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Ya han pasado tres años desde que aquella linda relación terminó... porque yo así lo quise.

¿Cuánto tiempo debe de pasar para mi corazón deje de doler? Es decir, han pasado 1095 días, y en todos estos he llorado, pero de algo a servido... ya no duele tanto como en un principio.

Debo admitirlo, es imposible dejar de revisar tus redes sociales, y tampoco es como que no lo pueda dejar de hacer; eres una figura publica, es obvio.

Debo admitirlo, es imposible dejar de revisar tus redes sociales, y tampoco es como que no lo pueda dejar de hacer; eres una figura publica, es obvio

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Salí del trabajo a las 8:30 p.m como siempre. Había bastante frío ya que invierno estaba por entrar. Al llevar mi falda, mis piernas se estaban congelando y mis manos eran casi imposibles de mover.

—Tn, quedamos que hoy íbamos a ir a cenar algo. No me salgas con que no tienes tiempo —habló mi amigo Noah.

—Ja,ja,ja. No, no saldré con eso, ¿pero hay que esperar a los demás, no? —contesté con el teléfono en la mano contestando algunos correos.

—Ya vienen —afirmó —Deja el trabajo de un lado. Es tu cumpleaños, ¡Vamos, relajate! —protestó bajando mi teléfono de mis manos. Quedaron a mi vista sus ojos avellana, junto con una larga sonrisa.

Le sonreí calidamente y guarde mi celular en mi bolsa. Después, el resto del grupo que estabamos esperando llegó.

—¿Donde vamos a ir? —Olivia pregunto rodeando su brazo en mi cuello.

—Pensé que ya estaba todo planeado —me cruce de brazos

—Pues mañana es domingo. ¿Qué opinan si vamos por unos tragos? —sugirió Liam y todos estuvimos de acuerdo.

Ya en el lugar pedimos una mesa para diez personas, ya que faltaba el resto de grupo. Nos habían avisado que iban un poco retrasados porque debían organizar algunos documentos, pero en más o menos 30 minutos estarían ahí presentes.

Decidimos pedir una cuantas bebidas en lo que los  esperábamos; no queríamos que la comida se enfriara.

—¿Tú no piensas tener pareja, Tn? —inquirío Liam poniendo la boquilla de la cerveza en su boca —Eres la única soltera.

—¡Claro que no! Olivia también esta soltera —repliqué mirándolo con una mirada afilada

—Bueno, tú y Olivia. Ahora responde a mi pregunta, ¿para cuando el novio?

Rodeé los ojos y mi cerveza la cual no la había ni tocado, me la empine dejando solo la mitad del líquido.

—¿No me digas que sigues sin superar a tu ex? —se aventuro a preguntar Noah. Los otros dos restantes voltearon a verme fijamente esperando mi respuesta. Yo que estaba limpiando los restos de cerveza de mi boca baje mi mirada al suelo.

—No lo extraño—mentí.

—Claro... —musitaron los tres con sarcasmo.

—¡Es verdad!, ¿por qué no me creen?
 
Los tres se miraron entre ellos y luego Liam dijo:

—No eres buena mintiendo....

—Dejemos de hablar de eso, mejor hay que ir viendo que vamos a pedir de cenar. ¡Señorita! podría traerme el menú —grité al mismos tiempo que llevaba mi mano al techo intentando llamar la atención de la mesera. Ella afirmó con su cabeza y se dirigió a buscar los menús.

Me seguí haciendo la tonta intentando evitar a toda costa el tema sobre Alex.

—Qué bonitos aretes, Oli. ¿Dónde los compraste?— sonreí falsamente con mi frente brillando de sudor. Olivia toco su lóbulo de su oreja derecha.

—Gracias Tn. La verdad es que no sé dónde los compre. Tal vez deberías preguntarle a Tn porque ella fue quien me los regalo.

Los dos varones estallaron a carcajadas.

—Tranquila, Tn. Ya no vamos a hablar sobre aquel tema. Deja de hacerte la loca —comentó, Liam

—¡Ahg! —me quejé avergonzada y puse mis manos en mi rostro cubriendo lo colorado que estaba —La mesera ya a tardado mucho...

—Disculpe señorita. Aquí esta el menú.

Quite las manos de mi rostro al escuchar su voz.

—Oh, gracias. — pronuncie. Tomé el menú y le sonreí; ella se ya se iba alejando.

Comencé a leerlo intentando decidir si escoger un filete o algo más rapido de comer como unas papas fritas.

—Tn...  —susurró Liam dándome un golpe con su codo.

—Dejame en paz, Liam.

—Tn... Alex....

—¿De que hablas loco? —bufé y seguí con la vista pegada al menú.

—Alexis está aquí... —susurró ahora jalando la tela de mi saco azul.

—¡Dijiste que ya no ibas a sacar el jodido tema! —grité furiosa por fin mirándolo, y al hacerlo me di cuenta que lo que estaba diciendo era cierto. Atrás de él estaba Alexis, pero no estaba solo, estaba junto con una chica.







Mystery Girl | Quackity Y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora