40 - Segunda temporada

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Ya los dos sentados en el asiento sentíamos la incomodidad recorrer cada parte de nuestro cuerpo. Sentí la necesidad de decir las primeras palabras mientras Alexis conducía en dirección a mi casa.

—¿Qué hacías andando cerca de ahí? —Envolví la chaqueta de Alexis en mis hombros y trague saliva.

—Peleé con Emma —Palmeo el volante del auto y giro su cabeza hacia la derecha para observarme —Venía en busca de ella, pero te encontré a ti; no te podía dejar sola en medio de la calle lastimada.

Al oír esas palabras sentí como si mi corazón fuese una hoja de papel, la cual Alexis lo había hecho bola arrugandola completamente.

—Ah... —dije sin más y volteé a observar la ventana viendo las miles de casas que se iba quedando atrás. Queria aparementar como si Alexis no me importara para nada, así que trate de fingir el mayor tiempo posible —Espero que arregles las cosas con Emma.

No me sentí lo suficientemente valiente, ni con la confianza de decirle lo que acababa de pasar hace 1 hora.

—¿Por qué llorabas, Tn?

—¿Llorar? Ja,ja,ja... para nada ¿de que hablas? —fingí y lo volteé a ver. Mis ojos saltaron cuando sentí el roce de su mano en mi mejillas.

Luego, él dijo:

—Todo el rimel esta embarrado en tus mejillas, dime, ¿deberíamos ir al hospital? Dudo que tu tobillo este bien.

Negué con la cabeza y aleje mi rostro de su mano.

—Solo quiero ir a casa; con una venda y un par de pomadas será más que suficiente —Alexis asintió con el rostro y se concentro en conducir de nuevo.

Otra vez todo quedó el lugar en silencio y cada vez estábamos más cerca de mi casa. Durante todo el camino procure que mis lágrimas se mantuvieran dentro de mi. Intentaba que ningún sollozo escapara de mi boca, aunque sentía el nudo de mi garganta estrangularme aún más. Habían pasado un montón de cosas en un corto periodo de tiempo, apenas mi cerebro iba procesando todo, luego recordé que este problema enorme involucraba a Alexis de igual forma que a mi, así que cuando por fin el auto estaba parcado enfrente de la puerta de mi casa me prepare mentalmente para hablar sobre este tema tan delicado.

—Llegamos —Apago el motor y se bajo del auto para rodear y abrirme la puerta. Coloco mi brazo alrededor de su cuello y me sostuvo de la cintura para ayudarme a bajar y llegar hasta mi casa—Ahora es tu turno; te toca abrir tu casa.

«Mierda, ¡las llaves! » me dije mentalmente. Palmee mi frente y me volví a maldecir unas 100 veces más. ¿Cómo había sido tan estúpida para olvidar mi bolso, donde estaba mi cartera, mi celular y mis llaves en casa de Sofía?

—Acabo de recordar que las olvidé.

Alexis echo un suspiro y regresamos de nuevo al auto.

—¿Donde vas a dormir?

—Tendras un poco de dinero que prestarme... olvide mi cartera también —mi rostro se puso colorado y comencé a tronar cada dedo de mis manos —Lo siento de verdad.

—No hace falta las disculpas—Sacó su cartera de su bolsillo trasero —¿Cuánto dinero necesitas?

—El suficiente para quedarme una noche en algún hotel.

Alexis relamio sus labios y guardo de nuevo su cartera.

—Puedes quedarte en mi casa si gustas. Puedo dormir en el sofá.

—¿De que hablas, Alexis?

—Mi casa es más segura que cualquier hotel que se encuentre acá en la ciudad. Además, estas lastimada; vas a necesitar de mi ayuda.

Analice su respuesta y en parte tenía razón. Los empleados de un hotel no se prestarian para andar ayudandome a subir y bajar escaleras, o para ir al baño cada vez que tuviera necesidad.

—Esta bien... ¿esto no te causará problema con Emma?

—Mmm —ladeo su cabeza —Creo que ella lo entenderá.

—Alex...

—Dime, Tn

—Llegando a casa debo comentarte sobre algo serio que te involucra.





Mystery Girl | Quackity Y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora