41

1.9K 160 19
                                    

Alex suspiro en el auto. Sus manos estaban sudando, y se podía ver debido como el sudor causaba que el bolante del auto se humedeciera del líquido.

-¿De verdad todo esta bien? -inquirí haciendo un puchero preocupada. Mi mano se poso en su muslo y lo comencé a acariciar.

-Todo perfecto -fingió -Debo checar algo en redes sociales... ¿me esperas?

-Claro. Tomate tu tiempo.

-También debo hacer una llamada...

-Sí. Hazla.

Alex se apoyo con sus dos puños en el asiento del auto, para inclinarse en dirección a Tn y darle un beso en la frente. Después se volvio a erguir y salió.

Tn se quedó dentro. Agarro la bolsa en donde venia el hermoso y magnífico vestido que había escogido Alex. Estaba emocionado por su graduación, la cual iba a ser en las próximas dos semanas. Sabía que llevar algo que su gran amado había escogido para ella la haría sentir segura. Sentía que Alex era su amuleto de la suerte.

Tres semanas antes, habían tenido una conversación que los había marcado a los dos.

-¡¡¡¿Puedes creer que ya me voy a graduar?!!! -chilló emocionada jugando con los dedos de Alex.

-¡Me has ganado!

-Por fin podré trabajar, y ya no dependere del dinero de mis padres. Ni de las becas.

Alex se acomodo de nuevo en el sillón y abrazo a Tn, a la altura de su nuca.

-Además, empieza todo esto de la vida adulta, ¿no? -añadió

-Claro, ya empiezas a depender de ti misma, comienzas tu vida... el ciclo de la vida. Te casas, hijos y...

-¿Y?

-No lo sé... debes lograr que la vida sea divertida, o si no, ¿que sentido tiene?

-Cierto... y que pasó con lo de ¿casar?

Las mejillas de Alex se tornaron carmín al escuchar lo que pregunto Tn, sabía que se hacía la boba y que le encantaba ponerlo nervioso.

-Yo me quiero casar contigo -sonrió escapando un risita nerviosa y casi nula.

Los ojos de Tn le centellaron, pero oculto su mirada bajando su rostro apenada.

-Yo igual -y sus miradas se encontraron. Encajaban perfectamente.

Alex infló sus pulmones intentando ocultar los nervios que sentía en este momento.

-Somos jóvenes, y no aguanto ni un minuto más en los que nuestros dedos no estén adornados por un anillo.

-Yo igual... después de tantos años, no puedo esperar a que un elemento tallado sellé lo que sentimos uno por el otro. No me quiero separar de ti otra vez más.

-Me haces tan feliz.

La conversación terminó por un beso; hermoso tal y como la poesía.











Mystery Girl | Quackity Y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora