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Ha llegado el momento de mi graduación, y en cierto punto me paso la idea de no presentarme, pero al ver a mi novio tan emocionado por usar aquel vestido que me compro, y por fin terminar aquel viaje tan largo que recorrí para llegar al fin de mi carrera, le hice a caso a lo dicho.

Antes de bajar al lugar en donde iba a ser la graduación estaba insegura, imaginado los peores escenarios que tal vez solo se quedarian en mi cabeza. Mi cuerpo expresaba la ansiedad que estaba sintiendo: mis manos sudando, palpitaciones en mi pecho, y moviendo mi pierna velozmente.

-Tranquila -intervino Alex tomándome la mano.

-¿Y si.... -no pude terminar mi frase porque él me interrumpió.

-Todo va a salir bien -me abrazo y pudo sentir los latidos de mi corazón yendo tan rápido -Tú corazón late muy rápido -No respondí, solo asentí con mi cabeza. -¿Ya bajamos? Se está haciendo tardé...

-Sí -solté junto con un gran suspiro.

Ya enfrente de aquella gran puerta que se encontraba abierta de par en par; numerosos estudiantes iban cruzando. Y si, todos nos observaban al mismo tiempo que murmuraban. Todas aquellas miradas puesta sobre nosotros me daban ganas de salir corriendo.

-Vete... -musité. Alex volteo su cabeza para mirarme confundido. Él me estaba tomando de la mano, pero rompí aquella unión bruscamente.

-¿Qué?

-Qué te vayas Alex...

-¿Por qué? -respondió más desconcertado que nunca al ver como había soltado su mano.

-Todos nos están mirando... es mejor que yo entre sola.

-Pero, Tn...

-Ya dije. Vete, Alex ¿A caso no puedes entender? -fruncí los labios intentado aguantar mis lágrimas y la culpa que estaba sintiendo al haberlo tratado tan mal.

-No me importa si nos ven juntos...

-Pero a mí si -respondí firme.

Él se quedó callado y respondió a los pocos segundos:

-Esta bien -dijo desanimado -Entonces... te espero en el auto.

Cada alumno tenía un asiento asignado, pero yo al no haber ido la semana pasada a clases no tenía idea de donde me tocaba. Lo que menos quería en ese momento era hablar con las personas de mi clase, pero tuve que hacerlo.

Busque con mi mirada a mi grupo de compañeros, y por fin encontré a Chloe; una chica morena, con cabello largo que le llegaba a la cintura. Sus labios eran medianamente pomposos. Llevaba un vestido violeta y a un lado de ella estaba su grupo de amigas bebiendo cada una un poco de ponche y agua.

-Disculpa, Chloe... -hablé intentando sonar tranquila -¿Podrías decirme en que asiento me toca? -la chica que estaba teniendo una conversación con sus amigas me volteó a ver al escuchar mi voz.

-Oh, claro... -afirmo sacando su teléfono. Las cuatro chicas al verme empezaron a cuchichear entre ellas. Me hizo sentir tan incomoda tal acto, que empecé a pellizcar mi piel -Te toca el asiento 98 -habló seria

-Gracias -le agredecí apunto de echarme a andar, pero ella me detuvo tomándome del antebrazo. Estaba confundida y asustada -¿Sucede algo? -dije frunciendo el ceño.

-Tn -ahora estaba sonriendo -¿Qué pasó con tu embarazo?

-¿Cuál embarazo? -fingí

-No te hagas la boba. Todos saben que le fuiste infiel a Mateo y te embarazaste de aquel stremer, para mmmm.... no sé, ¿un poco de fama? ¿dinero? -e hizo una onomatopeya como si estuviera contando dinero.

-No debes de creer todo lo que vez en Internet... -mascullé entredientes, de nuevo preparada para salir corriendo, pero de nuevo me detuvo.

-Pero si están las pruebas y todo. Fotos tuyas con él famoso y....

-Cállate -dije irritada

-¿Te molesta tanto que te recuerden que eres una zorra?

En ese momento me congele al escuchar que todos hacían un coro de «uh» cuando Chloe dijo eso. Me mordí mi mejilla intentando no llorar, pero fue imposible cuando sentí que Vanessa (otra compañera de clases) derramó ponche en aquel vestido que le tenía tanto cariño porque mi novio me lo compró.

-¡¡¡¿Qué te pasa idiota?!!!-grité llena de rabia y sollozando.

-¿La bebé ya va a llorar? ¿No soporta que le digan sus verdades? -dijo en tono burlesco. Y me lancé a ella jalandole sus rizos pelirrojos.

Ahora toda la clase, y personas de otras carreras estaban alrededor de nosotras observando la pelea.

-Pobre Matt. Él matándose trabajando para darte una buena vida y tú revolcandote con otro... -le di un golpe en la mejilla y enseguida se le puso colorada -¡Aaaah! -chilló adolorida.

-Maldita perra. Ya sabia que te gustaba Mateo, pero ¿Tan ardida estas porque nunca pudiste estar con él? -di unos cuantos pasos más pero el sonido de una tela desgarrandose me interrumpió. Sí, fue mi vestido. Chloe había puesto su pie en el y al yo avanzar este se desgarro dejando en descubierto un poco de mi licra blanca.

-¡¡¡¿Qué te pasa, idiota?!!! -le reclamo una voz masculina que conocía.

-¿No me digas que también Tn es tu novia, Justin? -pero el chico solo ignoro lo dicho y se acercó a mí para separarme de Vanessa.

-¡¡¡¿Ustedes que miran?!!! En lugar de hacer algo útil, solo se quedan observando como bobos -habló elevando sus brazos. Todos se quedaron callados.

Se quitó su saco azul marino para cubrirme el rostro. Salimos corriendo por la puerta trasera antes de que los profesores nos vieran.

Estaba destruida.

-Gracias, Justin -hablé con la cabeza baja. Mis lágrimas caían en la acera y esta se tornaba de un color oscuro.

-Estas llena de sangre... -dijo preocupado -espérame aquí, iré a la farmacia. Solo asentí, pero no le hice caso.

Cuando el se fue, mis pies reaccionaron por si solos dirigiendose a la casa de Mateo.

Mystery Girl | Quackity Y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora