- No lo permito, eso es una plaga en mi reino me oyeron - Estoy vociferando caminando de un lado al otro, porque cuando escuché que en dos lunas se abrirían las dichosas casas para que las mujeres y niñas se entregaran a cualquier extraño por dinero, mi negativa fue contundente.
- Así tenemos equilibrio las queridas tendrán techo y trabajo, más impuestos y los soldados estarán contentos, todos felices - Dice Donovan tranquilamente comiendo una manzana.
- Eso es en tu Reino de salvajes, porque en el Reino de Plata eso es contra la ley - Me enfrenté furiosa.
- La ley que pronto generalizaremos para todos los reinos cercanos o vecinos mi Reina - Su sonrisa es imperturbable.
Me retiré del salón furiosa - No quiero que estén detrás de mí - Al llegar a la biblioteca magna cerré la puerta dejando tanto guardias como damas en el pasillo.
- Esto se está saliendo de control, están amenazando con la estabilidad del Reino, y no puedo permitir eso - Desordeno mi cabello con desesperación.
Me acuesto en el sofá y trato de relajarme lo más pronto posible, no puedo permitir que lo que tanto mis padres protegieron se esfume como una niebla de recuerdos.
- ¿Por qué es tan difícil lidiar contigo? - Me sobresalto al escuchar hablar a Donovan
- ¿Cómo entraste? - Me levanto del sofá poniendo distancia.
- El Castillo no es el único que guarda secretos - Intenta alcanzar me.
- Pues ya sé que tienes la llave, no trates de asustarme - Murmuro esquivando lo, camino por los estantes repletos de libros, no le doy la espalda.
- Me gusta el juego del gato y el ratón Mi Reina - En un parpadeo ya no está a mi vista, un frío recorre mi espina dorsal.
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El Reino Alado 🪽
Science FictionEn tiempos de guerra, no existen más opciones que entregarse y sacrificarse si en tu sangre corre la realeza y en tu cabeza descansa una corona.