60 - Segunda Temporada

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1 semana antes

Tn:

Ya llevo 1 semana en casa de Alexis. Hacemos casí todo juntos debido a que necesito ayuda por mi lesión.  Aunque el dolor ya es mínimo, Alexis sigue insistiendo en cuidarme como la primera vez; como cuando recién la herida estaba débil o cuando éramos niños y me hacia un rasguño.

Es agradable volver a estar al 100 de su vida. Antes, lo único cercano a él era ver sus lives y una que otra publicación que subía a redes.

Ahora su habitación es "mía". El duerme en el cuarto de huéspedes. Los primeros días durmió en el sofá para hacerme sentir menos "incomoda" al estar la habitación tan cerca de la mía, pero le dije que no pasaba nada. Ahora toda sus cosas están en esta habitación la cual desconozco que tan grande este y que tan cómoda. Me siento culpable por quitarle la suya, pero es tan necio que no acepto cambiar de habitaciones.

Es de madrugada y estoy recostada en la cama con una pijama rosa que compro Alexis para mí . Mi boca esta seca y mi lengua desea estar remojada en agua, al igual que mi garganta. Estoy sudada, el calor es un infierno. Todo este tiempo cada que quería un vaso de agua le mandaba mensaje a Alexis o gritaba su nombre, y él venía corriendo, pero siempre que lo hacia era una hora agradable, por mucho a las 8-9 p.m

Ahora son las 3 de la madrugada y no quiero despertarlo, hoy tuvo stream y un evento en importante en su servidor: QSMP.

Cada que necesitaba algo, el paraba el stream y dejaba a su audiencia esperando para irme a atender.

—Debo poder hacerlo sola —Me dije a mi misma.

Aviento la cobijas al suelo y muevo un poco mi tobillo de derecha a izquierda. Siento un pequeño dolor, pero nada grave. Apoyo las manos en la orilla de la cama y me levanto.

—¡Oh, por Dios! —chillo emocionada al ver como podía estar de pie. —¡Oh, por Dios! —Vuelvo a repetir y doy un salto emocionada— ¡Auch!  Tal vez todavía esta un poco lastimado —digo al sentir dolor por el pequeño salto que di.

Pero por fin puedo estar de pie por mi propia cuenta: sola. Así que supuse que también podría caminar sola. Doy mi primer paso así como los bebés, y puedo avanzar, así que salgo de la habitación y al abrir la puerta me encontré el rostro de Alexis en pijama azul cielo, con una expresión preocupada. Mi corazón da un brinco de susto y grito.

—¡¿Qué haces acá, Alexis?!  —Pongo la mano en mi pecho y suspiro aliviada al ver que no se trataba de algún ladrón o fantasma.

—¿Cómo estas parada? —me mira de arriba hacia abajo —¿Sucedió algo? Te escuche gritar.

—Oh, jajaja —río nerviosa, pero conservando un toque de gracia —No importa. ¡Mira, por fin de pie!

—¿Segura que no te duele nada? —Se apresura a colocar mi brazo atrás de su cuello como siempre lo hacíamos cuando debía caminar.

—¡Ey! Tranquilo. Estoy bien. —Sonrió y apartó su brazo suavemente —Iba por un vaso de agua; el calor me esta matando. Ah... y disculpa por despertarte por mi grito, simplemente me emocione demasiado.

—No te preocupes. No podía dormir... Si gritabas o me mandabas mensaje hubiera ido. Pero que bueno que estas bien —Sonríe sinceramente.

—Pero si hubieras ido, no hubiera descubierto que por fin camino por mi propia cuenta —le sonrió y entrelazo mis dedos. Me estiró. —Vamos a la cocina. Un vaso de leche seguro te ayuda a dormir.

Me responde con una sonrisa y paseamos por el pasillo hasta llegar a las escaleras. Vuelve a insistir en ayudarme a bajar, pero le recalcó que puedo hacerlo sola.

Por fin en la cocina, yo me siento en el comedor, mientras Alexis va por dos vasos de cristal; uno de leche y otro de agua. Los coloca en la mesa y le doy las gracias.

—Gracias —Agarro el vaso y me lo empino. Por fin me siento viva e hidratada.

—Si que tenías sed —Se lleva el vaso de leche a la boca con una expresión divertida.

—El calor es un asco. Tengo ganas de vacaciones. Bueno... si que me he tomado unas vacaciones esta semana, pero quiero unas vacaciones de, ya sabes...

—Playa, cerveza, mariscos...

—¡Exacto! No vacaciones por mi lesión —vuelvo a tomar del vaso de agua —Aunque igual y no me quejo.

—¿Disfrutando de mi compañía? —dice coqueto y yo ruedo los ojos.

—No quiero darte la razón, pero sí.

—Ja, ja, ja.

Su expresión se apaga y suspira. Sé que algo anda mal.

—¿Todo bien? —me aventuro a preguntar y él me voltea a ver —¿Por qué no podías dormir? ¿Qué te preocupa?

—Mucho trabajo. Es difícil ser una figura pública. Te meten en chismes que ni siquiera tienes que ver.

—Entiendo... las personas en redes son escalofriantes, pero...

—¿Pero?

—¡Vamos! No les hagas caso a personas que ni siquiera conoces. ¿Acaso son tus amigos íntimos para conocer todo lo que es verdad o no?

Es raro tener ese pensamiento. Tn del pasado le preocupaba bastante lo que los demás pensaban, pero ahora es diferencia.

Me sonríe y vuelve a tomar de su vaso de leche.

—Toda la razón. ¿Qué caso tiene matarme dando explicaciones a personas que ni siquiera conozco?

—¡Claro!

Todo se vuelve silencio y cruzamos miradas. Sus ojos son tan preciosos y penetrantes que me ponen nerviosa. Aparto rápidamente mi mirada y muevo mis manos nerviosa tratando de agarrar mi vaso, pero lo único que consigo es tirarlo. El agua se descontrola y viaja por toda la mesa mojando las piernas de Alexis y el piso.

—¡Ay, no! ¡Perdón, Alexis. Te he mojado todo! —me levantó rápidamente tomando las servilletas que se encuentran en el centro de la mesa y me acerco a él.

Alexis ya esta de pie y todo su pantalón escurre el agua. Me siento tan estúpida y avergonzada.

—Alexis...

—Dejalo. Yo limpio. —dice tranquilo.

—Pero, Alexis...

—No te preocupes. Estoy bien, en serio...

Me arrodilló para limpiar el piso con el papel, pero mi tobillo duele y echo un chillido.

—¡Auch! —gimo desde el piso. No puedo ver la reacción de Alexis, pero estoy 100% segura de que sus ojos se abren.

—¡Ey! ¿Estas bien? —Se arrodilla también —¿Te duele mucho tu tobillo?

—Solo un poco... Bueno, ya vi que todavía no me puedo agachar —río nerviosa, pero no escucho respuesta de su parte.

Me ayuda a levantarme y me dice:

—Vamos arriba. Yo iré a cambiarme. Te llevo a tu habitación y vuelvo para verificar que tu tobillo esté bien.

Asiento con la cabeza, y volvemos a subir las escaleras. Ahora él me vuelve a a ayudar como la primera vez. Me deja en mi habitación y él va a la suya.



Mystery Girl | Quackity Y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora