Mystery Girl | Quackity Y Tú

02- segunda temporada

Emma notaba cada vez más extraño a su novio, desde aquella vez que fue su aniversario. Era cada vez más seco, más cortante, y eso la hacia sentir tan mal. Tan insegura..., hace 2 semanas que no se aparecía allí en su casa.

Suspiro y le hizo una señal al taxi para que parara, y ella pudiera entrar. El taxista preguntó hacia dónde se dirigía, y Emma dio la dirección de su novio.

Se incline hacia delante y miró por la ventana, observando a las personas, y los miles de negocios y edificios llenos de nieve. El semáforo marco rojo, y como es obvio, el taxista se paró. Ahora Emma podía observar el paisaje de mejor forma.

Encendió su celular y la pantalla se iluminó.

Cariño

Voy a tu casa.

01:21 p.m

Estate atento cuando llegue.

01:21 p.m

Te amo :)

01:21 p.m

Antes, Alex contestaba de inmediato;  ahora ni siquiera había visto los mensajes. Esto provocó que Emma se hiciera un ovillo. Suspiro y mordió la uña de su dedo pulgar quitando el esmalte rojo de su uña. Estaba cansada.

—Disculpe. Señor...

—Dígame señorita —respondió el taxista volteando a verla.

—Déjeme aquí, por favor —Rebuscó en su bolsa y sacó su cartera —¿Cuánto va a ser?

—3 dólares, señorita.

Emma entregó el dinero al taxista y salió del taxi, azotando la puerta fuertemente. El taxista frunció el ceño después de tal acto, y simplemente la rubia se dedicó a bajar la cabeza avergonzada.

  —Perdón... —Hablo mostrando sus encías.

Enfrente de ella había una pizzería, y pese a que en este momento no deseara del todo comer una rebanando, prefirió hacer eso antes que ver el rostro de Alexis. Estaba triste, furiosa. ¿Por qué no simplemente no le decía que le sucedía? Ella siempre le preguntaba, y la única respuesta que él daba era : "Nada. No me pasa nada"

Abrió la puerta de cristal, y el ruido del bullicioso ambiente cayo justo en sus oídos.  Había miles de personas comiendo y hablando. Los niños que estaban a 5 metros de distancia en la area de juegos, gritaban a tal punto que los oídos de Emma llegarán a doler. Y sin olvidar las 6 pantallas que estaban colgadas en la pared, emitiendo el sonido a todo volumen.

«No importa»

Un joven mesero se acercó a ella para asignarle el lugar donde se iba a sentar. Señalo con su palma la única mesa que quedaba y Emma se dirigió allí. Antes de que el mesero se fuera le dio el menu en sus manos. 

En el menu solo habia una enorme variación de pizzas y refrescos. Eligio una pizza individual de 3 quesos, y una lata de coca cola. El mesero tomó la nota y fue directo a la cocina.

Mientras esperaba, Emma volvió a sacar su celular de su abrigo, con la esperanza de que Alexis hubiera visto sus mensajes, pero no. Aquella esperanza se había ido, ahora lo único que permanecía allí era sus ganas de llorar. Sus lágrimas estaban apunto de salir, pero no se podía permitir llorar en un lugar público. «Que verguenza, debo ir al baño»

Tn

Mi estómago estaba rugiendo como nunca. Era el horario de lunch, y porqué no ir a comer una rebanada de pizza de la mejor tienda de la ciudad.

Noah, estaba insistiendo que fuéramos a una cafetería, pero yo ya estaba harta de lo dulce. Mi lengua pedía un toque salado. Así que mientras Noah compraba sus rollos de canela, yo me conducía a la pizzería que solo estaba a 2 cuadras de ahí.

Entre y me percate de lo llena que estaba. Iba a comer la pizza para llevar, así que me dirigí al mostrador para hacer mi orden.

—Una pizza de pepperoni individual, por favor.

La señora que llevaba su uniforme rojo, asintió y anotó en su libreta.

—En este momento estamos saturados de pedidos, así que va a tardar 10 minutos más de lo normal.

—No tengo problema con eso —Le sonreí y continúe —Solo le podria pedir un favor, ¿tendra alguna silla por allí?

—¡Claro, señorita!, el unico problema es que alguien está comiendo alli tambien.

—No importa. —Sonrei y arrugué mi nariz —Solo me iré a sentar, aaah, y mientras no le moleste a aquella persona, supongo que todo está bien.

—Vale —La señora señalo la mesa que estaba vacía —¡Oh!, mire. No hay nadie; creo que la señorita que estaba fue al baño.

—Umm, entonces por el momento me iré a sentar ahi. Gracias.

Y la señora me dedico una sonrisa.

Emma dentro del baño, volvio a prender su teléfono por tercera vez, para ver si su chico al menos había visto sus mensaje. Y si, ahi estaban las dos palomitas azules. ¡Por fin!

Voy a tu casa.

01:21 p.m

Estate atento cuando llegue.

01:21 p.m

Te amo :)

01:21 p.m

Olvidalo. Pase a la pizzería por si quiere venir.

01:56

De nuevo volvieron  a aparecer las dos palomitas azules en el ultimo mensaje que habia mandado. Tomo un poco de rollo de papel del baño y limpio el rimel que se había escurrido por haber llorado.