pero solo eran mensajes de mi amiga: Michelle
Michelle
¡Emma!
Contesta, Emma 😭😭😭
¿Hoy si se va a armar la pijamada?
Emmaaaaa
¿Qué pasó?
Sí, claro que se va a hacer.
Me hace falta distraerme.
¿Sucede algo? 🤔
Cuando vengas te lo cuento. Por cierto, ¿si va a venir tu prima? Para que vaya preparando otra colchoneta.
Sí. De hecho la estoy esperando en el aeropuerto. 😛
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¿A que hora llegan?
Por ahí de las 8:30
Vale.
Volví a llenar mis pulmones de aire, y lo solte intentando estar un poquito más calmada. Había olvidado por completo que hace una semana, Michelle y yo habíamos planeado una pijamada, y a Michelle se le ocurrió la maravillosa idea de invitar a su prima. No me disgustaba eso, de hecho, me pareció super tener más compañía. Era una chica solitaria, y creo que tener a otra persona más que a Alexis y Michelle me iba a sentar bien.
Puse manos a la obra, y fui sacando las colchonetas que estaban en mi armario. Después fui a la cocina en busca de algunas frituras, pero me di cuenta que ya me las había acabado todas.
—Ay, Emma... —me hable a mi misma palmeandome la frente —Ahora debes ir al super....
¡Qué desastre! Tan solo en el pequeño lapso en el que estuve afuera, mis piernas flaqueban. Simplemente no quería volver a salir. De hecho, invierno no era mi estación del año favorita, pero tampoco la odiaba. Creo que la única razón por la que no la odiaba completamente era por, Alexis. Por aquellos momentos en los que íbamos a hacer muñecos de nieve, y después destruirlo para comenzar una guerra de nieve. O cuando preparábamos chocolate caliente esperando ansiosos por ver el regalo que teníamos preparados para cada uno.
—De nuevo pensando en él —baje mi cabeza y acomode mi cabello —Vamos por esas golosinas, Emma.
